Las más beneficiadas serán las pequeñas y medianas empresas pymes, que dentro de su plan de expansión ya están atravesando fronteras y buscando destinos en donde sus productos marquen la diferencia.
Ese fue el escenario que se pronosticó el martes en la noche en la plenaria de la Cámara de Representantes cuando aprobó el Tratado de Libre Comercio con el Triángulo Norte (El Salvador, Honduras y Guatemala), y que ahora pasa a sanción presidencial, quedando a la espera de la revisión de la Corte Constitucional, que podría, a finales de septiembre, entregar el texto final. Luego, y al cabo de 10 años, algo más del 70 % de los productos industriales quedarán libre de aranceles con Guatemala y El Salvador, mientras con Honduras, la cantidad llegará al 87%. Luis Guillermo Plata, ministro de Comercio, Industria y Turismo, explicó que con el respaldo del legislativo se fortalece el proyecto del Gobierno, que busca tener listos, para este año, varios de los acuerdos que están en proceso de negociación.