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"Diferentes somos todos"

El volante argentino Ómar Pérez no se considera indispensable en Santa Fe. El miércoles por Copa Postobón reapareció con dos goles que ayudaron a la consagración.

Fabián M. Rozo Castiblanco
21 de noviembre de 2009 - 09:59 p. m.

Mientras todos sus compañeros lucían la camiseta que los distinguía como los campeones de la Copa Colombia, él mostraba orgulloso una que sólo incluía tres palabras: Club Atlético Güemes. Así quiso Ómar Pérez dedicarles otra vuelta olímpica a los amigos de infancia, seguidores de ese equipo en su natal Santiago del Estero, Argentina.

Pero la franela tiene algo más que sentimiento, porque el propio argentino reconoce que “es una especie de cábala, me trae buena suerte y el año pasado con Medellín olvidé llevarla a Cali en la final contra América y la perdimos”. Por eso, antes que los guayos, el 10 de Santa Fe la llevará consigo en los cuadrangulares a ver si el festejo es completo en diciembre.

¿El título de la Postobón podría conformar al grupo?

Me parece que influye en lo anímico. Éramos conscientes de que se podía conseguir el título, que era un paso importante, y nos sacamos una presión muy grande. Además, a la hora de entrar a la cancha, ver el estadio lleno y de rojo y blanco, nos da un envión para lo que viene ahora, y empezar de local creo que también será importante en la medida en que demos el primer paso hacia el otro objetivo, que es salir campeón.

¿Se imaginaba un regreso como el del miércoles?

La verdad, fue algo mágico, quizás el de arriba me tocó con una varita, todo se dio como lo había imaginado. En tono de broma les dije a los muchachos en el calentamiento que alguno se iba a cansar rápido y que yo necesitaba entrar para disfrutar del triunfo, pero se presentó un equipo que quizás pocos esperaban como jugó, lo hizo muy bien y ya después en los penales se nos dio algo muy soñado, emotivo y feliz.

Todos celebraron, pero a usted se le vio muy emocionado…

Porque fue un desahogo grande. Ver un estadio como hacía tiempo no se veía y la emoción de hinchas, directivos, técnicos y jugadores que llevan varios años y nunca habían salido campeones, era para celebrarlo, y en lo personal hubo lágrimas en cada abrazo porque son lazos no de compañeros sino de hermanos, ya que entramos en la historia del club.

¿Ya se recuperó por completo?

Llegué con lo justo, aún con un poco dolor, pero nos salió bien lo planeado con el médico (Carlos Ulloa). Nunca pensé que un pisotón sufrido hace como mes y medio (en el dedo gordo del pie derecho), me fuera a sacar tanto tiempo, pero en principio creí controlarlo con tabletas y luego se fue empeorando. Tanto, que en el partido con Nacional de la Postobón en Medellín, tuvimos que infiltrar la zona, después me dolió mucho por la infección y no hubo de otra que abrir.

¿Qué le dolió más, el dedo como tal o no poder jugar los últimos cuatro partidos del Clausura?

Ya no me quedaban uñas y me iba a tocar comerme  las de los pies al verlo jugar tan seguido. Me sentía muy mal, pero a la vez con mucha confianza en el grupo, porque sabía la clase de jugadores que hay y al mismo tiempo que se iba a presentar de nuevo la oportunidad. Traté de cuidarme al máximo en todos los sentidos y pude sumarme finalmente.

¿Se siente el jugador diferente del equipo?

Para nada, diferentes somos todos y en Santa Fe tenemos grandes jugadores en cada posición y por ejemplo la nómina que arrancó la Copa Colombia y jugó hasta tercera fase, tuvo un rendimiento notable y eso da la pauta de que es un plantel parejo, en el que todos tiramos para el mismo lado y eso hace que Santa Fe no haya perdido de local en el torneo. Estoy seguro de que si se logra mantener este grupo, se hará cada vez más fuerte y va a lograr muchas cosas.

¿Como la estrella, por ejemplo?

Ojalá, pero primero debemos pelear la opción de llegar a la final.

