En un discurso de unos 25 minutos de duración ante la Columna de la Victoria que, según cifras de la policía, presenciaron unas 200.000 personas, Obama aprovechó el significado histórico de Berlín para tender todo tipo de puentes. “Estados Unidos y Europa no pueden mirar sólo hacia sí mismos, tienen que tender nuevos puentes para una larga cooperación, que es necesaria para hacer frente a los retos del siglo XXI”, dijo.
Aunque su discurso tuvo amplios pasajes dirigidos a los berlineses, siempre los enlazó con algún tema o conflicto de actualidad, problemas que, dijo, siempre tienen una vertiente global.
Por El Espectador
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