De los ocho equipos que desde este fin de semana disputarán el título del fútbol colombiano, La Equidad es el único que no tiene experiencia en finales. Seis han sido campeones desde 2002, cuando se implementaron los torneos cortos (de cinco meses) y Chicó estará por cuarta vez en los cuadrangulares desde que llegó a la A, en 2004.
Alexis García, el técnico de ese club novato en finales, asegura que no hace pronósticos porque los ocho equipos están muy parejos y advierte que el suyo dará la pelea.
¿Qué significa para usted, un fiel representante de la escuela paisa, tener que defender ahora el honor del fútbol bogotano tras la eliminación de Santa Fe y Millonarios?
Eso me da mucha alegría, pero significa una tremenda responsabilidad porque todas las miradas estarán puestas sobre nosotros. Ahora nos toca sacar la cara por Bogotá y lo haremos con agrado, porque ésta es la ciudad de todos los colombianos, sin importar en dónde hayan nacido.
¿Cuáles son las ventajas y las desventajas de ser el único equipo de los ocho que es novato en finales?
La desventaja es sin duda la falta de experiencia para enfrentar este tipo de torneos, pero la ventaja es el entusiasmo, ese es el gran motor que nos mueve, que nos estimula. Tenemos muchas ganas de triunfar y en eso le llevamos ventaja a todos, no hay un equipo con más ilusión de ser campeón que La Equidad.
Ganas y una muy buena organización
Claro, esta es una empresa que es un ejemplo para todo el país, no solamente en la parte deportiva, sino en la administrativa y financiera. Este club es una muestra de que sí es posible lograr las metas, por inalcanzables que parezcan.
¿En lo futbolístico en qué ha cambiado el equipo con respecto al del semestre pasado?
Si uno ve la nómina se da cuenta de que aquí no hay figuras y el trabajo no ha cambiado, es el mismo que hicimos en la B y en el torneo pasado, lo que pasa es que conseguimos jugadores líderes que multiplican la idea táctica en la cancha con mayor facilidad y eso ha hecho que podamos estar cada vez más cerca de todo lo que nos hemos propuesto.
¿El equipo juega como usted quiere, sí refleja su filosofía de juego?
Sí, claro, uno nunca da lo que no tiene. A mí me gusta el fútbol bien jugado, con base en el toque. Hay jugadores que me interpretan y que por momentos me emocionan, me alegran. Eso sí, partiendo siempre del orden y la concentración.
¿El calendario de su cuadrangular le gustó (arranca de visitante y cierra de local ante Tolima), cree que influye en los resultados?
Me gustó muchísimo, parece que lo hubiéramos armado nosotros, pero lo importante es sacarle provecho, con buenos resultados.
¿Cómo analiza a los tres rivales de su cuadrangular?
Tolima es uno de los mejores equipos de Colombia, tiene muy buenos jugadores y lleva un proceso de cinco o seis años con una nómina estable. Chicó es el de mayor experiencia de nuestra llave, con futbolistas veteranos que han jugado muchas finales y que merecen respeto. Y Pasto es un equipo con mucho oficio en el campo, se para bien, sabe manejar los ritmos y eso lo hace muy peligroso.
¿Realmente cree que tiene con qué superarlos para llegar a la final?
Pues, poco a poco hemos ido cumpliendo metas. La primera era alejarnos del descenso, la segunda no jugar la promoción, la tercera meternos entre los ocho y hacer más de 33 puntos. Ahora nos queda la más importante, que es ser campeones y realmente creo que hay con qué.
¿Le preocupan los escándalos por los malos arbitrajes, siente temor de que su equipo sea perjudicado?
La Equidad se ha visto perjudicado todo el año, pero estoy convencido de que en las finales los arbitrajes mejorarán porque vamos a jugar en El Campín, habrá mayor cubrimiento y atención para nosotros por ser el único equipo bogotano.
A propósito, ¿está de acuerdo con el cambio de estadio, de Techo a El Campín?
Sí, un gran escenario siempre motiva más, habrá más gente y eso es bonito para los jugadores y para uno también.
¿Cómo analiza el otro grupo?
Es una serie muy equilibrada, al igual que la nuestra, yo diría que no hay un favorito claro, como tampoco en nuestro grupo. Los ocho equipos están muy parejos y yo diría que por lo alto. Aquí en Colombia los que no clasifican dicen que nuestro fútbol se niveló por lo bajo, pero creo todo lo contrario, que nuestro balompié es cada día mejor, como lo demuestran la selección y los equipos en los torneos internacionales.
En enero tiene que comenzar a preocuparse nuevamente por el descenso, pues comenzará en el penúltimo lugar, ¿qué opina de eso?
Que es una situación increíble. No puede ser que el campeón de la B entre a pelear el descenso de la A y que más encima lo tenga que hacer durante prácticamente dos años. Qué tal nosotros en Copa Libertadores en 2008 y peleando descenso acá, eso sería una cosa difícil de entender.
¿Cómo ve la serie de promoción entre Pereira y Academia, le parece que Bogotá puede albergar un cuarto equipo en la A?
Bogotá es una plaza muy grande, con suficiente capacidad para tener más de cuatro equipos en la primera división, y la Academia tiene toda la infraestructura para subir, lo que pasa es que la serie contra Pereira no es fácil. Es muy diferente enfrentar a un equipo de la A, que a uno de la B, por experiencia, por calidad de jugadores y por la presión del público. Sin embargo, creo que Academia tiene una gran opción y ojalá le vaya bien.
¿Qué análisis hace de lo que ha hecho la selección en la eliminatoria?
Contra Argentina vi a una Colombia con mucha alegría, creo que va cumpliendo los objetivos. Esos ocho puntos que tiene son hermosos para terminar el año, para trabajar con más tranquilidad y para dejar un exquisito sabor de boca en el hincha, en el aficionado colombiano. Se cerró de una gran manera ante el rival más exigente de la eliminatoria y eso nos puede servir para convencernos de que sí podemos, que tenemos que dejar ese pesimismo que tanto daño nos hace. Todos los colombianos del común nos podemos volver extraordinarios si nos metemos esa idea en la mente.
¿Y cómo ve a su pupilo, Carlos Alberto Sánchez?
Ese es un crack, para mí fue el mejor de la cancha ante Argentina, jugó en su posición natural y fue claro para recuperar y distribuir. Él es la muestra de que en Colombia hay muchos jugadores que tal vez no ‘mojan' tanta prensa, que son semidesconocidos, pero que tienen nivel para darnos una mano importante. Nosotros, por ejemplo, tenemos a Jherson Córdoba, que va a dar de qué hablar.
¿Y Stalin Motta?
Ya está maduro, viendo el partido ante Venezuela me lo imaginaba haciendo bellezas por ese lado izquierdo, creo que Jorge Luis lo va a tener en cuenta.