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Se inundan ilusiones cafeteras

A las constantes lluvias, los cultivadores les suman la fuerte devaluación del dólar y los altos costos de los fertilizantes como consecuencia del incremento en el precio del petróleo.

Ricardo Gutiérrez Zapata
25 de mayo de 2008 - 05:59 p. m.

Los últimos días han sido de intranquilidad para Horacio Montoya. Cada mañana, al levantarse, espera encontrarse con un día soleado que les permita a sus 25 mil palos de café dar la floración necesaria para sacar una buena cosecha, pero la realidad ha sido muy diferente, pues el invierno golpea fuertemente al Eje Cafetero, donde Montoya tiene su parcela de 4,8 hectáreas.

En la mayor parte del centro occidente colombiano la principal cosecha cafetera se empieza a recolectar en septiembre y depende de las flores que les nazcan a los palos en la primeros meses del año. En esta ocasión, las floraciones fueron menores de lo normal debido al fuerte invierno que ha afectado a buena parte del país.

“Estamos para enloquecernos, pues estamos muy confundidos con lo que vaya a pasar con esta llovedera. Pensamos que esta cosecha va a estar muy regular”, explica Horacio Montoya, quien es dueño de una pequeña finca en el sector del Alto El Naranjo, en la zona rural de Manizales.

El diagnóstico de este cafetero ha sido avalado por otros expertos. Según cálculos preliminares del Comité de Cafeteros de Risaralda, en ese departamento la recolección del grano caería en 11%; mientras que el de Caldas afirma que en esa región la disminución sería del 10%.

A esto se suma que la cosecha de mitaca, que se recoge en el primer semestre, ha tenido una caída superior a los pronósticos. De acuerdo con Mario Gómez Estrada, miembro principal del Comité Nacional de Cafeteros, las fuertes lluvias que se registraron durante los últimos meses del año anterior afectaron notablemente los cultivos, pues la recolección se redujo hasta en 8%

Otros factores

Al factor invierno se han sumado los altos precios que registran los fertilizantes y los abonos para incidir en la reducción de la cosecha cafetera de este año, lo que va en contravía de las políticas que se han trazado la Federación Nacional de Cafeteros y el Gobierno y que buscan aumentar la producción de los 12,2 millones de sacos que se cosecharon en 2007, a 16 millones de sacos de 60 kilogramos.

“Al invierno no se le puede echar toda la culpa, lo que pasa es que tampoco hemos podido abonar los palos porque el bulto de abono está a 130 mil pesos, cuando hace 18 meses valía 45 mil pesos. Yo no sé qué camino vamos a coger”, asegura un angustiado Horacio.


Los altos costos de estos abonos obedecen al incremento del barril de petróleo en el mercado internacional, al aumento de la demanda de China e India y al agotamiento de las minas de potasio, una de las materias primas de estos insumos. La situación ha llegado al punto de que la demanda por algunos abonos y fertilizantes hoy es más alta que la oferta.

Pero ahí no terminan los factores que juegan en contra de los cafeteros. La revaluación se ha convertido en uno de los principales lastres de las 560 mil familias que trabajan en el sector y cifras de la Fedecafé demuestran que en el último tiempo la fuerte devaluación del dólar les ha significado pérdidas cercanas a los tres billones de pesos.

En este tema coinciden tanto los pequeños caficultores —Horacio Montoya—, como los grandes empresarios del sector —Mario Gómez Estrada—. Ambos afirman que los costos de producción de una arroba de café superan los 43 mil pesos que en la actualidad se les pagan, pese a que el precio internacional del grano colombiano mantiene uno de los niveles más altos de la última década (por encima de US$1,44 la libra).

Lluvias, costos del abono y revaluación son tres de los aspectos que mantienen intranquilo a Horacio. Esta mañana también se levantará a analizar el clima y a escuchar radio con la esperanza de que el precio del petróleo ceda en las bolsas internacionales y que el valor del dólar recupere los niveles de hace unos años.

En cifras

631 mil

empleos genera al año el café, esto es 3,7 veces más que el generado por las flores, el banano, el azúcar y la palma juntos.

53%

de las exportaciones colombianas entre 1927 y 2006 correspondieron al café. En 2006, $3,8 billones fue el costo de la cosecha cafetera colombiana.

Crisis afecta a pequeños cultivadores

Los pequeños caficultores se están viendo especialmente perjudicados por la caída del dólar y el aumento del precio del petróleo, según señaló el director ejecutivo de la Organización Internacional de Café (OIC), el colombiano Néstor Osorio.

Al término de la reunión semestral del Consejo de la OIC, que concluyó el viernes en Londres, Osorio afirmó a la agencia Efe que la recuperación de los precios del café tras la crisis de principios de siglo está siendo socavada por “la caída de la moneda estadounidense y el elevado costo del crudo, que afecta al precio del transporte y los fertilizantes”.

Todo el mercado del café sufre las consecuencias de estas circunstancias macroeconómicas, pero los que “en algunos casos están registrando pérdidas son los pequeños caficultores”.

Por Ricardo Gutiérrez Zapata

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