Las demás cartas

Medellín

Jackson Martínez Valencia

No escapó al bajón futbolístico del Medellín en el remate del ‘Todos contra Todos’ y tal vez fue el que más lo evidenció, porque suma cuatro jornadas sin marcar, pero el simple hecho de ser el máximo anotador del torneo, advierte que el chocoano puede recobrar su memoria goleadora en cualquier momento, tal y como lo reconoce el capitán del ‘Poderoso’, John Javier Restrepo: “Como cualquier goleador, entró en mala racha, pero basta con que vuelva a meterla para que recobre confianza”. Y mientras retoma el camino del gol, ya le confirmaron que su próximo equipo será el Ulsan Hyundai de Corea.

Junior

Giovanni Hernández Soto

“Es obvio que los equipos tienen su columna vertebral y Giovanni en el Júnior forma parte de ella. Es el motor futbolístico por ser un volante creativo y el esquema en cierta forma está definido para que sea el llamado a liderar el equipo del medio hacia delante”, reconoce Héctor Fabio Báez, gerente general del Júnior, quien lideró la contratación del 10 a comienzos de 2008 y, casi dos años después, el mediocampista es referente obligado, cerebro del equipo y capitán rojiblanco. Viene de marcar el gol que metió al conjunto barranquillero a la penúltima instancia del torneo.

Real Cartagena

José Nájera Ríos

Su juventud no ha sido obstáculo para ganarse un puesto preferente en la nómina cartagenera de Húbert Bodhert, que cuenta con varios hombres de recorrido como Néstor Salazar, Edwards Jiménez o Geovanni García. Este mediocampista, a sus 21 años, es referente de los heroicos por la técnica depurada, visión de juego y buena media distancia. Es el dueño de la pelota quieta y su regularidad se refleja en los 1.466 minutos de juego en el Clausura. “Tiene muchas condiciones y esa pegada que mezcla ubicación y potencia es un don que debe explotar aún más”, advierte ‘El Palmira’, complemento ofensivo del volante.

Pereira

Fernando Uribe Hincapié

El repunte pereirano en el Clausura se debe en buena parte al delantero de 21 años, que con sus siete conquistas ayudó a sumar los puntos necesarios para evitar el descenso directo y también lograr el cupo entre los ocho. El delantero, que pertenece al Cortuluá y está cedido a préstamo con opción de compra, se ganó su lugar a pulso, sentó al paraguayo Mario Giménez y ha sido titular en 13 de los 18 encuentros de la fase regular. “Fue determinante por su potencia, inteligencia para moverse en el frente de ataque y, sobre todo, porque es un definidor”, dice del joven goleador Danilo Gómez Herrera, comentarista de Caracol.

Huila

Iván Velásquez Wilches

Ante la trágica desaparición de Hernán Córdoba asumió el rol de goleador en el Huila y con un promedio ofensivo de 0,75 por juego (nueve tantos en 12 partidos), su liderazgo dentro del plantel opita se acentuó más por experiencia y goles. “Iván es de esos líderes positivos que necesita cualquier grupo por su carisma y gran disposición hacia el trabajo”, destaca del cartagenero Guillermo ‘Teacher’ Berrío, técnico del Atlético, quien sabe que cualquier equipo de aspiraciones debe tener un artillero y ese es el delantero de 33 años que quiere su segundo botín de oro, luego del obtenido con Quindío en el Apertura 08.

Tolima

Rodrigo Daniel Marangoni

En el Huila ya había mostrado capacidad, pero el reto en un equipo de mayores aspiraciones, como el Tolima, era ratificarla y el volante argentino también ha marcado diferencia con la vinotinto. Es la aduana obligada de todas las pelotas, porque sabe qué hacer con el esférico, bien sea para asistir a cualquier compañero o aprovechar la media distancia que le distingue, virtudes que lo convierten, según el técnico Hernán Torres, “en un jugador muy importante para el grupo, porque si bien puede resolver individualmente, siempre es colectivo y busca asociarse”.

Nacional

Giovanni Moreno Cardona

El que afirme que Nacional es Giovanni Moreno y 10 más no exagera, porque la dependencia del equipo hacia el espigado jugador es innegable y a fe que cuando la producción del ex Envigado merma, los dirigidos por Ramón Cabrero lucen planos e impotentes para marcar diferencia en el arco rival. Con 1.361 minutos de juego en el Clausura, el segoviano puede ser enganche, mediapunta o atacante, y entre más cerca del arco esté, mayor es la probabilidad de hacerle daño al rival. “Resuelve en cuestión de segundos y por eso es un jugador diferente”, afirma Sergio Galván Rey, delantero nacionalista.

Por Fabián M. Rozo Castiblanco

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