“Hay que sacrificar otro hipopótamo”

Los surafricanos Peter Morkel y Michael Knight entregaron al Gobierno un plan de emergencia para controlar a estos animales.

Mariana Suárez Rueda
02 de septiembre de 2009 - 10:59 p. m.

Después de diez días de un exhaustivo trabajo de campo, de recorrer todos los rincones de la Hacienda Nápoles y algunas zonas del municipio de Puerto Triunfo, Antioquia, observando y analizando el comportamiento de los hipopótamos que habitan en este lugar desde la época de Pablo Escobar, los surafricanos Peter Morkel y Michael Knight, expertos en el estudio y la conservación de animales salvajes, anunciaron que se deberán sacrificar los ejemplares machos que hayan escapado de la Hacienda y castrar a los del resto de la manada con el fin de evitar que se conviertan en una amenaza para la población y la biodiversidad.

Durante su viaje pudieron constatar que uno de los 28 hipopótamos que habitan en este territorio se fugó de la Hacienda y está vagando libremente por la región. Se desconoce su paradero, edad y sexo. La única certeza es lo difícil y costoso que resultaría capturarlo. Por ello, Morkel y Knight recomiendan sacrificarlo. Ante el desconcierto que produjo esta aseveración ayer, durante la rueda de prensa en la que se presentaron las conclusiones de su visita al país, Morkel se apresuró a explicar que existen otros métodos para capturarlo y llevarlo de regreso a la manada, pero que pondrían en peligro la vida del animal.

Si se utilizan dardos para sedarlo, el hipopótamo correría a resguardarse en el agua y cuando la sustancia para adormecerlo haga su efecto se ahogaría. La opción de capturarlo con una red que sea lanzada desde el aire está descartada por las dificultades del terreno; con la anestesia se corre el riesgo de que el animal muera asfixiado, pues ellos, al igual que las focas, contienen la respiración por largos períodos de tiempo cuando se sienten amenazados, y, finalmente, tratar de atraerlo de regreso a la Hacienda seduciéndolo con comida tampoco es viable, pues en Colombia no hay períodos secos y este animal puede encontrar alimento todo el año.

Además, probablemente el hipopótamo se escapó porque fue rechazado o expulsado por su manada debido a la competencia con otros machos, así que devolverlo no sería apropiado para él. “Tenemos que entender que se trata de una especie exótica e invasora y que lo importante es proteger a las personas y a la riqueza ambiental de Colombia”, sentenció Morkel. Los dos surafricanos también fueron enfáticos al explicar que se debe evitar que los hipopótamos se sigan reproduciendo y para ello la alternativa más sensata es castrarlos, pues los métodos anticonceptivos que podrían utilizarse en las hembras no son ciento por ciento seguros y sería bastante dispendioso y complejo hacerles seguimiento periódicamente.

El costo para la implementación de todas estas recomendaciones es alto, tan sólo ubicar y cazar al hipopótamo que se escapó de la Hacienda podría valer cerca de US$40.000 y demorarse alrededor de cuatro meses. Adicionalmente, hay que cercar por lo menos 70 hectáreas de la Hacienda Nápoles para mantener encerrados a los hipopótamos del resto de la manada. “El Gobierno no debe seguir buscando un lugar para los animales, sino adaptar este escenario en el que ellos están a gusto y seguros como si fuera una especie de santuario natural”, explicó Knight.

Por lo pronto no será posible ni siquiera empezar a elaborar un plan para capturar al hipopótamo que está vagando por los alrededores de Nápoles, pues existe una orden judicial que impide que se realice este procedimiento hasta que no se demuestre que es indispensable y que no se está cometiendo un abuso contra el animal. Así que por ahora el Ministerio de Medio Ambiente se dedicará a conseguir los recursos y perfeccionar los detalles para adecuar el nuevo hogar de los hipopótamos y evitar que sigan dañando los ecosistemas y amenazando la seguridad de la población.

Por Mariana Suárez Rueda

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