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“Aquí nadie te ha agredido, latinito”

Juan Pablo Gutiérrez narra cómo fue golpeado en París.

Ricardo Abdahllah / París
19 de junio de 2009 - 11:00 p. m.

Juan Pablo Gutiérrez, el fotógrafo colombiano de 27 años residente en París que desató una polémica sobre la libertad de expresión cuando una de sus obras fue censurada en una exposición, fue agredido en una estación de policía de la capital francesa a la que se había dirigido para poner un denuncio en la madrugada del pasado lunes.

Luego de un asado donde unos amigos, Gutiérrez regresaba al apartamento donde reside en el sector de Montmartre alrededor de la una de la mañana. En la esquina de su edificio un grupo de ocho individuos lo abordó para pedirle cigarrillos. Gutiérrez, que no fuma, les ofreció una cerveza y continuó su camino. Llegando a su puerta, recibió una patada que lo envió al suelo. Al lograr entrar al primer piso de su edificio marcó el 17, el número de emergencia de la policía de París.

“Era la primera vez que usaba ese número”, dice “no creo que nunca lo vuelva a hacer”.

Los policías, adscritos a la Estación de la Goute d’Or, apenas a unas calles de distancia, llegaron en cinco minutos y lograron detener a uno de los agresores. Uno de los agentes le preguntó a Gutiérrez si quería ir a poner el denuncio. El fotógrafo subió en el auto de policía.

“Cuando llegué a la estación comenzaron a tratarme como si yo en lugar de ser quien ponía la denuncia fuera uno de los detenidos, me hicieron entrar a un ascensor con las manos en la espalda y luego uno de los policías me pidió que le entregara mi morral, mis tenis y mi balaca”.

Gutiérrez se negó intentando explicar que en realidad era el denunciante, pero en esas condiciones prefería no poner la queja y regresar a su casa. En ese momento recibió un primer golpe en el estómago y cayó al piso. Al ponerse de pie e intentar darse la vuelta para caminar hacia la salida, uno de los agentes presentes lo golpeó en la cara y le dio una manotada en la cabeza. A pesar de sus quejas en el sentido de que no escuchaba bien del lado en el que lo habían golpeado y de que reiteró que sólo quería poner una denuncia, fue obligado a desvestirse y caminar desnudo y luego encerrado en una celda durante doce horas en las cuales fue insultado repetidamente.

“O cierras la jetica o te la cierro yo, latinito. Aquí nadie te ha agredido”, le habrían dicho los agentes. Gutiérrez no tuvo derecho a hacer una llamada para informar su situación, pero antes de que le quitaran su celular había logrado marcar el primer número de su lista. Aunque no pudo hablar, su cuñada, al otro lado de la línea, logró escuchar las agresiones.

“En un momento pedí un vaso de agua. Me dijeron que no había vasos, pero que si quería podía beber directamente del inodoro”.

Al mediodía del lunes y debido a sus quejas en el sentido de un fuerte dolor en el lado izquierda de la cabeza, Gutiérrez fue llevado esposado a un centro hospitalario. Luego de varios exámenes, durante los cuales se le mantuvo esposado y vigilado por dos agentes, el diagnóstico fue daño del oído interno y pérdida auditiva permanente del 40%.

“Después me llevaron de nuevo a la comisaría donde me mantuvieron por dos horas más antes de anunciarme que podía irme. No sólo no me dieron la explicación sino que me advirtieron que el tipo al que habían detenido conmigo sería liberado al mismo tiempo. Tuve que salir corriendo para que no pudiera seguirme, pero creo que él sabe bien dónde vivo”.

El dictamen médico fue confirmado en un examen con un particular el miércoles y por un médico legista el día jueves, cuando Gutiérrez fue sometido a varias horas de exámenes, luego de formalizar su queja ante la Inspección General de Servicios Policiales por “agresión injustificada, abuso de poder, humillación e insultos racistas”.

El abogado Otto Lemon, del buró Orsay Asociados, ha aceptado tomar su caso gratuitamente. La noticia de la agresión apareció en las ediciones del viernes de varios diarios parisinos. Gutiérrez fue invitado a exponer su caso en la cadena France Inter y Radio Francia Internacional.

Además de por su exposición censurada en Vincennes, Gutiérrez, que reside en Francia desde hace cinco años y ha trabajado para la prestigiosa agencia Magnum, es conocido por haber expuesto en el Mes de la Fotografía de París y haber ganado el Premio al reportaje fotográfico de la revista Paris Match.

Contactada por teléfono, la Inspección de Servicios de la policía de París se ha limitado por ahora a afirmar que “una investigación está en proceso”.

Por Ricardo Abdahllah / París

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