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La difícil tarea de Mauricio Funes

El mandatario de El Salvador ofreció a sus contendientes construir un gobierno de unidad nacional.

David Mayorga
16 de marzo de 2009 - 10:26 p. m.

Hace una década Mauricio Funes, el nuevo presidente de El Salvador, solía denunciar ante las cámaras de televisión los abusos del partido gobernante Arena.

Entonces era director de noticias del Canal 12 y presentaba programas periodísticos de importante audiencia. Su periplo periodístico lo llevó incluso a la cadena estadounidense CNN, y en el camino decidió tomar una importante decisión: lanzarse a la Presidencia de su país.

Funes cumplió esa meta el pasado domingo. Con el 99,4% de los votos escrutados, el periodista ganó las presidenciales obteniendo el 51,3% de los votos. “Esta es la noche más feliz de mi vida y la de más grande esperanza para El Salvador”, afirmó durante el reconocimiento de su victoria.

La historia esconde dos hazañas: haber derrotado en las urnas a Arena, el partido de extrema derecha que gobernó a los salvadoreños por dos décadas y de oscuros vínculos con EE.UU. durante la Guerra Civil de ese país (1980 a 1992).

La segunda es la llegada al poder de su contraparte: el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, el grupo guerrillero que luchó contra los gobiernos apoyados desde Washington. De ahí que en las elecciones estallara el temor de que el país sería vendido a Hugo Chávez si triunfaba la extrema izquierda.

Funes salió al paso de los rumores y fue el primero en proponer un gobierno de unidad nacional. “Nadie puede tomar la patria como bien propio. El Salvador nos pertenece a todos”, recalcó.

Este llamado, al parecer, es bien recibido por diversos sectores, como la prensa. “La propuesta de unidad nacional se recibe con los brazos abiertos. El Salvador está dividido y requiere una profunda dosis de sabiduría de ambas mitades para encontrar el mejor camino para el país”, consignó en su editorial el diario El Salvador.

Sin embargo, debido a la polarización política, ese fin se percibe bastante difícil de alcanzar en el futuro inmediato. “Un país no puede funcionar si la mitad está peleada con la otra mitad. Tiene que haber algún tipo de acuerdos nacionales básicos que permitan la gobernabilidad; si no se dan, el nuevo gobierno tendrá una crisis severa”, le dijo José María Tojeira, rector de la Universidad Católica, a  AP.

Por lo pronto, Funes tiene la intención de dialogar. “Arena debe tener la seguridad de que será respetado y escuchado”, afirmó el nuevo mandatario.

Por David Mayorga

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