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En busca del mercado internacional

Con el objetivo de poner a Colombia en el mapa comercial del globo, el país pasaría de los dos acuerdos que se tenían en 2002, a nueve en 2010. Sólo falta uno de ellos por terminar de negociar.

Edwin Bohórquez Aya
22 de junio de 2008 - 06:20 p. m.

El café colombiano será servido en más tasas que de costumbre, las rosas y claveles llegarán con mayor facilidad a las manos de los enamorados, el petróleo estará en  un porcentaje mayor de refinerías y el carbón saldrá en proporciones más amplias desde los  puertos hacia múltiples destinos del mundo. Ese será el escenario que vivirá Colombia en 2010 si cumple con sus pronósticos de expansión comercial.

La meta es clara: tener para ese año negociados, firmados y en vigencia nueve Tratados de Libre Comercio que permitan la entrada de los productos colombianos a 54 naciones distintas, con un poco de más de 1.000 millones de potenciales consumidores. Y por los registros oficiales que muestran la evolución de las negociaciones, lo están logrando.

La prueba está en que el país en las últimos 15 días alcanzó la negociación de dos importantes tratados comerciales. El primero, con Canadá, y el segundo, con los países de la Asociación Europea de Libre Comercio, AELC o EFTA (Suiza, Noruega, Lichtenstein e Islandia), por sus siglas en inglés. Cada uno necesitó tan sólo un año de negociación distribuido en cinco rondas y que traen resultados satisfactorios para sectores como el agricultor.

Una ofensiva por el mercado exterior que comenzó cuando los representantes del Gobierno, empresarios e industriales, revisando las estadísticas de comercio internacional que tenían los países de la región, observaron que Colombia  estaba rezagada en esa materia y  perdiendo competitividad a pasos agigantados.

Tanto que el análisis demostró que mientras  Honduras y Nicaragua contaban con cuatro acuerdos, El Salvador y Guatemala con cinco, Costa Rica con seis, México con 12 y Chile con 14; con posibilidades entre los siete países de ingresar a más de 200 mercados distintos, Colombia tan sólo contaba con dos acuerdos Comunidad Andina de Naciones (CAN) y G-2 (Colombia y México),  ninguno de los dos de última generación, es decir, no habían sido recientemente concretados.

“Hemos emprendido una agresiva política de internacionalización de la economía colombiana, porque a pesar de la apertura de los años 90, el país se dio cuenta  de que tenía pocas puertas abiertas con beneficios claros para los exportadores”,


apunta el Ministro de Comercio, Industria y Turismo Luis Guillermo Plata, que además aclara que de ahora en adelante cada uno de los Tratados de Libre Comercio que se negocien “llevarán  un capítulo de inversión”.

En total, de los nueve tratados (Chile, Triángulo Norte, CAN-Mercosur, CAN, México, Canadá, CAN-Unión Europea, EFTA y Estados Unidos), más del 80% ya pasó por los procesos más largos y “en este momento vamos bien, sólo nos queda por ser aprobados Estados Unidos y Canadá, que ya están firmados. Por negociar, Europa”, apunta Plata.

A eso se suma que dentro de los objetivos cercanos del  equipo negociador ya está el proponerles a República Dominicana y a los países del Caribe un  acuerdo del mismo tipo, además de  Costa Rica, gobierno al que se le está ofreciendo que se siente a negociar  directamente o se vincule al Tratado del Triángulo Norte (El Salvador, Honduras y Guatemala), que aprobó la Plenaria de la Cámara de Representantes el pasado 4 de junio.

Sin embargo, la gran apuesta sigue siendo el TLC con Estados Unidos, que a pesar de estar congelado, es el mercado más importante para los exportadores colombianos, después de Venezuela, el socio natural. Pero Mauricio Cárdenas Santamaría, director de Fedesarrollo, tiene claro que “este año no sale el TLC con Estados Unidos. Yo diría que antes del 4 de noviembre, que son las elecciones, no. Eso se va para después si estamos de buenas, de lo contrario habrá que mirarlo con el gobierno que llega”.

Y por eso explica que los demás acuerdos “han sido muy benéficos para los países que los han firmado” y analiza el significado de este tipo de convenios internacionales que “para el caso de Colombia, cuando se comenzó la negociación, había incrédulos y escépticos y hoy hay más consenso de lo que significa un TLC. La misma realidad nos ha hecho despertar


de que eso no era tan mala idea y, en consecuencia, de que el TLC con Estados Unidos aún no se ha hecho realidad,  por eso los otros tratados han cobrado tanta importancia. Se ha migrado a otros mercados y la realidad se ha encargado de silenciar a los opositores”.

El sector privado es uno de los mayores precursores de la ofensiva internacional que está adelantando Colombia. Santiago Pardo, coordinador de Negociaciones Internacionales del Consejo Gremial Nacional lo sabe y tiene claro que para ser competitivos frente a los vecinos, lo ideal es “abrir mercados preferenciales  sin aranceles, tanto para bienes como para servicios, y eso se logra con los acuerdos, algo que nosotros apoyamos. Los países de la región han venido haciendo lo mismo, México y Chile lo tienen con Europa, China y Corea, también Perú”.

Pardo explica que Colombia debe estar en una búsqueda permanente de nuevos mercados y aunque dice que los vecinos se están moviendo más rápido, lo que queda faltando para Colombia es Asia Pacífico, “ahí estamos bien rezagados. Afortunadamente ya se presentó una estrategia para los tratados de inversión. Muchos ven lejos a Japón y Corea, pero  deben tener en cuenta que el futuro está en ese continente”. 

Por eso en el tema de Asia Pacífico “ya nos estamos  moviendo y sabemos que allá no será fácil entrar  a vender productos, la estrategia está más enfocada en la parte de inversión. Japón, China e India se están convirtiendo en proveedores de capital y hemos decidido negociar acuerdos de inversión con ellos. Con India llevamos el acuerdo en un 85% y con China estamos ad portas de cerrarlo”, detalla el ministro Plata.

Una zona que, de acuerdo con estadísticas  internacionales, posee el 80% de las reservas internacionales y que significó para Colombia, entre enero y noviembre del año pasado, ventas por un poco más de  US$1.430 millones  divididas en productos como café, metales, flores y ferroníquel.

Europa, que es el mercado al que se está intentando entrar con las garantías de un acuerdo, es uno de los que más interesa al gremio del sector textil. “Nos interesa el acuerdo con Estados Unidos, pero la negociación con la Unión Europea es determinante para nosotros,  porque es un mercado potencial que no hemos aprovechado”, comenta Iván Amaya, presidente de la Asociación de textileros, Ascoltex.

Un sinnúmero de posibilidades que además de diversificar las opciones de destino exportador están logrando que el país esté a la altura de Chile y Perú, sus más cercanos competidores en la región.  Escenario que sin duda hizo que Colombia se lanzara en busca del mercado internacional y que actualmente ya no tenga los mismos dos acuerdos que había en 2002, sino que  gracias a una ofensiva comercial ya tenga ganado algo más del 80% de sus objetivos para 2010. Una estrategia que logró en un quinquenio poner a Colombia a figurar en el mapa de los acuerdos económicos mundiales.

Por Edwin Bohórquez Aya

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