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"No quiero retirarme sin ir al Mundial"

La victoria ante Ecuador despejó un poco el panorama del equipo nacional, que si quiere seguir dependiendo de sí mismo, tiene que sumar en Montevideo.

Luis Guillermo Ordóñez Olano
07 de septiembre de 2009 - 11:00 p. m.

Mario Alberto Yepes salió de la cancha del estadio Atanasio Girardot con sentimientos encontrados. Estaba feliz por la  victoria ante Ecuador, vital para seguir peleando por un cupo al Mundial de Suráfrica, pero preocupado por la salud de su compañero y amigo Fabián Vargas, uno de los jugadores con los que tiene mejor relación en el equipo nacional.

El defensa vallecaucano de 33 años, quien luce el brazalete de capitán de la selección y ejecuta brillantemente ese papel, le contó a El Espectador: “Superamos una durísima prueba ante Ecuador, pero pagamos un precio muy alto, porque Fabián es un jugador muy importante para nosotros. Por él, sin embargo, ahora debemos sacar un buen resultado ante el exigente Uruguay, que también está con el agua al cuello y necesita una victoria”.

Yepes, quien jugó las dos pasadas eliminatorias (a Corea-Japón 2002 y Alemania 2006) y es el futbolista criollo que más presencias tiene en esa competición, con 40, reconoce que el camino hacia el Mundial 2010 está complicado, pero que confía en que Colombia sí clasificará.

Lo dice con la experiencia de sus 14 años como futbolista profesional, durante los cuales pasó por Cortuluá, Deportivo Cali; River Plate, de Argentina; Nantes y París Saint Germain, de Francia, y el Chievo, de Italia.

También con el corazón, pues asegura que ninguno de los seis títulos que ha ganado (un torneo colombiano, dos argentinos, dos copas francesas y la Copa América de 2001) significaría tanto como jugar un Mundial. “Yo sinceramente no quiero irme del fútbol sin defender los colores de mi país en Suráfrica”, afirma.

El domingo, antes de partir en un vuelo comercial hacia Montevideo con la delegación nacional, Yepes nos habló de las virtudes y los defectos que tiene el equipo de Eduardo Lara y de la manera como debería encarar el resto de la eliminatoria.

¿Qué le dejó el partido ante Ecuador?

La alegría del resultado. Tres puntos que nos mantienen vivos y dependiendo de nosotros mismos. También la satisfacción de ver cómo el grupo no se desesperó y tuvo paciencia para intentar hacer su fútbol y ganar. Y, pues la tristeza por la lesión de Fabián, que llega en el peor momento, porque nosotros lo necesitamos y él acaba de llegar a un nuevo club (el Almería de la primera división de España), cuya adaptación se verá perjudicada. Aunque ahora lo importante es que se recupere bien, plenamente y que regrese pronto a las canchas.

¿No cree que el equipo contó también con un poco de suerte?

Eso es parte del fútbol. Si metemos una de las opciones que tuvimos al comienzo, todo habría sido más fácil, pero el gol llegó casi al final. Está claro que no jugamos tan bien como queríamos, que por momentos fallamos demasiado y no encontramos el camino para llegar al área rival, pero eso sí, siempre lo intentamos.

Al menos atrás el equipo sigue demostrando solidez, tiene la segunda mejor defensa después de Brasil...

Eso ha sido una constante en Colombia durante los últimos 10 años. Aparte de la goleada en Chile y las de la Copa América de Venezuela, no recuerdo que nos hayan marcado más de dos goles en un partido.

¿Cómo se sintió al lado de Iván Ramiro?

Muy bien, como siempre. Llevamos muchos años jugando juntos y en realidad creo que le hizo falta a la selección, aunque todos los centrales que estamos y que hemos sido convocados en algún momento tenemos muchas condiciones. Iván está feliz, muy ilusionado con poner su grano de arena para que clasifiquemos y también sueña con el Mundial a pesar de todo lo que ha ganado en Italia.

¿Cómo vio a los debutantes con la selección, a Teófilo Gutiérrez, Giovanni Moreno y Jackson Martínez?

Pues demostraron que son jugadores de gran talento. Resolvieron el partido en el momento justo. Todos trabajan con mucha seriedad cuando toca, pero ríen y molestan con el grupo cuando es necesario. Hay una relación muy buena entre los jóvenes y los veteranos de esta selección.

¿Y eso antes no pasaba?

Claro, pero tal vez la presión o la tensión externa se sentía más. Acá hemos tratado de relajarnos un poco, sin olvidar que en cada partido nos jugamos una final.

Por eso será que juegan mejor de visitantes.

Creo que hay menos ansiedad, pero debo dejar muy claro que en Bogotá, en Barranquilla y en Medellín, que es donde hemos jugado por eliminatoria, la gente nos ha apoyado y nos hemos sentido supremamente bien.

Pero criticaron la cancha del Atanasio.

Sí, porque no estaba en las mejores condiciones, pero esa no fue una crítica ni a la ciudad ni a la afición. Ojalá que podamos volver a jugar allá porque el ambiente es maravilloso.

¿Ha mirado la tabla?, ¿cómo ve las opciones de clasificar?

Dependemos de nosotros mismos. Será fundamental sumar ante Uruguay porque si se dan otros resultados, incluso podemos pelear por el cupo directo.

¿Cómo se le debe jugar a Uruguay?

Apenas vamos a ver qué tiene en mente el profe, pero por encima del esquema táctico tenemos que mostrar la misma actitud que contra Ecuador, pelear a muerte cada pelota e imponer nuestro estilo.

¿Sirve el empate?

Todo depende de cómo se nos dé el partido. A veces uno saca un punto afuera y queda con amargura porque debió ganar. En otras sale dichoso porque no mereció tanto, pero sumar será muy importante y nos dará moral para los juegos contra Chile y Paraguay, que también debemos ganar.

“Tenemos ahorro para el futuro”

“En la selección hay  excelentes profesionales con formación y fuerza suficientes para afrontar con lujo de detalles lo que queda de la eliminatoria”, señaló el preparador físico del equipo nacional, Rodrigo Larrahondo.

Él destaca la juventud del grupo y dice que “muchos de nuestros jugadores están madurando y aprendiendo en esta eliminatoria. Estos muchachos van a tener cuerda para mucho rato y es algo que también se debe evaluar, además de los resultados deportivos”.

El vallecaucano destaca la buena disposición para trabajar de los jugadores y el optimismo que tienen por lograr la clasificación: “Aquí Colombia tiene un inmenso capital, un ahorro para los eventos del futuro, eso está claro. Pero creo que ahora mismo tiene el potencial para hacer buenas cosas en un Mundial, así como lo hizo la generación que estuvo en Italia 1990, Estados Unidos 1994 y Francia 1998, aunque estaba conformada por futbolistas ya maduros, hechos y derechos, con un promedio de edad mayor”.

Por Luis Guillermo Ordóñez Olano

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