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Las 24 horas de Montoya

Este sábado arranca la temporada 2008 para Juan Pablo con la competencia más larga del automovilismo mundial, prueba aparte de la Nascar.

Diego Fernando Mejía / Daytona, Estados Unidos
30 de enero de 2008 - 03:52 p. m.

Juan Pablo Montoya llega con la obligación de ganar. Este sábado a la 1:30 de la tarde arranca su temporada en la versión número 46 de las 24 horas de Daytona, competencia aparte de la Nascar, perteneciente a la serie Grand Am Rolex, que el piloto bogotano ganó hace un año.

Como siempre, a lo largo de su carrera, Montoya será hasta cierto punto víctima de su propio éxito, el cual se ha dado de forma muy rápida en las categorías por las que ha pasado y como consecuencia, ha generado un punto de referencia muy alto para futuras participaciones.

Pasó en la Cart, en la que fue campeón como debutante y tuvo un segundo año en el que no logró repetir, más por motivos técnicos que de pilotaje. En el caso de estas 24 horas, el listón está alto, pues se espera que Montoya y su equipo revaliden el triunfo de 2007 en la competencia más larga del automovilismo mundial.

La expectativa es mayor pues el equipo del bogotano fue reforzado. El auto número 01 tendrá en su tripulación al actual campeón de la IndyCar y de las 500 Millas de Indianápolis, Darío Franchitti. A él se suman Scott Pruett, ganador con Montoya el año pasado y la cuota mexicana, Memo Rojas, el eslabón débil de la nómina.

Para que la expectativa y el optimismo sean mayores, Montoya y su equipo fueron los más rápidos en los entrenamientos que se cumplieron a principios de este mes. Sin embargo, en 24 horas muchas cosas pueden pasar y los rivales son muchos y muy fuertes, empezando por el segundo auto de Ganassi que ganó la carrera en 2006.

El grupo técnico de Ganassi aparentemente ha logrado hacer una muy buena transición a los neumáticos Pirelli que serán usados por primera vez en esta temporada.

El agarre de los cauchos italianos ha hecho que los autos vayan hasta tres segundos más rápido en los 5.7 kilómetros de recorrido del trazado que incorpora parte el óvalo, que Montoya visitará de nuevo con su auto de Nascar en febrero, para el arranque de la Copa Sprint, antes conocida como la Copa Nextel.

Muy internacional

Esta semana el equipo Chip Ganassi presentó en Concord, Carolina del Norte, su programa de competencias y su nómina de pilotos en las cuatro categorías en las que competirán este año. Encabezando la lista estuvo el escuadrón de tres autos que correrá la temporada de la Nascar.

Juan Pablo Montoya es sin lugar a dudas la punta de lanza de Ganassi en esta serie, en la que el colombiano tendrá como compañeros de equipo a Darío Franchitti y Reed Sorenson. Este último tiene 21 años, pero irónicamente es el más experimentado de los tres en Nascar, pues cumple su tercera temporada.

Llamó la atención que en la presentación se hizo un gran énfasis en la nacionalidad de cada uno de los integrantes, quienes lucían camisas blancas con la bandera nacional de cada uno bordada sobre el pecho al lado derecho.
Ganassi cuenta con pilotos de seis nacionalidades entre quienes Montoya es sin duda el más importante y el mejor pago y por un buen margen.

“Nunca me ha importado mucho de dónde vienen mis pilotos”, dice orgulloso Ganassi. “Tenemos uno de la costa este y otro de la costa oeste de Estados Unidos. Tenemos un colombiano, un neozelandés, un escocés, un mexicano, dos británicos, pero todos fueron traídos al equipo por una sola razón: para ganar. Así de simple”.

¿Cuál presión?

Muy aparte de lo que pueda pasar este fin de semana en Daytona, para Montoya el objetivo realmente importante es la Copa Sprint de Nascar, a la que llegará con un año de experiencia, pero a su vez, con grandes expectativas de la prensa local y su equipo.

Montoya ha intentado mantener bajo control las expectativas para este año a la hora de plantear sus metas en público para esta temporada, conocedor de lo difícil que será para él poder entrar al Chase, esa liguilla final en la que tan sólo los 12 mejores pilotos del año disputarán el título de la máxima división Nascar.

“¿Podemos entrar al Chase? Claro que sí”, dijo Montoya. “¿Tenemos la oportunidad de ganar una carrera en óvalo? También. ¿Podemos ganar otra vez en un circuito? Probablemente. Pero en estas carreras pasan muchas cosas”.
Pocos días después su jefe Chip Ganassi pareció querer fijar las expectativas muy en alto al decir que para el equipo este año era definitivo que Montoya entrara a ese Chase, es decir, que cualquier cosa menos que eso será considerada un fracaso para un equipo que aún busca trasladar el éxito que ha tenido en otras categorías a la Nascar.

A primera vista, esto estaría poniendo presión sobre Montoya. Sin embargo, si hay alguien que conoce bien al colombiano es Ganassi y por eso lo tuvo de regreso a su equipo después de seis años.

Temporada crucial

Ganassi sabe que Montoya llegó a Nascar para ganar, no para dar vueltas en círculo y cobrar un jugoso cheque hasta 2010. Sin embargo, en esta época del año todos los equipos deben poner metas claras y optimistas, pues muchos aún están a la caza de dineros de patrocinadores.

La operación del auto del bogotano en la Copa Sprint de Nascar está financiada para esta temporada e inclusive se ha aumentado el presupuesto de la misma respecto al año pasado, gracias a lo logrado en la temporada.

Los dos patrocinadores principales del auto de hecho se repartirán más entre sí las carreras, con lo cual veremos el carro cambiando de colores. Algo similar sucederá con el auto de Franchitti que, por el contrario, tiene aún espacios por llenar.

El tener el dinero garantiza algunas cosas, pero no el resultado. Montoya tampoco puede conseguirlo por sí mismo, pues la Nascar es un deporte de equipo y en el que como en cualquiera otra categoría, el auto pesa en un buen porcentaje en el resultado. Aún no está claro que Ganassi tenga un auto ganador para Montoya y Sorenson, sobre quienes recaerá la responsabilidad ante un Franchitti que se centrará en aprender y ser el mejor novato.

Montoya trae una curva de ascenso en su desempeño en la Nascar, la cual tendrá que ir paralela con la del rendimiento del equipo. Por ahora todos los esfuerzos se concentrarán en las 24 Horas de Daytona. Ganassi aspira a una tercera victoria en serie, nada nuevo para quienes consiguieron cuatro títulos seguidos en la Cart entre 1996 y 1999. Un triunfo sería histórico, pero el reto para Ganassi y Montoya sigue latente en la Nascar.

Por Diego Fernando Mejía / Daytona, Estados Unidos

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