En la mañana del lunes 25 de agosto, mientras los delegados del Partido Demócrata se preparaban en Denver, Colorado, para el primer día de la publicitada Convención Nacional Demócrata, en un modesto salón se reunía por primera vez en la historia la “junta política musulmana”. El desayuno fue presidido por el primer representante musulmán de Estados Unidos, Keith Ellisson.
Ocho años marginados de la política, tras los atentados del 11 de Septiembre y el endurecimiento de la administración republicana, condujo a “muchos musulmanes demócratas a organizarse dentro del Partido. De ahí el desayuno matutino, que arrancó con una invocación coránica (en árabe, y luego en inglés)”.
Así narró el encuentro Christopher Hayes, un joven blogger de la revista The Nation. Uno de los cientos que han peregrinado a la Convención Demócrata para narrar con sus propios medios los aconteceres de esta semana.
Como Hayes, unos 50 bloggers (ciudadanos del común, con un computador portátil y una página en internet) fueron acreditados por el Partido Demócrata para cubrir “desde adentro”, al lado de la prensa oficial, los cuatro días de convención en el Centro Pepsi. Otros 300, no tan afortunados, clasificaron para instalarse en la Carpa Grande, un edificio a pocas cuadras del epicentro demócrata, donde Google y otras organizaciones patrocinan la oficina de prensa alternativa más grande en la historia de la política.
Deambulando por las calles y corredores, los bloggers no sólo están dando cuenta de los grandes sucesos de la Convención, como la conmovedora declaración de amor entre Michelle y Barack Obama, y sus dos pequeñas hijas, vía teleconferencia y frente a todo el país. También están informando al minuto las geografías urbanas y políticas que parecen reactivar en Denver toda suerte de movimientos de base.
Lindsay Beyerstein, blogger de Alternt.org, describió cómo las calles de Denver fueron cercadas con rejas de alambre, creando un laberinto enrejado y un único espacio consentido de manifestación y protesta, por donde vio marchar en horarios
preestablecidos a los simpatizantes de la polémica comunidad espiritual Falun Gong, que lanzaron consignas el lunes en contra del trato que recibe del gobierno chino. A este recorrido de movilización organizada la denominan “zonas de libre expresión”. Lindsay prefirió llamarlas “jaulas de libertad”.
Otro en aparecer por las calles de Denver fue el grupo Code Pink (Código Rosado), un grupo de mujeres activistas que buscan poner fin a la guerra en Irak. Las jóvenes se montaron hace algunos días en un microbús pintado al mejor estilo “Woodstock”, a la que llaman el “Pacifistamóbil”, y desde entonces publicaron en su blog las vicisitudes de su recorrido desde Indianápolis hasta Denver. Ya en la capital de Colorado, han realizado actividades públicas, como la que llevarán a cabo el jueves, en el Parque Skyline, donde expondrán zapatos de niños con el nombre de un iraquí muerto atado a ellos.
Mientras que los altos jerarcas del Partido Demócrata se atrincheran en el Pepsi Convention Center, las calles de Denver son un extraño espacio de celebración y protesta, de narraciones virtuales y desorden popular.
Uno de los grupos más sonados durante la semana ha sido Recrea el 68. Con una consigna antibipartidista, Recrea 68 ha organizado varias manifestaciones con las que busca sacudir las emociones contra el establecimiento que hicieron que las protesta contra la Guerra de Vietnam en la Convención Demócrata de Chicago de 1968 terminara en disturbios.
Entre las transmisiones de las grandes cadenas, y las decenas de podcats, webcats, videos por youtube, emisoras virtuales, y los más de 400 blogs que cubren esta semana, no hay duda de que cada detalle será cubierto: los discursos más emblemáticos, el concierto de Rage Against The Machine, las apariciones de celebridades ambientalistas, como la ex sirena Daryl Hanna, todo queda al instante registrado en la red en forma de posts.
Denver: un mosaico político, amplificado por Internet, que pareciera dar testimonio de dos eventos históricos. No sólo el lanzamiento del primer candidato negro a la presidencia de Estados Unidos, sino el nacimiento casi simultáneo de lo que el New York Times llamó el “bloger político”.