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“Siempre estoy de buen humor”

Fernando Solórzano tiene alrededor de 520 discos, casi todos de rock. Al actor que interpreta a Henry en la novela ‘Vecinos’ lo cautiva una buena cintura. Dice que tiene el mal hábito de tomar aguardiente y que su fantasía es recorrer la India.

El Espectador
03 de septiembre de 2008 - 08:31 p. m.

El vecino más cansón que ha tenido.

Cuando era pequeño le pegábamos a las puertas de los vecinos y salíamos corriendo.

¿Y sigue siendo el rey?

Ya no.

¿Cuántos LP tiene su  colección?

Como 520, en su mayoría rock de los setenta.

Lo más atractivo que tiene.

Un LP de los Rolling Stones, que fue diseñado por Andy Warhol y donde aparece la cremallera de un bluyín.

Algo que quisiera estudiar.

Teoría musical.

¿Qué lo hace sonreír?

Un rostro bonito.

¿Siempre es de tan buen humor?

Sí, siempre lo tengo.

Lo más aburrido de las novelas.

La espera.

¿Qué lo enloquece de una mujer?

Su buen humor.

Un papel que le costó interpretar.

Uno que hice en una novela que se llamaba La heredera.

Un buen actor.

Enrique Carriazo.

¿Qué tiene de bueno  el cine colombiano?

En este momento el cine colombiano ha alcanzado técnicamente el sonido, fotografía, producción, pero falta la dramaturgia, la historia.

La canción que más canta.

Las caleñas son como las flores.

La película que le gusta repetir.

El Padrino, desde los quince años.

La locura más grande que ha cometido.

Irme una vez manejando a Villa de Leyva sin saber manejar.

¿Cuándo se desconecta?

Cuando coloco música.

¿Qué haría por dinero?

Trabajar.


Una rumba a la que no falta.

Taller de bacanería cuatro que yo dicto.

Una anécdota en sus tiempos de portero de bar.

En esa época parqueaban encima del andén y entonces una noche cuando terminó la rumba, los quince carros los habían robado y no me había dado cuenta.

El disco setentero que recomienda.

Led Zeppelin II.

El papel que rechazó.

Hasta ahora ninguno.

Una mujer despampanante.

Sara Corrales.

¿Qué lo cautiva?

Una buena cintura.

El programa de televisión que más le gusta.

Los Simpsons.

Un personaje que le costó dejar.

Óscar Cadena.

Una canción que no falta en sus presentaciones.

Homenaje a los embajadores de un grupo más raro, como de música caribeña, que se llama Kenya.

¿Cuándo ‘Perder es cuestión de método’?

Cuando es para aprender.

¿Con quién ha soñado trabajar?

Al Pacino.

Una producción que le gustaría realizar.

Me gustaría producir Macbeth en contexto colombiano.

Alguien para compartir un trago.

Claudia Jaramillo.

Un mal hábito.

El guaro.

El trabajo más aburrido que existe.

Ser celador.

¿Qué lo confunde?

La deshonestidad.

Su dosis mínima…

Dry Martini.

Un libro que tiene pendiente por leer.

De Héctor Abad Faciolince, El olvido que seremos.


Una fantasía…

Recorrer la India.

¿Qué tan fiel es?

Más de lo que suponen y menos de lo que supongo yo.

¿Cuál es su escudo?

El Valle del Cauca.

Un negocio.

Producción audiovisual.

¿Cuál sería un buen regalo?

La colección de Pink Floyd.

¿Qué no falta en su cocina?

El ajo.

Un lugar paradisiaco...

Tailandia.

¿A quién le debe una visita?

A la tumba de mi abuelo.

¿Qué loción usa?

Hugo Boss.

Una obra de arte.

La obra de Obregón.

Un  libreto.

Un tranvía llamado deseo.

Lo más caleño que tiene.

La salsa.

¿Qué le gustaría inventarse?

La fórmula de la memoria.

El marcador del partido Colombia vs. Uruguay.

2-1 ganando Colombia.

Su comida preferida.

La pasta a los tres quesos.

Por El Espectador

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