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"Volvería a prohibir la reelección"

Diálogo político con el ex fiscal, ex procurador, ex congresista y hoy precandidato a la Presidencia por el Partido Liberal Alfonso Gómez Méndez.

Hugo García Segura
16 de marzo de 2009 - 11:00 p. m.

El tema de la seguridad democrática se ha convertido en tema de campaña y todos, hasta Rodrigo Rivera, quieren agarrar esa bandera ¿usted también?

Quien quiera que sea elegido Presidente de Colombia tiene, constitucionalmente, la obligación de combatir la delincuencia  en todas sus manifestaciones: guerrilla, paramilitarismo, delincuencia organizada y común. Toda seguridad en un Estado de Derecho no puede ser sino democrática y si por eso se entiende de que hay que continuar en la línea de combatir a la guerrilla, pues el Partido Liberal está en eso. Tengan la seguridad de que nosotros no vamos a repetir el Caguán, que fue un proceso conservador apoyado por muchos de quienes hoy están del lado del presidente Uribe.

¿A qué cree que juega Rodrigo Rivera?

Él es inteligente, ha sido presidente de la Cámara, pero yo diría que es un poco indoctrinal porque él fue jefe de debate de Serpa contra Uribe, y en ese momento ya se sabía qué pensaba Uribe. También se opuso a su reelección en el Congreso y después fue precandidato contra Uribe. ¿Cómo es que ahora se da cuenta de que lo de Uribe era tan bueno? Yo creo que lo que está buscando es pista burocrática.

Hay quienes dicen que el Partido Liberal perdió su vocación de poder...

La división liberal no es una división ideológica ni programática. Tampoco es que las masas se hayan ido del Partido. Se fueron unos dirigentes. Claro que nos afectó la elección de Uribe porque él se presentó como de origen liberal y muchos liberales votaron por él. Uribe tiene una concepción antipartidista y caudisllista del poder, por eso ha ido acabando con los partidos. Al conservador prácticamente se lo engulló. Hoy el conservatismo tiene puestos pero no tiene puesto, hasta el punto de que dice que si Uribe es candidato, ellos no postulan a nadie. En el pasado, el liberalismo ha tenido también momentos críticos. Lo que ocurre es que hay liberales impacientes que creen que si no hay puestos no hay poder y muchas veces para tener el poder hay que dejar de pensar tanto en los puestos.

Rudolf Hommes dijo hace poco que de todos los precandidatos liberales no se hacía un caldo...

Llama la atención que quienes ahora consideran que Uribe es insustituible o irremplazable sean los mismos que cuando arrancó tampoco le dieron chance, porque tenían un 4% en las encuestas. El doctor Hommes se está graduando como politólogo. A mí me satisface que ahora el nieto del general conservador Amadeo Rodríguez esté preocupado por la suerte del Partido Liberal, pero hasta donde recuerdo, él nunca ha sido militante activo del liberalismo sino funcionario de gobiernos liberales y otros menos liberales como el de Uribe. Nunca ha sido ni concejal, ni diputado, ni representante a la Cámara, ni senador por el Partido.

¿El liberalismo debe hacer coalición?

Son etapas. Por ahora me parece que el Partido debe escoger su candidato, que es lo que vamos a hacer en septiembre. Todavía no está completo el trique de la política porque falta saber qué va a pasar con el presidente Uribe.

¿Y será que Uribe si tiene ganas de lanzarse?

Uribe está muerto de ganas por lanzarse. Es más, vive lanzado. A él le gusta ser más candidato que Presidente. Las dificultades están en encontrar el mecanismo que lo habilite para ser candidato, porque yo veo ese referendo más enredado que un bulto de anzuelos. Y yo sí quiero lanzarle la propuesta al país: si soy presidente, vuelvo a prohibir la reelección. Es que en Colombia tenemos un presidencialismo demasiado acentuado y toda la política gira alrededor del él: es suprema autoridad de las Fuerzas Militares, maneja las relaciones exteriores y participa en elección de magistrados de todas las cortes, por no decir más.

¿Será que Uribe ya le hizo el guiño a Andrés Felipe Arias?

Es posible, al fin y al cabo es una persona muy cercana a él. Claro que no sé si el haberse retirado antes de que comenzara a correr la inhabilidad para el Congreso, pueda interpretarse que lo que está pensando es en encabezar una lista al Senado.

¿Y será que Juan Manuel Santos sí se va a meter?

Se tiene que meter. Imagínese si después de todo lo que ha hecho resulten en balde tantas puestas de cachucha. Él ha sido el gran beneficiado de muchos de los éxitos de la política de seguridad y es un animal político.

¿El uribismo será capaz  de ponerse de acuerdo para escoger candidato único?

Lo veo difícil, más aún cuando Germán Vargas Lleras es el que tiene más organización política. Y yo no lo veo cargando la maleta de otro.

De pronto Vargas Lleras regresa al liberalismo…

No se descarta que en algún momento regrese, no sé si para participar en la consulta interna o en una eventual consulta interpartidista entre candidatos no uribistas de origen liberal.

¿Por qué hay que votar por usted?

Daría dos o tres razones: soy un colombiano promedio, un hombre hecho a pulso, que no nació de privilegios ni apellidos. Me he formado para gobernar. He participado en todas las ramas del poder: Legislativo, Ejecutivo y Judicial. Conozco el Estado muy bien, pero además, por mi origen, tengo la sensibilidad social a flor de piel. Nunca he estado dando saltos ni volteretas y desde los 16 años he estado en el Partido Liberal.

¿Es una indirecta a alguien?

No, estoy respondiendo por mí.

Como ex fiscal ¿cuál es su opinión sobre la penalización de la dosis personal de drogas?

El tema del narcotráfico tiene que estar en la agenda del debate público. Hemos hecho todo lo aconsejado en la lucha contra el narcotráfico: aumentamos penas, establecimos legislación modelo para otros países, aplicamos la extinción de dominio, fumigamos. Pero la estrategia ha sido hasta ahora ineficiente. Más que pensar en la penalización, que es inútil, hay que replantear esa estrategia ante la comunidad internacional porque el consumo es en realidad un problema de salud pública.

¿Y lo de los tribunales terapéuticos?

Eso me hace acordar de los tribunales estalinistas, donde a los opositores políticos se les declaraba locos.

¿Usted se sentaría a hablar con las Farc?

Depende. Me sentaría solo si es para adelantar y culminar un proceso real de paz, sobre la base de que entiendan que no pueden tomarse el poder por la vía de las armas y que los colombianos no nos vamos a arrodillar ante ellos. Pero si es para comprometer territorio y para hacerles el juego a sus burlas, no.

¿Piedad Córdoba debería ser precandidata?

No soy quien para darle consejos. La respeto y me parece que ha sido una mujer valiente, pero ella tendrá que evaluar si es el momento de presentarse como precandidata o terminar la labor humanitaria. Si decide venir a la consulta, bienvenida.

¿Usted se considera el ‘Obama’ colombiano?

No lo plantearía en esos términos, aunque hay muchas coincidencias: somos afrodescendientes, venimos de clase media y nos hicimos a pulso, en cierta forma.

Por Hugo García Segura

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