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Arranca nuevo periodo el presidente de Irán

Mahmud Ahmadineyad comienza esta semana un segundo y difícil mandato.

Redacción Internacional
03 de agosto de 2009 - 11:00 p. m.

Han pasado casi dos meses desde que las elecciones presidenciales iraníes dividieron al país en dos. Y este lunes, pese al constante inconformismo de los partidarios del moderado Mir Hossein Mousavi, el líder supremo de la República Islámica de Irán, el ayatolá Alí Khamenei entregó los poderes protocolarios al presidente reelecto Mahmud Ahmadineyad.

Fue una ceremonia sencilla y privada. Los iraníes la siguieron a través del canal estatal al-Alam, en el cual se escuchó el discurso del Líder Supremo, en boca de su secretario, el hoyatolislam Mohamdi Golpayegani. En él, Khamenei defendió el disputado proceso electoral y afirmó que “el voto sin precedente del pueblo” era un reconocimiento “al presidente electo y sus logros durante los pasados cuatro años”.

Pero la ausencia de importantes figuras durante la ceremonia, entre ellas la de los ex presidentes Mohamed Jatami y Akbar Hachemi Rafsanyaní, fue un recorderis de lo fragmentado que empieza su segundo mandato. De hecho, la decisión del presidente reelecto de nombrar como vicepresidente la semana pasada a su amigo Rahim Mashaie, en contra de la voluntad del ayatolá y de sectores ultraconservadores, causó que circularan rumores en Teherán de que ese acto de desobediencia demostraba el mal estado de las relaciones entre Ahmadineyad y el sector conservador que rodea al ayatolá.

Ahmadineyad, quien fue declarado ganador con el 63% de los 40 millones de votos emitidos, asumirá oficialmente el jueves la presidencia del país. Sobre sus manos queda aplacar la crisis política, que incluye los cuestionamientos por la captura, durante estas semanas, de más de 250 opositores del régimen, el macrojuicio en contra de centenares de militantes reformistas y la muerte de varios jóvenes en manos de los servicios de seguridad del gobierno.

También en sus manos quedará darle dirección a su política exterior, en momentos en que su rivalidad con el Estado de Israel parece trasladarse a Suramérica. La semana pasada, el canciller israelí, Avigdor Lieberman, denunció sus cercanos vínculos con el gobierno venezolano de Hugo Chávez.

Por Redacción Internacional

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