Me imagino que el columnista al que se refiere el colaborador debe tener gran sentido del humor. La espeleología es la ciencia que estudia todo lo referente a las cavernas y por tanto se implicaba que el grupo religioso en cuestión debería ser no sólo primitivo y fanático sino también cavernario. Pero la verdad es que estoy de acuerdo con el amigo en que si se habla en un artículo en un periódico de gran circulación, de ciencias que no todo el mundo conoce, alguna aclaración debería hacerse.
LO EMPEDERNIDO
Cuando dicen de alguien que, por ejemplo, es un comprador empedernido o un aficionado empedernido al fútbol, ¿qué es lo que significa “empedernido”? (CARLOS LEGUIZAMÓN, Bogotá)
Hoy parece que hay que contestar preguntas cuya respuesta se encontraría simplemente consultando un buen diccionario. Originalmente, “empedernido” era una persona de corazón de piedra, alguien sin compasión ni afectos. Pero a la larga ese uso fue desapareciendo para ser reemplazado por uno más coloquial, si se quiere, donde “empedernido” implica vicioso y obstinado. Entonces, un fumador empedernido es uno que no para, y el comprador empedernido es quien gasta lo que no tiene.
PERICO
¿Quien era perico de los palotes? ¿En qué se diferencia de fulano de tal? (ROSAURA DE LASERNA, Cali)
Es claro que perico y fulano son dos personajes bien diferentes. Un perico de los palotes es un pobre diablo, un don nadie. De hecho, algunos dicen que ese era el nombre de un importante demonio, pero de esto no me consta nada. Fulano, en cambio, es una persona que no tiene que ser necesariamente inferior (como sí lo es perico), sino que es una generalización sobre alguien que no se quiere o no se puede nombrar.