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Colombia está en la pelea

El ex futbolista, campeón con Argentina en 1978, dice que su selección no ha mostrado la jerarquía que la caracteriza.

Mario Alberto Kempes / Especial para El Espectador
13 de junio de 2009 - 10:00 p. m.

Después de las dos fechas pasadas quedé convencido de que ésta ha sido una eliminatoria medio rara, en la que  a medida que pasan los partidos hay más y más sorpresas. Todo eso debido a los altibajos que tienen la mayoría de selecciones de nuestro continente.

Brasil se consolidó arriba, a pesar de que todavía no encanta y sigue mostrando algunas fallas. Los auriverdes, sin embargo, recurren a la experiencia y la jerarquía de sus jugadores para sacar los resultados que necesitan y no se complican en la tabla.

Chile tal vez aparece como sorpresa, pero no para quienes conocemos el trabajo del técnico Marcelo Bielsa. Con él, el conjunto austral, que siempre ha tenido buenos jugadores, dio el gran salto y se convirtió en un verdadero equipo, un grupo que se maneja como tal, tanto para defender como para atacar. Tiene disciplina, dinámica y momentos de brillantez.

Paraguay, que arrancó muy bien, tiene altibajos y veo a sus jugadores muy dubitativos. Tal vez el haber sumado tantos puntos al comienzo hizo que se relajaran. Aunque contra Brasil mejoraron bastante. Creo que hace rato que se sienten clasificados y que van a confirmarlo en los próximos partidos.

La verdad es que ante Colombia y Ecuador noté a la selección de Argentina un poco indecisa, sin la jerarquía de siempre.  Tiene muchas figuras, pero en las últimas jornadas no se han podido integrar. La culpa de ese bajo rendimiento es de todos, no de uno solo o del manejo técnico.

Yo creo que Argentina tiene actualmente  la mejor generación de jugadores de su historia, una gran camada, pero está evidenciando el poco tiempo que hay para trabajar tácticamente el equipo y el desgaste de sus hombres, todos ellos figuras en las mejores ligas del mundo.

El equipo no tiene equilibrio y las individualidades, que en otros momentos resolvieron todos los problemas y ganaron partidos importantes, esta vez no pudieron.

Hace algún tiempo la clasificación se daba por hecha, pero ahora la estamos viendo complicada porque nos quedan (a los argentinos) unos partidos muy duros y el panorama no se ve fácil, sobre todo porque el equipo no está jugando bien. Una ventaja es que de aquí a septiembre muchas cosas se pueden corregir y el nivel de los muchachos puede mejorar bastante.

La situación de los otros seleccionados  se complicó aún más con el empate entre Venezuela y Uruguay, pues una victoria charrúa les habría despejado el camino.

Colombia está ahí, pegadita, en la pelea. Le ganó a Perú, así a algunos no les guste como juega o le critiquen que no marque goles, pero eso es algo que tiene solución. Hay momentos en los que importa más conseguir el resultado que la forma como se haga.

Los cuatro equipos (Ecuador, Uruguay, Colombia y Venezuela) tienen un calendario complicado y ninguno puede contar con una victoria por anticipado contra ningún rival, eso se ha demostrado en toda la eliminatoria, cuyo sistema de jornadas dobles durante casi tres años tal vez no es el ideal, pero es la única manera de cuadrarlo, para utilizar las fechas Fifa y poder contar con los jugadores, porque los clubes europeos cada vez están más reacios a prestarlos. Ante eso no hay nada que hacer.

En la eliminatoria europea también se están presentando algunas sorpresas, como la virtual eliminación de Portugal, al que le ha costado armar un buen colectivo, a pesar de que tiene muchas figuras. Suecia también está afuera, aunque tiene buenos jugadores.

Me gusta Inglaterra, que está practicando un buen fútbol, aunque hay que reconocer que no ha tenido grandes rivales. Holanda también se clasificó con anticipación mostrando destellos de lo que siempre ha sido su estilo lírico, dinámico y atacante.

Desde hace dos años España viene muy fuerte y practica un fútbol que atrae, pero uno que es del fútbol sabe que nunca puede dejar por fuera a Italia y Alemania, que siempre están ahí.

Por ahora no veo a ninguna selección asiática o africana que me entusiasme, aunque su nivel general sigue mejorando, pero en el mundial siempre aparecen, así que allá los veremos.

Opinión autorizada

Mario Kempes fue futbolista profesional entre 1973 y 1996. Marcó 328 goles en 601 partidos y por su potencia y efectividad en el área se ganó el apodo de ‘El Matador’. Fue goleador de la selección argentina que logró el título del Mundial de 1978. Ha dirigido varios equipos y desde 2004 es comentarista de fútbol para la cadena internacional ESPN. “La verdad es que me siento muy cómodo ahora, pero me ilusiona volver a dirigir algún día. Veremos cuándo se da”, dice.

Por Mario Alberto Kempes / Especial para El Espectador

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