Publicidad

La CIA infiltró a la familia Castro

La hermana menor de los líderes de la Revolución Cubana, Fidel y Raúl, trabajó para la agencia estadounidense en Cuba antes de partir al exilio en 1964.

Redacción Internacional
26 de octubre de 2009 - 11:00 p. m.

Juana de la Caridad (Juanita) Castro Ruz nació el 6 de mayo de 1933 en Birán, Cuba, cerca de Mayarí, actual provincia de Holguín. Según ella ha contado, siempre fue la más díscola de la familia y mantuvo fuertes enfrentamientos con Fidel y Raúl, sus hermanos mayores. En 1964 sorprendió a su familia y allegados cuando decidió dejar la isla para exiliarse en México y terminar finalmente viviendo en Miami (Estados Unidos).

Juanita Castro se radicó en el mismo corazón del anticastrismo, en donde abrió una farmacia, en la que trabajó hasta 2007 cuando se jubiló. Ella es la única de los siete hijos de Ángel Castro y Lina Ruz, que vive en Estados Unidos, pues su hermana Emma vive en México mientras Ángela, Ramón y Agustina, la menor de todos, están en la isla. También es la única que no habla con Fidel y Raúl. “La última vez que hablé con Fidel fue en 1963, y nunca he vuelto a hablar ni con él ni con Raúl. Ni un recadito ni nada. Totalmente distanciados”, contó ayer Juanita, quien rompió su silencio.

El mutismo que mantuvo durante los últimos 48 años —Juanita siempre rechazó cualquier contacto con la prensa y no participó en ninguna actividad del exilio cubano— lo quebró ayer para anunciar sus memorias tituladas Fidel y Raúl, mis hermanos. La historia secreta es publicada por la editorial Santillana.

Durante una entrevista en la cadena Univisión, la cuarta hermana de la familia Castro reveló lo que se venía anunciando desde hace días con frases como “el secreto mejor guardado”, “algo estremecedor”, “confesión impactante”: Trabajó para la CIA, la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos. Entrevistada por la periodista María Antonieta Collins, quien le escribió el libro, Juanita, de 76 años, comentó que en 1961 la fue a ver “una persona cercana a Fidel y a ella”. Y añadió: “Me dijo que traía una invitación de la CIA, que ellos querían hablar conmigo, que tenían cosas interesantes que decirme y otras que pedirme. Que si yo estaba dispuesta a correr ese riesgo, a oírlos. Yo me quedé medio choqueada, pero de todas maneras le dije que sí”.

“De esa forma empezó una larga relación con el archienemigo de Fidel Castro”, señaló Collins. Un secreto guardado por seis personas durante 48 años. Desde 1961 a 1964, dentro de Cuba, Juanita ayudó a muchas personas a evitar la represión revolucionaria.

Su marcha de Cuba

Con el triunfo de la Revolución, tras haber ayudado antes a sus hermanos recaudando dinero, se dedicó a construir clínicas y hospitales, pero unos meses después, con las detenciones, los fusilamientos, las confiscaciones, todo cambió. “Me empecé a desencantar cuando vi tanta injusticia. Teníamos la tendencia de echarles la culpa a los subalternos, pero las órdenes venían de arriba, de Fidel, del Che, de Raúl”, dice.

Después de la muerte de su madre, el 6 de agosto de 1963, Juanita decidió irse. Fue Raúl quien le consiguió la visa para viajar a México, donde anunció su ruptura con la Revolución.

Por Redacción Internacional

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar