Cada vez son más pocos los afortunados amantes del fútbol que tuvieron el privilegio de ver jugar a Willington Ortiz, el pequeño negrito tumaqueño de 1,69 metros de estatura que apareció en el equipo profesional de Millonarios en 1971 y durante 15 años fue, sin duda, el gran referente del balompié nacional.
“Si hubiera jugado en esta época estaría en el Barcelona o en el Manchester United”, dijo la semana pasada el técnico Francisco Maturana, quien lo sufrió cuando era defensa de Nacional, Bucaramanga y Tolima.
En realidad, el Viejo Willy, como le dicen desde que tenía apenas 25 años, fue el primer futbolista colombiano en convertirse en estrella internacional, así antes otros talentosos como Efraín Caimán Sánchez, Delio Maravilla Gamboa y Ernesto Díaz hayan militado en clubes del exterior.
El habilidoso y veloz número siete albiazul llegó a Bogotá gracias a la gestión de Jaime Arroyave Rendón, el cazatalentos embajador de la época, quien lo descubrió en un torneo en Girardot. Willy ya se había probado con América y Deportivo Cali, pero sólo Millonarios le hizo una propuesta económica tentadora.
“Jugar en Millonarios era el sueño de todo niño, sobre todo en mi departamento, Nariño, en donde todos eran hinchas azules”, recuerda hoy Ortiz, quien el próximo 26 de febrero cumplirá 58 años.
Debutó con gol en un partido amistoso contra el Inter de Porto Alegre y fue la gran figura del equipo campeón de 1972 y 1978, hasta que fue transferido al Deportivo Cali por $13 millones, una fortuna para la época.
Con el conjunto verdiblanco jugó apenas dos temporadas, pero dejó una huella imborrable. Fue el artífice de la histórica victoria caleña ante River Plate, en Buenos Aires, cuando Willy marcó el gol más importante de su carrera luego de eludir y dejar en el piso al arquero Ubaldo Matildo Fillol y al defensa Alberto César Tarantini.
Llegó entonces al América de Gabriel Ochoa Uribe, con el que ganó cinco títulos locales y fue tres veces subcampeón de la Copa Libertadores.
Para ese entonces Ortiz ya no actuaba como puntero derecho, sino como volante de creación o mediapunta, en donde Ochoa aprovechó la experiencia y la visión de juego del nariñense, quien estuvo en 49 partidos con la selección de Colombia. “Sin duda, no haber ido a un mundial fue la frustración de mi carrera, aunque siento que algo de lo que hice ayudó a sentar las bases de lo que fue nuestro fútbol en los 80 y los 90”, asegura.
Después de su retiro, en marzo de 1989, Willington incursionó en la política y fue representante a la Cámara de 2002 a 2006. Ha sido entrenador y comerciante. Actor, periodista y dirigente. Hoy volverá a la cancha de El Campín para un partido de homenaje que Millonarios le estaba debiendo.
Tarde de nostalgia en El Campín
El encuentro de esta tarde entre ex jugadores de Millonarios y América, en homenaje a Willington Ortiz y Héctor Wálter Búrguez, contará con la presencia de Alberto Gamero, Bónner Mosquera, Osman López, John Mario Ramírez, Miguel Augusto Prince, Mario Vanemerak, Carlos La Gambeta Estrada, Eladio Vásquez, Arnoldo Iguarán, Óscar Pájaro Juárez, Rubén Darío Hernández, Alonso Pocillo López, Ricardo Gato Pérez, Hernando Mico García, Cerveleón Cuesta, Eduardo Niño, Wilson Pérez, Jersson González, Hugo El Pitillo Valencia, Luis Fernando Herrera, Juan Caicedo, Hárold Lozano, Antonhy de Ávila, Enrique Simón Esterilla, Álex Escobar, Miguel El Niche Guerrero, Roberto Cabañas, Juan Manuel Battaglia, James Guama Cardona y Álvaro Aponte.