Publicidad

Los días felices de Bedoya

El dirigente bogotano pasará un final de año en absoluta calma. El balance positivo en lo deportivo y administrativo en 2007 lo deja dormir tranquilo. Cuenta los cambios que se hicieron sobre la marcha y cómo afrontó problemas de tipo legal.

Olga Lucía Barona Torres y Luis Guillermo Ordóñez O.
03 de enero de 2008 - 05:31 p. m.

En una temporada de eliminatorias mundialistas sería imposible presentar un parte de victoria a la hora del balance si los resultados no están de su lado. Pero con ocho puntos en el bolsillo, Luis Bedoya, presidente de la Federación Colombiana de Fútbol, recibirá el año nuevo con una sonrisa de oreja a oreja, pues ni para Corea y Japón 2002 ni para Alemania 2006, a estas alturas la selección sumaba tal botín.

Pero para este bogotano, de 44 años, quien lleva 16 meses al frente de la Fedefútbol, la situación es aún más alentadora, pues no duda en afirmar que en lo administrativo también las cosas marchan sobre ruedas.

Además de los ochos puntos que suma hoy la selección de mayores en su camino hacia Suráfrica 2010, ¿cuál es su visión del equipo?

Tenemos una selección que dio un resultado importante en los primeros juegos de las eliminatorias. Pero lo más valioso es que vemos en el equipo un gran juventud con calidad y experiencia y eso nos debe dar un parte de tranquilidad para el futuro. Claro que no podemos ocultar lo que fue el gran fracaso en la Copa América. Esa actuación no se puede calificar de una manera distinta, fue duro en su momento, pero creo que eso también nos hizo recapacitar y reaccionar con miras a las eliminatorias.

¿En qué se reaccionó?

En muchas cosas tuvimos que hacerlo, desde la base de la Federación hasta la manera de trabajar del cuerpo técnico en cuanto a su planificación y convocatorias. Y nosotros, los del comité, ponerles mayor atención a algunos elementos adicionales que tienen que ver con el trabajo del grupo. Entonces a partir de la Copa América se contrataron unos grupos de ayuda, trabajadores de comportamiento que brindan seguridad y tranquilidad para todas las cosas que se tejen alrededor del equipo.

¿Pero eso quiere decir que entonces sí hubo malestar entre jugadores y cuerpo técnico durante la Copa América?

En el caso de la Copa América compartí mucho con ellos y si bien el técnico Jorge Luis Pinto es una persona estricta en todos sus comportamientos de trabajo, muchas de esas cosas fueron chismes. Es cierto que los jugadores que venían de procesos anteriores no tuvieron ese mismo comportamiento con otras selecciones y que de alguna manera fueron los que hicieron esas manifestaciones de descontento. Pero ninguno lo hizo de una forma oficial.

Pero Iván Ramiro Córdoba sí lo hizo...

Al manejar los tiempos se han malinterpretado algunas cosas. Porque durante y después de la Copa América no hubo ningún tipo de renuncia. Fue más el comentario que se hizo a nivel de medios. Ya lo de Iván Ramiro llega cuando vienen las convocatorias para el inicio de las eliminatorias. Sabemos que es un excelente jugador, conocemos todo su historial deportivo, pero por fortuna su reacción no trascendió a mayores.

¿Confía ciegamente en este cuerpo técnico?

Tengo la mejor sensación de este cuerpo técnico. Son personas con las que compartimos mucho, no sólo en las concentraciones sino que están mucho en la Federación, en permanente contacto con los jugadores y con los otros directivos. Tengo un excelente concepto de ellos, todos son muy diferentes: la rigidez de Jorge Luis se complementa perfectamente con la simpatía del Cheché Hernández.

Tras el fracaso en la Copa América, ¿pensó en algún momento que se había equivocado en la designación del técnico?

Pues uno siempre piensa muchas cosas, porque fue duro, pero digamos que eso se analiza también con lo que se ha venido viviendo. En ese sentido, con Jorge Luis y todo el cuerpo técnico se ha venido compartiendo el trabajo desde finales de 2006 y uno evalúa que las cosas se están haciendo bien, que hay responsabilidad, que hay entrega. Entonces, si en un momento determinado una cosa no sale bien, pues se tiene que evaluar para ver si hay que cambiarla o si hay que corregir el rumbo. Y en ese momento lo que se analizó fue el corregir algunos rumbos y por ellos decidimos adicionar la ayuda de profesionales, que dictan charles grupales e individuales, que hacen algunas recomendaciones.

