¿Amistades peligrosas?

Las alianzas entre Teherán y América Latina se fortalecen, mientras varios sectores presienten peligro para la estabilidad de la región. Una avanzada islámica que podría ir más allá de las visitas de carácter oficial.

Javier Pardo Barreto
05 de agosto de 2008 - 08:39 p. m.

¡No tengo ni idea! Responde Camilo Gutiérrez. ¿Es el tipo del álgebra de Baldor? Contrapregunta Marcela Vargas. Me suena a árabe… con ganas de explotar algo, dice Pablo Lopera. Estas son las respuestas de algunos colombianos cuando se les pregunta si saben quién es Mahmud Ahmadinejad.

Y así pasa con millones de personas en toda Latinoamérica. El desconocimiento e ignorancia sobre otras zonas del planeta, en este caso Oriente Medio, ha hecho que ahora, más que nunca, algunos países entren al continente en busca de comercio, ayuda, legitimación… y en algunos casos, algo más allá de lo político y económico.

Irán es uno de ellos. Desde que Mahmud Ahmadinejad asumió la presidencia del país el 13 de agosto de 2005, los vínculos entre algunos países latinoamericanos e Irán han cobrado importancia relevante no sólo en temas político-económicos, sino también en lo que hay detrás de ellos. El gobierno iraní manifiesta que tiene en la izquierda latina, y especialmente en Hugo Chávez, un poderoso aliado a la hora de enfrentarse a su más despiadado rival: Estados Unidos. Ahmadinejad lo hizo saber ya. Hace dos años, cuando tuvo una breve gira por el continente, dijo que “un movimiento el Bolivariano, a favor de la justicia y la independencia, crece en Latinoamérica y muestra que existe una oposición de la gente al sistema hegemónico”.

Teherán demuestra ser un hueso duro de roer para Estados Unidos y Europa, quienes por un sinfín de mecanismos intentan que Irán deje de ser “una amenaza en su región y en el mundo entero”, como afirma Efraim Inbar miembro del Comité de Dirección de Planificación del Futuro de las Fuerzas de Defensa de Israel en el sumario de su informe “Irán Nuclear: la cuenta regresiva”.

Un bloque antiyanqui

Es esa amenaza la que tiene con dolor de cabeza a varios analistas, que ven en las intenciones de Irán en Latinoamérica un peligro inminente. Los estudiosos se preguntan si detrás de estos movimientos se encuentra el inicio de un bloque contra Estados Unidos, o si simplemente, buscan legitimar su programa nuclear. También podrían estar intentando neutralizar la campaña de Estados Unidos en su contra, o “en la búsqueda de nuevas relaciones en la región que le permitan a la teocracia de Irán mostrar que no está aislada”, tal como le dijo a El Espectador Jaime Daremblum, director del Centro de Estudios Latinoamericanos del Instituto Hudson.


Una fuente diplomática que dice conocer de cerca los movimientos iraníes y pidió no ser identificada, le aseguró a El Espectador que las embajadas y misiones de Teherán en el continente funcionan hoy como centros de inteligencia y planeación de ataques militares contra los intereses de Estados Unidos en la región.

A pesar de conocer estas acusaciómes, Irán sostiene que descarta cualquier acción militar unilateral contra otro Estado si no es atacado antes. “Es un país que en toda su historia nunca ha agredido militarmente a sus vecinos”, afirma Julián Zapata, líder islámico en Colombia, quien añade además que “la ley islámica prohíbe el uso de armas nucleares porque van en contra del medio ambiente y la tierra de Dios”.

De ser ciertos los movimientos estratégicos de Irán en Latinoamérica, la puerta de entrada a la región sería Venezuela, según analistas consultados. Para Daremblum, “Teherán ha visto en Chávez un amigo de causa para perfilar un nuevo internacionalismo”. Además, desde que el régimen de los ayatolas está al frente de Irán, han manifestado su deseo de ser potencia mundial.

En este sentido, Adam Isacson, Director de programas del Centro para las Políticas Internacionales de Washington, afirmó a este diario que “como Estados Unidos ya tiene una gran presencia militar en dos vecinos de Irán Afganistán e Irak sería entendible que Irán tuviera un deseo geopolítico de meterse en el ‘patio trasero’ de EE.UU.”.

Sólo relaciones comerciales

Para expertos como Michael Shifter, analista de Diálogo Interamericano, el acercamiento en los últimos años de Irán hacia Latinoamérica no debe ser causa de alarma “puesto que sólo hace parte de las relaciones diplomáticas de Teherán con el mundo”. Los contactos “tienen que ver únicamente con el tema comercial”, dice Julián Zapata, director del Centro Cultural


Islámico de Colombia. La razón es que luego de un bloqueo económico al que fue sometido por parte de Estados Unidos después del triunfo de la revolución de los ayatolas, sus habitantes y las cabezas de la economía en el gobierno “se dieron a la tarea de desarrollarse, exportar e importar, para poder sobrevivir”, dice Zapata.

