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El problema es el precio

Analistas y productores coinciden en que los subsidios europeos arruinarán el campo colombiano.

David Mayorga
21 de mayo de 2010 - 12:11 a. m.

Los productores colombianos de leche están atentos a las constantes noticias que llegan desde Madrid, donde el pasado miércoles la delegación nacional, liderada por el presidente Álvaro Uribe, firmó el  acuerdo comercial con la Unión Europea (UE).

Tan pronto se rubricó el texto, el mismo Uribe reveló que la Unión Europea destinará 30 millones de euros (US$37 millones) en los próximos siete años para contrarrestar el impacto negativo que tendrían las importaciones de productos lácteos del Viejo Continente.

Ese dinero será destinado a financiar procesos de reconversión y a la formalización de los pequeños productores. “Todos los proyectos que queden concertados en esa cooperación internacional serán manejados directamente con el sector privado colombiano”, confirmó Andrés Fernández, ministro de Agricultura.

Por otra parte, desde hace dos meses el Gobierno y los gremios lácteos vienen trabajando en un documento Conpes que convierta en política de Estado la suerte del sector. Aunque aún no hay un monto definido, trascendió que ascendería a $1 billón.

Pero esta serie de anuncios aún no tranquilizan a los lecheros del país. “La ayuda de Europa es importante, pero no es un aporte sustancial. Y en cuanto al Conpes, aún no sabemos qué temas va a tratar”, comenta Jorge Hernán Uribe, gerente de la Asociación Nacional de Productores de Leche (Analac), quien explica que el problema no es de compensaciones, sino de precios: “Mientras nosotros producimos a un costo superior a los 36 centavos de dólar, la UE, por los subsidios, lo hace a 27 centavos de dólar”.

 Una opinión compartida por Germán Umaña Mendoza, catedrático de Economía de la Universidad Nacional, quien proyecta un futuro oscuro para el campo como consecuencia de los bajos precios con los que entrarán al país los productos europeos: “Nos puede pasar los mismo que Malasia. Podremos tener un gran desarrollo urbano, pero no rural. Estamos creando, para dentro de 20 años, nuevos desplazados por razones económicas”.

A su juicio, además de mantener los subsidios europeos al campo, Colombia cometió otro grave error durante la negociación: “El acuerdo incluye una Espada de Damocles que son las cláusulas sociales, las mismas que Europa utilizará para sancionarnos por las infracciones a los Derechos Humanos”.

Para Alejandro Gaviria, decano de Economía de la Universidad de los Andes, el otro esfuerzo del Gobierno no bastará para mejorar el futuro del campo: “Los documentos Conpes son catálogos de buenas intenciones. Lo que el campo necesita son políticas oficiales claras y concisas”.

Por David Mayorga

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