También incorporamos un chef y algunas ayudas de tipo científico, como las famosas cámaras de respiración. En un torneo tan cerrado como las eliminatorias, en donde no hay mucho tiempo para concentrarse y varios meses de para, este tipo de cosas adicionales son las que a la postre nos sirven para encontrar alguna ventaja frente a las otras selecciones.

Hasta que la plata...

¿Qué balance hace en la parte administrativa?

Obviamente es la base del éxito deportivo. No nos podíamos tirar a un abismo sin tener la base suficiente para arrancar y a planificar. En el momento en que llegué a la presidencia de la Federación, había situaciones económicas complicadas. Se debía mucho dinero y estábamos en un desfase de caja de más de 4 mil millones de pesos. De entrada, la verdad, sentí un poco de desespero, porque yo no había medido cuánto era realmente ese déficit económico que había. Tras tocar muchas puertas, hoy la situación ha cambiado muchísimo, porque dentro de esa planificación que hicimos estuvo el mostrarles a las empresas que podíamos tener una Federación diferente.

¿Qué puertas tocaron?

Con la firma Lotto, con la que teníamos un contrato pequeño y lo aumentamos en un 50%. A Bavaria le hicimos toda una exposición y no sólo continuaron con nosotros, sino que lo incrementaron en un 100%. También renovamos el contrato con Golty y rematamos con una situación especial cuando, después de un año de negociaciones, logramos un incremento importante en el contrato de televisión con Caracol. Nuestras finanzas están sanas y el déficit de caja lo superamos en un 100%.

¿Hay algún proyecto pensando en el futuro del fútbol colombiano?

Tenemos unos excedente muy importantes que vamos a destinar para enmarcar a la Federación en un futuro más claro. Contratamos estudios de planeación estratégica para modificar la base del fútbol, porque tenemos problemas graves. Lo estamos haciendo con firmas internacionales, que en un momento asesoraron a la Fifa y a la liga del fútbol americano en modificar rumbos de planeación.

¿Cómo va la sede?

El lote en Armenia lo tenemos, fue un excelente negocio, porque hoy vale 400% más, pero el pensamiento del actual comité es que la sede sea en Bogotá. Hemos seguido trabajando con el Gobierno y estamos ad portas de firmar unos importantes acuerdos para que dentro del Centro de Alto Rendimiento, la Fedefútbol tenga su centro de concentración. Las licitaciones estarían listas en enero; en marzo estaría aprobado y en noviembre, listo.

Hace algunas semanas El Espectador publicó un artículo, en el que se le acusaba de haber pagados unos dineros por demandas que aún no habían llegado a sus últimas instancias y que además lo había hecho a espaldas de su comité, ¿qué tiene que decir al respecto?

Cuando llegamos a la Federación, dentro de todas esas dificultades existentes, había unas de carácter legal y era la cantidades de demandas que tenían que ver con los casos de la firma RAM y Copa LLC, relacionadas con la boletería de la Copa América y otro caso muy delicado en el que estaban involucradas la Conmebol y Traffic. Lo cierto es que todos los casos y las solicitudes habían fallado en contra de la Federación y por ello teníamos congelados casi 1.500 millones de pesos desde hacía tres años. De manera que el Comité Ejecutivo lo que decidió fue hacer una conciliación, liberar esos fondos y de esos fondos pagar la conciliación.

Pero, ¿entonces fue de común acuerdo con el comité?

Eso es un procedimiento normal de carácter administrativo, pero lo desafortunado es que se ha informado mal. Se dijo, primero, que no tenía autorización del comité, que todo fue escondido por el presidente de la Federación, renunciando a la posibilidad de obtener unos ingresos. La verdad es que esta decisión fue aprobada en más de cinco comités. Nunca se desembolsaron fondos de la Federación, como se había dicho; al contrario, lo que se hizo fue liberar unos adicionales. Y lo más importante: cancelamos las posibilidades de tener más problemas legales, lo que nos liberó para poder tener mejores y nuevos contratos. Si bien es cierto que de todas faltaban las segundas instancias, consultados otros abogados diferentes, lo vieron como un caso muy difícil de que fuera ganable.

 

Por Olga Lucía Barona Torres y Luis Guillermo Ordóñez O.

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar