Genio y figura

‘Bolillo’ fue elegido técnico de Colombia, gracias a una historia que lo respalda, pero que tiene que ratificar. Opiniones.

Redacción Deportiva
22 de abril de 2010 - 11:24 p. m.

La suerte está echada. Hernán Darío Gómez volverá a ser el técnico de la selección colombiana y, como él lo solicitó en una carta abierta, lo que más conviene ahora es unirse como un solo equipo para lograr el objetivo de clasificar al Mundial de Brasil 2014. Su retorno podría darse en un par de semanas, de cara a dos juegos amistosos con la selecciones de Sudáfrica y Nigeria, ambas clasificadas a la Copa Mundo.

La noticia no sale de las primeras planas de los diarios o de los micrófonos de las emisoras, con el mismo interrogante rondando: ¿Es El Bolillo la solución para 12 años de ayuno mundialista y para afrontar otros retos en el fútbol colombiano? Como él mismo lo dice, su último paso por la selección fue hace 12 años, es decir, el mismo tiempo que Colombia lleva fracasando en las eliminatorias. Lo que debe añadirse es que Gómez estuvo una década en el cuerpo técnico de la selección.

Y su época en el combinado patrio coincidió con un momento dorado del fútbol, lo cual también explica su éxito. Es cierto, como afirman los entendidos, que Francisco Maturana y su asistente Gómez le cambiaron la cara a la selección. Pero desde finales de los años ochenta y durante 10 años, entre otros valores figuraron Carlos Valderrama, Freddy Rincón, Faustino Asprilla, Adolfo Valencia, Leonel Álvarez, Andrés Escobar, René Higuita, Óscar Córdoba y Arnoldo Iguarán, por sólo citar algunos.

En otras palabras, una cosa es administrar abundancia y otra, escasez. En la actualidad existen prospectos importantes y algunos grandes jugadores que están cumpliendo su ciclo, pero hoy por hoy no se puede hablar de un futbolista de talla mundial. Es otra época, los modelos tácticos han evolucionado y de aquel toque-toque que dio tanto de qué hablar ya no quedan sino recuerdos. Quizás por eso ni Maturana ni el propio Gómez han vuelto a ganar y eso les ha pasado a los grandes técnicos en el mundo. Es decir, los conceptos hay que modernizarlos.

Si por planes fuera, como dice el dicho, el papel aguanta todo. Son como las promesas de campaña electoral. Pero una cosa es plantear ideales y otra asumir realidades. Y es en este escenario donde Bolillo , así ya esté elegido, tiene resistencia. Su nombre y su pasado suenan perfectos, pero su comportamiento personal, agresivo, intolerante ante la crítica, impositivo en sus convocatorias y métodos y sus mismos resultados de los últimos tiempos no son la mejor carta de presentación. Pero igual será el técnico, ojalá que sea el primero en liderar el nuevo equipo que él pide a todos los protagonistas del fútbol.

¿Y qué piensa el gremio? El más laureado y reputado de los técnicos colombianos, Gabriel Ochoa, cree que Gómez y su complemento Maturana son la llave perfecta, porque hablan el mismo idioma, aunque reconoce que Bolillo es de “un temperamento fuerte, agresivo y reaccionario”. Sin embargo, agrega: “Decirle que cambie, es imposible”. Un comentario no muy distante es el que expresa el periodista Óscar Rentería: “Primero tiene que cambiar como persona y acabar con las roscas. Me gustaría El Bolillo que llevó a Colombia y a Ecuador a los mundiales, pero no El Bolillo que fracasó con Santa Fe”.

Luis Augusto García, quien no pertenece a la cuerda de Maturana y El Bolillo, sorprende reconociendo que está convencido de que “Gómez es el hombre indicado para dirigir la selección por su experiencia, triunfos y recorrido”. Y agrega, tomando distancia de quienes lo critican ácidamente: “Hay que acabar con el cuento de que polariza. Hay muchos periodistas que dividen y polarizan más, que hacen daño, y nadie les dice nada. El Bolillo es un técnico que tiene capacidad y conocimiento para llevar a Colombia al mundial, ojalá la gente lo apoye”.

En su estilo sin rodeos, el comentarista Iván Mejía añade: “Es un técnico que divide y es absolutamente impopular, pero habrá que darle tiempo”. Su colega Hugo Illera expresa: “En este país todo polariza, entonces por qué no el fútbol, que es una pasión. La historia dice que El Bolillo es capaz de sacar un proceso adelante y fue esa historia la que le dio el respaldo. Eso sí, ahora tiene que revisar esos méritos y ratificar por qué le están dando de nuevo la confianza”.

César Augusto Londoño lo defiende, aunque con su pulla. “Otros con mejor carácter, menos impositivos y que no polarizaban, fracasaron totalmente. Una cosa es el bienestar y otra los resultados. El Bolillo tiene capacidad para sacar adelante la selección, siempre y cuando sea inteligente para no dejarse afectar por las malas influencias”. ¿Y cuáles pueden ser esas influencias?, ¿algunos dirigentes amigos de los viáticos, directivos que quieren promocionar sus jugadores, la prensa aduladora...? Hasta el cuerpo técnico es determinante. Y si Leonel Álvarez convoca, René Higuita no tanto. Hay que trabajar con los amigos, pero también con los más formados y capaces.

Por Redacción Deportiva

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