“Si quiere ver las últimas dimensiones de la tecnología para capturar estratégicamente la atención de los consumidores... lo invitamos a que entre en nuestra realidad virtual”, reza la campaña publicitaria con la que César Tovar, CEO de Sphera Marketing Network, y Sergio Vargas, Director Planner, están haciendo que su compañía revolucione el negocio del mercadeo en Colombia.
Y su estrategia la reúnen en una sola palabra: tecnología. Por eso, para promocionar productos, no es raro que sus clientes puedan escoger entre proyección de hologramas, displays 3D lenticulares, pantallas de agua y humo y otros tantos efectos especiales que logran con el uso de llamaradas de colores y máquinas generadoras de aromas de menta o café, ubicadas en espacios con lluvias de burbujas y nieve.
Su especialidad, además del mercadeo, está en la publicidad Below the Line (BTL es su sigla), una técnica que consiste en usar formas de comunicación no masivas, dirigida a segmentos específicos de consumidores. Allí se desarrolla el impulso o promoción de productos mediante altas dosis de creatividad, como por ejemplo, las luces que se usan para proyectar un logotipo dentro de un evento específico.
Alejandro Molina es publicista independiente y explica que “el BTL impacta directamente, más que los medios tradicionales, y permite calcular el retorno de la inversión más fácil. Quienes lo usan más son las marcas que ya tienen cierto reconocimiento”.
La compañía nació en 1997, rápidamente se consolidó gracias a eventos organizados para compañías como British American Tobaco, Sab Miller y Diesel.
Por la novedad, llegaron al año siguiente a Centroamérica, Italia, Francia y Alemania. Cuenta Tovar que “participamos en grandes eventos, como la entrada de Telefónica a Colombia; hicimos el Buchanan's Forever, que trajo a Bon Jovi, y montamos los 100 años de Postobón, además de la fiesta de fin de milenio de la Alcaldía Mayor”.
Estuvieron detrás de la campaña del desodorante Axe, que llevó a varios hombres a vivir unos días en el “cielo y el infierno”, una casa recreada donde los ganadores eran esperados por mujeres hermosas. Su éxito, explica Tovar, está en que muchas empresas invierten hasta el 50% de sus utilidades en mercadeo. Una sola campaña, “si es global, con evento, activaciones, prensa y estrategias digitales, puede estar entre $1.000 y $10.000 millones”.
Para poder usar los sistemas deben pagar franquicias de $200 millones al año, aparte de los equipos. Han hecho más de 1.000 eventos y dicen estar en capacidad de realizar diez en simultánea. Uno de ellos y que fue de los más atractivos, se hizo cuando grabaron al Rey Vallenato y lo proyectaron en múltiples discotecas.
Lo mismo que hacen para grandes empresarios en conferencias que han sido grabadas previamente. Un negocio que está revolucionando el mercadeo en el país y que está hecho, básicamente, a punta de hologramas.