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Salvavidas inmobiliario alivia los mercados

Las dos compañías estadounidenses han registrado pérdidas de US$14 mil millones y sus acciones han caído más de 90%, en el último año.

Redacción Negocios
08 de septiembre de 2008 - 09:14 p. m.

El viernes pasado, la Asociación de Banca Hipotecaria (MBA) de E.U. informó que en el segundo trimestre de 2008, los hogares de ese país con un préstamo hipotecario que no logran pagar puntualmente sus mensualidades ya llega a 9% y el 2,75% de las viviendas hipotecadas se encuentra en proceso de ejecución, frente al 2,47% del primer trimestre. Esas cifras fueron determinantes para que el gobierno Bush sin pensarlo dos veces anunciara el domingo que tomaba el control directo de las dos gigantes hipotecarias Fannie Mae y Freddie Mac, compañías que poseen el 50% de la deuda hipotecaria de E.U. que asciende a US$12 billones.

El plan de contingencia “está encaminado a evitar una crisis financiera. El permitir que las compañías quiebren o se deterioren aún más dañaría nuestro mercado hipotecario interno, y podría debilitar otros mercados crediticios no vinculados directamente con el de la vivienda”, dijo el mandatario estadounidense, George Bush.

La toma de control de las dos compañías implicó el despido de sus altos ejecutivos; pasar a ser administradas por la Agencia Federal de Financiamiento de Viviendas; la eliminación del pago de dividendos a sus accionistas y, tal vez la medida más importante, la inyección de no menos de US$200 mil millones del Departamento del Tesoro a las dos inmobiliarias, es decir, podría comprar casi el 80% de las acciones comunes.

“No puede decirse que sea una medida buena o mala, simplemente era inevitable, porque la crisis del sistema hipotecario a la que se llegó, por responsabilidad de los bancos, no tenía otra salida. La reflexión que debe hacerse es por qué se llegó a ese punto y qué hacer para que no se repita. Se llegó a este punto por las innovaciones financieras sin regulación. Ambas compañías eran demasiado grandes para que se quebraran, si hubiesen sido más pequeñas las dejan quebrar como ha pasado con bancos pequeños”, afirma el analista Mauricio Cabrera.

En el mismo sentido opina  Verónica Navas, socia  de EConcept. “Cuando entidades de esa magnitud quedan insolventes al punto de que el Estado debe intervenir, se presentan dos situaciones: da un alivio para el mercado saber que el gobierno va a apoyar a estas entidades en crisis, pero al mismo tiempo se da una señal evidente de la debilidad del sistema financiero de E.U. y de que el problema está lejos de resolverse. Es una señal que dispara la incertidumbre sobre la calidad del crédito y acentúa la contracción crediticia, porque no se sabe en quién confiar”.


La decisión de la Casa Blanca fue aplaudida por el Fondo Monetario Internacional (FMI), organismo que cree que la intervención de Fannie Mae y Freddie Mac permitirá “sustentar” el mercado hipotecario estadounidense y las “perspectivas económicas y financieras” de ese país. Los mercados mundiales también reaccionaron al alza frente a la medida. El índice asiático, Nikkei, registró un alza de 3,4% y en Europa, los mercados de valores de Madrid, Londres y Fráncfort subieron, en promedio, 4%. En la Bolsa de Nueva York, la jornada inició con un alza de más de 300 puntos.

Sin embargo y como era de esperarse, las acciones de las compañías intervenidas valían menos de US$1 en la Bolsa de Nueva York, al caer, en ambos casos, más del 80%, pese a que en Wall Street se había suspendido la cotización de las compañías en las operaciones electrónicas para que el mercado tuviera tiempo suficiente de adaptarse.

En Colombia, según Cabrera, “sólo se perciben repercusiones secundarias y no se dan en el sector financiero sino en el real, en la construcción. Esta intervención no tiene efectos directos en Colombia, sólo que disminuye los riesgos del mercado”.

No obstante, “si la contracción crediticia se mantiene, nos puede afectar en materia de endeudamiento externo. Este año el Gobierno no necesitó dinero del exterior, pero eventualmente, si necesitan acudir a créditos externos va a ser más difícil acceder, porque se va a encontrar con tasas más altas y una cartera que está cayendo”, agrega Navas.

Los expertos consideran que pocos inversionistas nacionales habían comprado directamente títulos de hipotecas, entonces no se afectan, pero, quienes habían invertido (ahorrado) en bonos de estas dos inmobiliarias, sienten un alivio, porque ya no está latente el riesgo de que no les paguen sus bonos. Y esto alivia la situación.

Las dos compañías estadounidenses han registrado pérdidas de US$14 mil millones y las acciones de las dos empresas han caído más de 90%, en el último año.

Por Redacción Negocios

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