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Obama cambia su plan militar por Irán

El gran avance de los misiles de corto y mediano alcance de Teherán llevó a EE.UU. a suspender la instalación de radares y misiles en Europa.

Redacción Internacional
17 de septiembre de 2009 - 10:00 p. m.

La noticia sacó de la cama a Jan Fischer, el primer ministro checo, y lo obligó a reacomodar las prioridades del día siguiente en su agenda. Cuando recién había pasado la medianoche del miércoles, el teléfono de su residencia sonó. Era una llamada internacional.

Desde Washington, su homólogo Barack Obama le comunicó que los planes para el escudo antimisiles a instalarse en República Checa (el mismo que su predecesor, Mirek Topolánek, había aceptado con los brazos abiertos), sería suspendido.

Esa misma noche Fischer acordó reunirse, en las horas siguientes, con un alto funcionario del Departamento de Estado de EE.UU., quien le explicaría detalladamente el cambio de planes. Para cuando se llevó a cabo el encuentro, la noticia ya estaba en manos de los medios de comunicación.

Fue Obama quien, en rueda de prensa, reveló que el escudo proyectado por la administración anterior y que iba a instalarse en Polonia y República Checa, había sufrido cambios técnicos: ahora se emplearía un sistema más barato y efectivo, con misiles SM-3, que será renovado para 2011.

“Nuestra nueva arquitectura de defensa antimisiles en Europa aportará defensas más fuertes, más inteligentes y más rápidas a las fuerzas estadounidenses y sus aliados”, aseguró el mandatario.

Horas más tarde, Robert Gates, secretario de Defensa de EE.UU., informó que el cambio estratégico se había dado por nuevas informaciones de inteligencia sobre el programa militar iraní. “Están desarrollando más rápidamente misiles de corto y medio alcance; los de largo alcance no representan la amenaza que se había imaginado inicialmente”, agregó. De acuerdo con el diario estadounidense The New York Times, la decisión se tomó después de que Obama ordenara un informe al Pentágono sobre la viabilidad de seguir adelante con el escudo, cuyo acuerdo se encontraba en trámite en los congresos de Polonia y República Checa.

Entre los resultados se halla un concepto de Dean Wilkening, físico de la Universidad de Stanford, para quien el sistema de defensa sería más eficaz de ubicarse cerca de Oriente Medio, la zona de influencia de Irán.

El anuncio causó serios disgustos entre los checos. “Nos coloca en la posición que conocemos de los últimos cien años en Centroeuropa, de que no estamos anclados en una alianza sólida y esto supone una cierta amenaza”, le dijo Topolánek, ahora líder del conservador Partido Democrático Ciudadano, a la agencia EFE.

En Moscú se escucharon voces de prudencia. “Nuestros expertos militares evaluarán si el nuevo sistema representa una amenaza”, dijo Dmitri Rogozin, embajador ruso ante la OTAN.

Para ver el sistema de defensa que se planea de ubicar cerca de Oriente Medio, la zona de influencia de Irán, haga clic AQUÍ.

Por Redacción Internacional

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