Lo que en principio iba a ser un paro de 24 horas, se convirtió en una protesta de término indefinido que arrancó a la medianoche del miércoles, cuando más de 20 mil habitantes de Chocó suspendieron sus actividades e iniciaron una jornada cívica para protestar por el abandono estatal en que se encuentra la región y por las pésimas condiciones de las dos vías que los comunican con Antioquia y Risaralda.
Con pancartas y megáfonos, los chocoanos salieron a las calles de Quibdó a marchar para exigir soluciones a sus problemas más críticos. La ciudad permaneció paralizada y militarizada desde las nueve de la mañana.
Sin embargo, la calma que había imperado durante la jornada se vio perturbada sobre las tres de la tarde, cuando algunos estudiantes de la Universidad Tecnológica intentaron tomarse las instalaciones del aeropuerto El Caraño. Los manifestantes se enfrentaron a piedra con el grupo antidisturbios de la Policía, el cual repelió el ataque con gases lacrimógenos. Según informó el coronel Álvaro José Bahamón, comandante de la Policía de Quibdó, siete uniformados resultaron heridos y tuvieron que ser remitidos al hospital de la Policía.
Edri Gutiérrez, representante de los estudiantes, confesó que sí intentaron tomarse el aeropuerto, pero que fueron atacados por las autoridades con armas de corto alcance.
Por su parte, para Jorge Salgado Vélez, miembro del Comité Cívico por la Salvación y la Dignidad de Chocó, organizador de la protesta, el Gobierno sigue ofreciendo soluciones incompletas al problema vial, pues el dinero que destinó para la restauración de las carreteras es insuficiente para un adecuado trabajo.
Sin embargo, de acuerdo con el zar anticorrupción de la Vicepresidencia, Óscar Ortiz, el Estado ha destinado todos los recursos necesarios para el desarrollo del departamento, pero nunca se ven reflejados, al parecer, por la alta corrupción. El funcionario instó a los ciudadanos a convertir su “indignación” en acciones para que exista un control a los asuntos públicos. “La gente lo que está buscando es cómo participar en la rosca y no más bien cómo combatirla”, señaló.
Según el ministro de la Protección Social, Diego Palacio, al departamento se han “girado cerca de $200 mil millones en el rubro de salud para poder atender a la totalidad de la población. En el caso del Bienestar Familiar hemos crecido de cerca de $27 mil millones en el año 2002, a cerca de $52 mil millones, casi el doble, en el año 2008”.
Pero el mal estado de las vías es sólo uno de los problemas que tienen cansados a los chocoanos. Salgado asegura que existen otras situaciones críticas, como los altos índices de hambre, pobreza, indigencia, analfabetismo, desempleo y mortalidad materno-infantil. Explicó, además, que la educación pública soporta un déficit de $40 mil millones y la red pública hospitalaria está al borde del cierre.