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Festejos pre... decibles

La prejuvenil colombiana se gana un lugar en el orden suramericano gracias a sus continuas clasificaciones mundialistas.

Fabián M. Rozo Castiblanco
11 de mayo de 2009 - 11:00 p. m.

Si bien la angustia fue una invitada inesperada en la clasificación de la selección Prejuvenil de Colombia a la Copa del Mundo de Nigeria, con la confirmación del tiquete hacia África, nace otra generación tricolor para adelantar el proceso que la pueda convertir en futura base de la absoluta.

Además, la categoría menor igualó a la Sub 20 en participaciones mundialistas (cinco) y respecto a los cuatro combinados nacionales anteriores, existen semejanzas en campañas y hasta origen y puestos de los jugadores sobresalientes.

En 1988, por ejemplo, se celebró en Ecuador el Suramericano Sub 16 y la tricolor accedió al cuadrangular final, en el que finalizó tercera, luego de empatar con Brasil sin goles, caer 0-1 con Argentina y ganarle a Paraguay 2-1. Logró tres unidades, tres menos que las obtenidas ahora en Iquique, aunque en ese entonces la victoria daba dos puntos.

De aquel equipo que al año siguiente disputó el Mundial de Escocia y era dirigido por Dulio Miranda, sobresalieron tres jugadores y del mismo departamento del entrenador, Atlántico: Oswaldo Mackenzie, Víctor Danilo Pacheco y Henry Zambrano.

En la del 93, anfitriona en el Suramericano del Eje Cafetero y campeona invicta, seguida por Chile y Argentina, otros mediocampistas y costeños para más señas, nacieron en ella y hoy se mantienen activos, Jorge Bolaño y Ricardo Ciciliano. Los números del grupo comandado por Germán ‘Basílico’ González y clasificado a la Copa del Mundo de Japón, hablaron por sí solos: cinco victorias, dos empates, 14 goles a favor, sólo cuatro en contra y 12 puntos.

Una década después, la Sub 17 en Santa Cruz de la Sierra, al igual que la actual, avanzó a la siguiente fase como segunda de la llave, con la misma cantidad de puntos (ocho) e invicta. Pero ahí no terminaron las casualidades, porque en la instancia definitiva, sólo vio la derrota en una ocasión y con Uruguay de verdugo, tal cual aconteció la semana pasada en Chile.

Finalmente ese plantel, dirigido por Eduardo Lara, que dio a luz entre otros a Cristian Zapata, Pablo Armero y Freddy Guarín, aseguró su presencia en el Mundial de Finlandia 2003, al terminar tercero con cuatro unidades y sólo la diferencia de gol le impidió ser subcampeón, ya que Brasil terminó segundo con +3, por -1 del tricolor.

Tendrían que pasar cuatro años para refrendar el pasaporte mundialista y en Ecuador, Colombia de nuevo avanzó como segunda con ocho puntos al hexagonal final, del que terminó segunda con 10 puntos, tres menos que el campeón Brasil. De aquel plantel orientado también por el actual seleccionador absoluto que estuvo en la Copa del Mundo de Corea, algunos se consolidan en Primera como Ricardo Chará (Cagliari, ITA), Miguel Julio (Medellín) y James Rodríguez (Banfield, ARG).

Ahora el quinto sello, con puño y letra de Ramiro Viáfara, se consiguió luego de cuatro triunfos, dos empates y un solo revés, teniendo en Edwin Cardona al símbolo de la esperanza de una categoría que ya acostumbró a celebrar al país.

Por Fabián M. Rozo Castiblanco

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