La nostalgia reina en la casa roja. Lejos de aquella bonanza económica de los años 80 y parte de los 90, el América de hoy vive su época de vacas flacas, y se podría decir que éstas ya lucen esqueléticas. Desde que el club aparece en la famosa Lista Clinton no ha podido encontrar patrocinio y para colmo la hinchada no responde. A eso se suma una crisis interna que ha generado las ‘gambetas’ de los directivos con los pagos de unos premios acordados. La ‘mechita’ ardió y los jugadores explotaron.
Promesas van y promesas vienen, pero las cuentas siguen sin plata. La más reciente: hoy esperan que les paguen una parte del premio con la taquilla del partido contra Millonarios. El acuerdo nació en la reunión del viernes pasado en la que jugadores y directivos parecieron limar asperezas. Aunque con reservas.
“Queremos lavar la ropa sucia en casa, pero todo depende de que ellos cumplan”, dijo uno de los jugadores que hicieron parte del grupo de voceros de los futbolistas. En la mesa de negociación se les pidió que no se hicieran más escándalos públicos con el tema.
El gerente Rodrigo Delgado se comprometió a pagar hoy lo correspondiente al premio que se les adeuda desde el año pasado por conseguir el cupo a la Copa Suramericana y también a viajar a Asunción a tramitar personalmente el pago por parte de la Confederación Suramericana de Fútbol (Conmebol) por avanzar a la segunda fase del certamen. Con eso se pagaría el premio por dejar en el camino al Cali y al Maracaibo en las fases previas.
En el grupo hay desconfianza, principalmente “por las mentiras reiteradas de Delgado y su arrogancia”, según un integrante del plantel. “Óscar Gallego se cansó porque no se prestaba para esas cosas y decidió dar un paso al costado”, agregó la fuente, refiriéndose al antiguo gerente del club, quien hoy se mantiene en la junta directiva.
Y es que cuando estuvo en el cargo Gallego (el semestre pasado), esta situación no se presentó y además él se preocupó por sacar al América de esa imagen de reprimido por hacer parte de la Lista Clinton. Con una agresiva campaña de mercadeo creó la marca de ropa propia (ASW), modernizó la página web, revivió la revista y hasta creó un programa de televisión. Todo eso se vio reflejado en el incremento de las taquillas en el primer semestre en el que el América disputó la final con Chicó. Pero Gallego salió (según él mismo por atender proyectos privados) y todo se vino abajo. Volvió la incertidumbre y la gente se alejó del Pascual.
¿Y el presidente? Entre los jugadores existe la percepción de que Carlos Puente “es un títere, que ni quita ni pone. Por aquí no se aparece”, dijo un miembro del equipo. ¿Y qué papel juega Juan Miguel Rodríguez? Nadie sabe, nadie responde.
Los jugadores seguirán cumpliendo, hoy en Cali y el miércoles en Río de Janeiro. “Exigimos que nos paguen, no sé cómo, pero que paguen”, remató Carlos Valdés.