La noticia de que el Partido de la U está en quiebra sorprendió a todo el país, pues no sólo se trata de la colectividad del presidente Juan Manuel Santos sino la de las mayorías en el Congreso de la República, con casi 80 curules. Y aunque desde el interior de sus filas ya han salido a desmentir la versión —comenzando por la senadora Piedad Zuccardi, quien aseguró que los aspectos contables y la financiación están en óptimas condiciones—, aún quedan cosas por esclarecer.
El Espectador conoció esta semana la versión de que el aún director administrativo del Partido, Roberto Prieto, no había entregado las cuentas de la reciente campaña, que estaba de viaje y que por esa razón supuestamente Juan Lozano, presidente de la colectividad, no la había recibido administrativamente.
Esta información fue desmentida por el secretario general de la U, Juan Camilo Restrepo Gómez, quien negó que las deudas del Partido asciendan a $11 mil millones y contó que Prieto ya entregó las cuentas de flujo de caja y que están enviando el informe a todos los miembros de la bancada para su aprobación. Después de recibirlo, los legisladores se deberán reunir para aprobarle la renuncia a Prieto, presentada hace varias semanas, pues será el representante de Colombia ante el BID en Washington.
Si bien el secretario de la colectividad asegura que no sabe exactamente de dónde surgió el rumor de la quiebra, se cree que hay mucha tensión por el tema de la devolución de dinero por reposición de votos. Ocurre que por normatividad interna a los candidatos que recibieron el aval se les retiene el 20% de dicha reposición, pero debido a las quejas de muchos de ellos, el movimiento estudia la fórmula para bajarlo al 15% y quitarles menos dinero.
“Eso va por buen camino y prácticamente depende de la decisión que tome la Dirección Nacional. Esas pullas y angustias de los parlamentarios hacen que se produzcan ruidos, pero es un partido totalmente viable, es el partido más grande de Colombia”, dijo Restrepo.
En este sentido, explicó que el flujo de caja es lo que al 31 de diciembre le va a quedar al Partido. Sus cuentas indican que hay una deuda de $1.500 millones y hay otros $800 millones en caja para arrancar el año entrante. Claro que si la Dirección Nacional decide retenerles sólo el 15% de la reposición de votos a los congresistas, la deuda sería de $2 mil millones.