Faltan innovadores

Este colombiano, uno de los gestores del programa Un Computador por Niño, habla sobre el atraso de Colombia en tecnología y de la ruta que debería seguir la educación en el siglo XXI.

Mauricio Rodríguez Múnera
28 de septiembre de 2008 - 07:55 p. m.

Rodrigo Arboleda nació en Medellín, pero vive desde hace 31 años en Estados Unidos. Estudió Arquitectura en la Universidad M.I.T. en Boston, donde fue compañero de Nicholas Negroponte, uno de los mayores expertos del mundo en tecnología. Precisamente con ese gran “gurú”, Arboleda creó hace 15 años la Fundación 2B1 (sin ánimo de lucro), para la cual recibieron una donación del Isao Okawa, dueño de Sega Corporation.

Hace tres años decidieron lanzar el proyecto “One Laptop per Child”, una iniciativa cuyo propósito es que millones de niños pobres de países en vías de desarrollo puedan tener un computador portátil para conectarse a internet. Para ello se diseñó un computador, cuyo costo se está reduciendo hasta alcanzar la meta de US$100, aparato que fue destacado por la revista TIME en el 2007 como el objeto tecnológico del año.

Así, con la autoridad que le da el hecho de estar inmerso entre la élite del desarrollo tecnológico, Arboleda asegura que Colombia no le está prestando suficiente atención a la enorme transformación cultural que está sucediendo en este siglo. Agrega que tanto en el país, como en el resto de América Latina, la educación va en la vía equivocada.

Para Arboleda, el que en Colombia todavía primen las humanidades y se subestime la trascendencia de la tecnología es un obstáculo importante para el desarrollo de país: “Sobran abogados y faltan ingenieros. Porque la creación de riqueza en este siglo se hará por medio de la propiedad intelectual, a diferencia del siglo pasado, en el que la manufactura mandaba la parada”. El colombiano señala que lo más importante en este siglo es aprender a aprender, porque ahora, debido a la cantidad de cambios, hay que aprender y desaprender constantemente. Por eso señala que hacen falta más innovadores y menos administradores del estatus quo.

Esto, para Arboleda, podría lograrse si se masifica el lenguaje digital y el manejo tecnológico, puesto que, actualmente, sólo una élite muy reducida posee este conocimiento.

El colombiano recomienda que toda carrera profesional debería tener como mínimo un año de economía y administración de empresas, además de clases de ciencia y tecnología.

El problema es que Colombia avanza a paso lento. “Le doy un ejemplo: en Brasil se fijó la meta de pasar de un computador por cada 40 niños a un computador por cada 20 niños en el año 2020. En Singapur la meta para el 2010 diez años antes es que cada niño tenga su propio computador. En Colombia, desafortunadamente, se piensa y se actúa más como en Brasil, no como en Singapur”.


Pero imprimirle un ritmo más dinámico al desarrollo tecnológico, en palabras de Arboleda, depende del establecimiento de un triángulo entre sector público, la empresa privada y la academia. “Unidos, con una visión común, con metas claras y con recursos de todos, se puede avanzar velozmente. Desconectados, no llegarán a ninguna parte”. De otra parte, Arboleda considera que los jóvenes deben presionar a los gobiernos nacional, departamental y municipal  para que hagan el cambio cultural  en materias tecnológicas.

En el supuesto de que Arboleda fuera el ministro de Educación, lo primero que haría sería darle un computador portátil a cada niño, posibilitaría el acceso masivo a conectividad y de capacidad computacional a nivel individual, y cambiaría la pedagogía, para que los niños aprendan haciendo, y no simplemente recibiendo datos de sus profesores. No obstante, el colombiano señala que en la actualidad, los ministerios de Educación son el obstáculo más grande para el desarrollo tecnológico: “Son dinosaurios burocráticos. Y algunos profesores los inseguros y mediocres sienten que con la nueva pedagogía pierden poder”.

La ventaja de dar computadores a los niños es que ellos se las ingenian para sacar provecho de la herramienta. Para Arboleda, “las palabras más importantes  en la educación ahora son Google y Yahoo, son las puertas de entrada al aprendizaje de la sociedad”.

Sobre “One Laptop per Child”

Próximamente se entregarán 65 mil computadores en Caldas, 20 mil en Itagüí, 50 mil en Medellín y 60 mil en Cundinamarca, y un número creciente de municipios y departamentos están interesados en el programa. Asimismo, está próximo el lanzamiento del programa “Educación por la paz”, que se desarrolla conjuntamente con el Ministerio de Defensa.

Según Arboleda, el programa se acerca muy rápido a la meta de que cada computador tenga un costo de US$100. Hoy el costo —con 26 aplicaciones— es de US$210, a los que se les suma un 15% para los servidores y la capacitación. Lo ideal es que el Gobierno subsidie totalmente la conectividad.

 

Por Mauricio Rodríguez Múnera

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