El desarrollo tecnológico fue la base. Sus yacimientos de petróleo y gas les permitieron abastecerse y ser exportadores del codiciado ‘oro negro’. Ahora bien, al no contar con grandes reservas de materias primas y alimentos, Irán se convirtió en uno de los mayores importadores de carnes, arroz y trigo, que desde la década de los ochenta lo convirtieron en uno de los grandes mercados para Argentina, Brasil y Uruguay, que en 2005 alcanzó una cifra récord de exportaciones de arroz a Irán por 74 millones de dólares. En lo que va corrido de 2008, Montevideo y Teherán han concretado la venta de 90 mil toneladas de arroz, a un costo de 525 dólares por tonelada.

Además de su posición como importador de materias primas, Irán llegó al continente como aliado financiero e industrial, y es Venezuela donde las inversiones son mayores que en cualquier otro país. Ambos países firmaron acuerdos en marzo de 2007, entre los que se incluía la creación de un banco binacional sede en Teherán con recursos por 600 millones de dólares y un fondo binacional sede en Caracas con un capital inicial de un millón de dólares.

Aparte de los fondos comunes, la joya para mostrar ante la comunidad internacional es la ensambladora de vehículos Venirán (Venezuela-Irán), una empresa binacional que pretende competir en los mercados de la Comunidad Andina y el Caribe frente a las tradicionales marcas de Estados Unidos. La compañía, con sede en el estado de Bolívar, ensambla tractores y vehículos pesados en Venezuela con piezas iraníes en un 70%, y una producción de cinco mil tractores anuales.


Nido de alianzas

Como el mejor aliado en la región, el presidente Chávez no ha dudado en promover las relaciones entre Irán y Latinoamérica. Fue él quien logró que Evo Morales y Mahmud Ahmadinejad se reunieran en La Paz, quien hizo posible las misiones diplomáticas de Teherán en Nicaragua y quien, según altas fuentes diplomáticas, muchas veces exige la apertura de relaciones bilaterales, Teherán como contraprestación a sus ‘donaciones’ petroleras.

En ese sentido “Irán encuentra en América Latina una forma de demostrar que puede expresarse a nivel internacional”, según expresó hace unas semanas Thomas Shannon, subsecretario adjunto para el hemisferio occidental en el Departamento de Estado de E.U., cuando le preguntaron en una rueda de prensa por el significado de la visita de Ahmadinejad a Venezuela, Ecuador y Nicaragua el año pasado.

También es conocida la cooperación militar con Latinoamérica, en la que ya Teherán ha puesto agregados militares en países como Venezuela y Nicaragua, y al primero le “han dado asesoría en el desarrollo de aviones espías no tripulados”, según explica Julián Zapata. Es por eso que desde Estados Unidos se dan advertencias como las proferidas por el subsecretario de


Estado Thomas Shannon, frente al Consejo de las Américas en mayo pasado: “Los servicios de inteligencia y policiales deben vigilar esas actividades con mucha atención porque no queremos que Irán se convierta en un factor de violencia en las Américas”.

Entrenamiento a terroristas

El gobierno norteamericano reconoce en Oriente Medio un destino de grupos armados, legales e ilegales, para entrenarse en las más modernas y eficaces técnicas de combate. Latinoamérica no es ajena al fenómeno. En México, según un informe clasificado del Departamento de Estado y la Agencia Antidrogas, asesinos del cartel de Sinaloa se entrenan en Irán desde 2005 en el uso de bazucas.

El mismo informe, obtenido por la periodista Doris Gomora, del diario El Universal, dice que los integrantes del crimen organizado mexicano viajan al país asiático a través de Venezuela, país que abrió hace poco una ruta directa con Aerolíneas Iran Air y la estatal venezolana Conviasa, entre Caracas, Damasco y Teherán.

La apertura de este nuevo recorrido aéreo ha despertado sospechas entre las comunidades israelíes y norteamericanas, quienes advierten el reducido turismo que existe entre ambos países. Sin embargo, El Espectador llamó a la aerolínea Conviasa para confirmar la disponibilidad y frecuencia de vuelos, quienes afirmaron que no hay cupos para vuelos uno semanal que funciona solamente los sábados en agosto, y la fecha disponible más cercana es septiembre.

Hoy, mientras se siguen tejiendo alianzas entre Teherán y Latinoamérica y hay cerca de cien mil iraníes en el continente según estadísticas del Ministerio de Exteriores de Irán, millones de latinoamericanos siguen sin saber que el presidente del país clave en  Oriente Medio se llama Ahmadinejad. Los intereses estadounidenses están más afectados que nunca según los expertos, y “el gobierno iraní demostró que la hegemonía norteamericana está llegando a su fin con un mundo musulmán que despierta”, según Julián Zapata.

Por Javier Pardo Barreto

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