Que sean algunas de las ciudades más católicas del país, por su tradición oral e inmaterial, ponen en la ruta del turismo religioso al Eje Cafetero, parte del Valle y la capital del Cauca. Destinos de descanso y recogimiento espiritual que cada año, en Semana Santa, abren sus puertas para revivir algunos de los momentos más representativos del catolicismo. Por eso la Basílica del Señor de los Milagros de Buga es uno de esos sitios para visitar. Allí, precisamente este año, se recibirá la Indulgencia Plenaria, que es otorgada por la Santa Sede por motivo del año paulino. Los turistas pueden asistir a las eucaristías y visitar el museo del milagroso, una casa colonial de dos pisos construida a mediados del siglo XVIII y en donde se pueden apreciar varios escenarios dedicados a la imagen del milagroso. Las cinco campanas son francesas como su reloj, que da la hora puntual desde el 18 de marzo de 1.909. Estará abierta todos los días de seis de la mañana hasta las siete de la noche.
Armenia y el eje cafetero
En 1999 Armenia fue sacudida por un fuerte temblor que acabó con algo más del 50% de las ciudad. Sin embargo, algunas de sus iglesias a pesar de los años y de este movimiento telúrico, se mantuvieron en pie, más tarde fueron restauradas y actualmente constituyen uno de los atrayentes para los visitantes que llegan a la capital del Quindío. La Catedral de Armenia es uno de estos lugares de visita obligada. Luego, a una corta distancia, se pueden visitar los templos de Manizales, una de las ciudades más católicas de Colombia y donde se encuentra la deslumbrante Catedral Basílica, en el centro de la ciudad, una de las más altas del país. Para finalizar, no puede dejar de asistir a las representaciones que se hacen en los distintos pueblos del Eje Cafetero.
Popayán y su tradición
La capital del Cauca es, sin duda, uno de los destinos más buscados en Semana Santa. Y es que este año, como se hace desde 1556, varios grupos de payaneses llevan sobre sus hombros imágenes de Jesús, en largas caminatas, iluminadas por miles de velas que ponen los asistentes en sus manos. A esto se suma que en las calles de la ciudad, los viajeros podrán encontrar algunos de los mejores y más tradicionales músicos del país, pues como hace 35 años se hizo, en esta ocasión también se celebra el Festival de la Música Religiosa.