El pasado 15 de noviembre El Espectador, en un artículo titulado “Otra de las ‘vueltas’ del DAS”, reveló detalles de la investigación que adelanta la Procuraduría sobre la controvertida reunión ocurrida el 23 de abril de este año entre emisarios del extraditado jefe paramilitar Diego Fernando Murillo, alias Don Berna, y altos funcionarios del Gobierno en la Casa de Nariño. En dicha publicación quedó al descubierto que la ex directora del DAS María del Pilar Hurtado y la subdirectora de operaciones de inteligencia, Marta Inés Leal, le mintieron a la justicia.
El 24 de agosto, la revista Semana publicó un extenso reportaje en el que dio a conocer las intimidades del encuentro en Palacio y los asistentes al mismo: los secretarios jurídico y de prensa del presidente Álvaro Uribe, Edmundo del Castillo y César Mauricio Velásquez; el ex gobernador del Cauca Juan José Cháux, el abogado Diego Álvarez en calidad de defensor de Don Berna, el desmovilizado paramilitar Severo Antonio López, alias Job —asesinado el pasado 28 de julio— y Marta Inés Leal, como delegada del DAS.
Las revelaciones abrieron un profundo debate auspiciado, en buena medida, por el presidente de la Corte Suprema de Justicia, magistrado Francisco Javier Ricaurte, quien exigió explicaciones a lo que calificó como un complot para desacreditar al alto tribunal. El asunto derivó en investigaciones judiciales y los secretarios de Palacio, obligados a darle explicaciones a la Procuraduría, que en un reciente pronunciamiento decidió tomar cartas en el asunto al vincular formalmente a la investigación a la ex directora del organismo de inteligencia y a su delegada, Marta Inés Leal Llanos.
El Ministerio Público constató que ambas intentaron desviar la investigación, porque en sendas declaraciones bajo la gravedad de juramento afirmaron que al día siguiente del polémico encuentro en la Casa de Nariño (el 24 de abril) se elaboró un detallado informe en el que se relacionaban pormenorizadamente las minucias de la reunión. Dicho documento de dos páginas, incluso, fue aportado a los investigadores de la Procuraduría, quienes, sin embargo, descubrieron que éste en realidad había sido redactado el 24 de agosto a las 7:22 p.m., es decir, el mismo día en que la revista Semana destapó el escándalo.
El procurador Edgardo Maya manifestó que María del Pilar Hurtado y Marta Inés Leal Llanos, “estando bajo la gravedad de juramento faltaron a la verdad en relación con la fecha de creación, elaboración y entrega del informe de inteligencia, haciendo de paso con ello incurrir en error al funcionario instructor”. En su concepto, no sólo se tiene probada una irregularidad mayúscula cometida por Hurtado y Leal al falsificar un documento para blindar la participación del DAS en el controvertido episodio, sino que además, agregó Maya, Leal se desentendió por completo del caso y no realizó labores de inteligencia ni investigativas para contrastar la información que le entregaron los emisarios de Don Berna.
Dicho de otro modo, el DAS no hizo nada para verificar si las denuncias de los ‘paras’ sobre un supuesto complot de la Corte Suprema en contra del presidente Uribe eran ciertas. Y lo que es peor, al verse descubierta por la publicación de la revista Semana, se apresuró a elaborar un informe supuestamente fechado el 24 de abril, pero que en realidad fue redactado cuatro meses después. El jefe del Ministerio Público se preguntó entonces cómo fue posible que María del Pilar Hurtado sostuviera que sí había recibido el reporte de Leal si éste no existía para esa época.
Con estos antecedentes, y al verificar que aún enterada verbalmente María del Pilar Hurtado, en calidad de directora del DAS, tampoco ordenó adelantar labores de investigación sobre el encuentro en la Casa de Nariño y que mintió bajo la gravedad de juramento, el procurador Edgardo Maya decretó la apertura de investigación formal disciplinaria respecto de ella y de su delegada María Inés Leal, y fueron citadas para que, con prontitud, expliquen de una buena vez qué fue lo que verdaderamente pasó.