El piloto estadounidense Robby Gordon (Hummer) se adjudicó el martes la cuarta etapa del Dakar, entre Fiambalá y la localidad chilena de Copiapó, en la que el español Carlos Sainz (Volkswagen) fue cuarto y se mantiene segundo en la general de la categoría autos.
El francés Stéphane Peterhansel (BMW), líder de la carrera, terminó en el segundo lugar, a sólo un segundo de Gordon, mientras que el qatarí Nasser Al Attiyah (Volkswagen) fue tercero, a dos minutos y 26 segundos del vencedor.
“El año pasado no fue muy bueno para el equipo Mitsubishi ni para mí. En éste es una carrera nueva, con nuevo equipo y auto. Excepto el copiloto, todo ha cambiado”, advirtió el galo que comanda la clasificación.
Sainz fue cuarto a tres minutos y cuatro segundos del estadounidense, y el sudafricano Giniel de Villiers (Volkswagen), defensor del título, quinto, a más de cuatro minutos del piloto de Hummer.
“Queda mucha carrera por delante, pero conviene que Peterhansel no se despegue más”, dijo el español, quien de paso destacó que en un punto del trazado él y su copiloto, Lucas Cruz, dudaron de si iban en la dirección correcta, por lo que dieron la vuelta y perdieron algunos minutos. “Luego había sitios con muchas piedras donde también fuimos con cuidado para no pinchar y se ve que los demás apretaron fuerte”, agregó el piloto madrileño.
El argentino Orly Terranova (Mitsubishi) finalizó en el séptimo lugar, a nueve minutos y seis segundos del ganador, tras quedar el lunes totalmente descolgado del grupo de cabeza al perder casi tres horas en la durísima tercera etapa.
La general sigue comandada por Peterhansel, que le saca siete minutos y 36 segundos a su inmediato perseguidor, Sainz, y 9 minutos y 56 segundos a Al Attiyah. El estadounidense Mark Miller (Volkswagen) es cuarto, a 19 minutos y 25 segundos del líder, y cierra el grupo de cuatro pilotos que parecen en condiciones de aspirar a la corona, ya que el resto se encuentran a una hora.
Robby Gordon, tercero en el podio el año pasado, sigue muy lejos, a una hora, cuatro minutos y 53 segundos, pese al triunfo parcial en la cuarta etapa de la carrera que ingresó este martes a Chile a través del paso de San Francisco, que cruza la cordillera de los Andes a casi 5.000 metros de altitud.
Los pilotos disfrutaron del paisaje en enlace antes de empezar el tramo cronometrado, con un trazado rápido con sectores de dunas hasta llegar a Copiapó. Este miércoles les espera una compleja jornada, con 670 kilómetros entre Copiapó y Antofagasta, 483 de los cuales serán cronometrados.
Será una etapa con variedad de terreno, que pondrá a prueba las habilidades en la navegación de los pilotos y sus copilotos, con zonas pedregosas y sectores del habitual ‘fesh fesh’ africano, caminos de una peligrosa arenilla finísima que son todo un reto para las máquinas.