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El hombre de las aerolíneas sigue su vuelo

El empresario estuvo vinculado con Sam, Avianca, Aero República y ahora es accionista de Easy Fly. Este año la compañía espera moviliazar a 420 mil pasajeros, unos 120 mil más que los del año pasado.

Jairo Chacón González
02 de mayo de 2009 - 10:00 p. m.

Cuando Alfonso Ávila Velandia dejó en 1993 la presidencia de Sam para liderar la creación de una nueva aerolínea en Colombia, que les pisara los talones a Avianca y Aces, en medio de una época de crisis, los conocedores del sector no le auguraron un buen futuro y se atrevieron a señalar que la empresa no cumpliría el año.

A pesar de la problemática financiera que vivía el país, Ávila echó a volar la idea, la que despegaría unos meses después y, contrario a las proyecciones de sus detractores, la aerolínea Aero República hoy sigue volando, pero en manos del grupo panameño Copa.

Ávila entró a romper un paradigma en el sector de la aviación: atreverse a ‘morder’ el mercado de las grandes compañías como Avianca, Sam y Aces, a través de suplir la necesidad de los usuarios y con mejor servicio.

Alfonso Ávila, quien fue vicepresidente de Avianca, vio en el sector turístico el punto de partida para que su compañía cautivara un mercado latente que quería una nueva y mejor alternativa.

Fue tal su desempeño, que en un corto tiempo la compañía pasó a ser la segunda aerolínea del país y resistió el embate de la crisis, que ocasionó no sólo la salida del mercado de Aces, Intercontinental de Aviación y West Caribbean, sino la venta de Avianca, empresa insignia del país.

Hace tres años, cuando Ávila proyectaba la venta de Aero República, por considerar que ya había cumplido una etapa en el sector aéreo, inició la creación de una empresa de courrier, pensando en que no podía salir  y quedarse cruzado de brazos.

A los pocos días de entregar el cargo de presidente de Aero República al grupo Copa-Continental y de iniciar sus labores  al frente de Axpress, sintió la necesidad del estrés que genera el sector aéreo y de inmediato buscó a su fiel escudero y socio, para lanzarle a quemarropa la idea de crear una nueva aerolínea. La respuesta de su socio también fue fulminante: “Hagámosle”.

Y antes de que su compañía de courrier, en la que hay 150 empleados directos,  lograra el punto de equilibrio, ya estaba metido de cabeza en el nuevo proyecto, al que bautizó Easy Fly.

A diferencia de todas las aerolíneas que se crean en Colombia y en el mundo, Ávila identificó los mercados, la densidad de tráfico y, por último, buscó los aviones.

Para su proyecto de mercado regional encontró en Inglaterra el avión Jetstrem 41, una aeronave de 30 pasajeros, ideal para este tipo de operación.


Hoy, la compañía tiene ocho aeronaves y espera terminar el año con 10, de las cuales seis son de propiedad de la aerolínea y cuatro están por el sistema leasing.

Ávila considera que Easy Fly no es una aerolínea de bajo costo, sino una compañía de alto rendimiento, lo que le ha permitido ganar un espacio en un mercado regional  que tenía deficiencias en la conectividad, en el servicio y, además, con precios altos.

La compañía puede dar mejores precios gracias a que la estructura de costos lo permite, a que el 80% de los pasajes se vendan por internet, a que tengan una flota unificada y a que al cuerpo de pilotos se le pague por vuelos realizados.

“Cuando iniciamos la operación decidimos ofrecer por primera vez tiquetes a sólo $10 mil, sin impuestos, lo cual abrió el camino para que otras aerolíneas hicieran lo mismo en beneficio de los usuarios”, explicó el empresario.

Cuando le preguntan por qué había vuelto al sector aéreo, Ávila explicó que le hacía falta el estrés y el glamour de las aerolíneas.

En la actualidad Easy Fly opera a 14 destinos que permiten la conectividad de puntos regionales con capitales troncales como Bucaramanga y Cartagena.

La idea de Ávila es poder reducir el tiempo de viaje a los hombres de negocios, ya que para volar de Barrancabermeja a Cartagena tenían que ir primero a Bogotá y luego volar a la capital de Bolívar, lo que le significaba perder medio día. Hoy lo hacen en 50 minutos.

El empresario señaló que las dos aerolíneas que creó no se parecen en nada, pero que las dos fueron trabajadas con mística y con un gran respeto por el cliente, lo cual le permitió ganar clientes.

El reto de Easy Fly es movilizar este año a 420 mil pasajeros, 120 mil más que el año pasado.

Por Jairo Chacón González

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