Si hay una entidad que será clave en el proceso de restitución de tierras que busca implementar el gobierno del presidente Juan Manuel Santos, esa es la Superintendencia de Notariado y Registro. Hace cerca de 15 días, el ex senador antioqueño Jorge Enrique Vélez, muy cercano al ministro Germán Vargas Lleras, asumió sus riendas con la tarea de descentralizarla, continuar con su modernización y convertirla en pilar fundamental en dicho proceso, que, dice, implica reconstruir la historia de la tierra en Colombia.
¿Cómo se dio su llegada a la Superintendencia?
El ofrecimiento me lo hicieron el ministro Vargas Lleras y el presidente Santos. Aunque he estado en cargos públicos, tengo más formación en el sector privado. Estuve ocho años en la Mercedes Benz, manejando los negocios de la familia y dedicado al periodismo.
¿Qué misión se le designó?
La misión fundamental aquí es garantizar la fe pública, que tiene que estar por encima de cualquier cosa. Lo otro es que este es un servicio para los ciudadanos y debemos ser eficientes en ello. Tenemos que ser capaces, administrativamente, de que el ciudadano pueda acceder con facilidad a esos servicios, sacar certificados por internet sin hacer filas o sin recurrir a intermediarios. Y tenemos que educar, porque algunos creen que con una escritura pública son ya propietarios y no es así. Si no la tienen registrada, no tienen nada. Los campesinos muchas veces tienen un papel de compraventa y están convencidos de que con ello son dueños de la tierra.
¿Cuál va a ser el papel de la Superintendencia en el proyecto de restitución de tierras?
Fundamental. Nosotros tenemos la historia de las tierras del país y de alguna forma vamos a avalar todo lo que ha pasado. Vamos a decir: Pedro Pérez dice que le quitaron sus tierras, entonces nosotros tendremos que revisar el título, certificaremos si es verdad o no y les entregaremos la información a los jueces que se van a crear para tal proceso.
¿Y si el campesino tiene una hoja de cuaderno firmada como prueba de su propiedad?
Vamos a implementar un bus donde va a estar un notario, un funcionario del Ministerio de Agricultura, otro de la Superintendencia, gente del Agustín Codazzi, del Incoder, de Catastro, que irá por todo el país ayudándoles a los campesinos con el registro de sus títulos. El objetivo es legalizar todas las tierras para saber la verdad histórica de lo que pasó.
Pero existe una realidad y es que con el desplazamiento se creó un gigantesco vacío de registro que hará muy difícil esa tarea…
Estamos convencidos de que en el tema de desplazamiento, la gran mayoría está dentro del título. Por ejemplo, las tierras que entregó el Incora en su momento están registradas. Hay zonas en que no, como en el Chocó, donde hemos descubierto casos como el de un río que se corrió 17 hectáreas. Allá había un señor de apellido Luna que tenía 33 hectáreas y de pronto aparece con 5.600.
Se sabe que en las regiones la usurpación de tierras se hizo con complicidad de los notarios, ¿cómo se va a enfrentar eso?
La directriz del Gobierno es llegar hasta las últimas consecuencias. Registrador, notario o funcionario que esté metido en eso, los vamos a denunciar. Vamos a hacer investigaciones de fondo y a abrir un correo para que me escriban directamente a mí denunciando lo que les pasó. Si toca meter notarios o registradores a la cárcel, denunciándolos ante la Fiscalía, lo vamos a hacer.
¿Usted es consciente de que se van a levantar muchas ampollas?
Lo único que no tenemos es temor. Tenemos la firme decisión de que se va a emprender esa política y que la vamos a sacar adelante.
Hay quienes creen que sería mejor acabar con las superintendencias por ser entes costosos y corruptos...
¿Se imaginan qué pasaría si no existiera esta Superintendencia, que es el control de las notarías y del registro, soporte del Gobierno en el proyecto de restitución de tierras? No se puede negar que puede haber corrupción, pero a eso venimos, a erradicarla. Y eso sólo se hace con capacitación, buena sistematización y mucha comunicación con el ciudadano, que debe saber que aquí hay una entidad vigilante de la fe pública.
¿Por qué a pesar de haberse implementado el concurso para escoger a los notarios, sigue la percepción de que las notarías son utilizadas para pagar favores políticos?
Ese tema ya no existe con lo del concurso. Creo que ha faltado comunicación, aquí se han hecho cosas muy buenas. Hoy tenemos 147 notarios en interinidad, pero por otras razones: retiros, muertes, pensiones. Más de 700 de las 873 notarías del país fueron por concurso y están funcionando bien. Ahora, no puedo esconder que hay problemas, que hubo 62 de aquellos que ganaron el concurso que hicieron trampa falsificando documentos, pero estamos investigando y tendrán que asumir su responsabilidad.
¿El hecho de que usted venga de la clase política podría generar ciertas suspicacias?
Cualquiera que conozca mi historia sabrá que yo llegué al Senado por el voto de opinión. Yo ni siquiera me considero un buen político porque caso peleas con todo el mundo. No tengo compromisos con nadie más que con el Presidente y el país.
¿Qué tan vargasllerista es?
Si me pregunta ideológicamente, mucho. Creo que es un gran líder.