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Los nuevos hijos de la libertad

Encuesta del Inestco sobre los temas y personajes que inquietan a los jóvenes universitarios  colombianos. La mayoría se siente conmovida por la contaminación y la manera de vivir y amar con el peligro del sida.

Alpher Rojas Carvajal*
03 de enero de 2009 - 10:00 a. m.

Los jóvenes universitarios colombianos empiezan a constituirse en una masa crítica que crece distanciada de la juventud violenta de los estadios, las pandillas o los skinhead, grupos de los cuales algunos hicieron parte en su adolescencia para relacionarse con el entorno y acceder a satisfacciones ocasionales. Enfrentados a “un mundo que ya no se divide en dos campos, sino que ostenta una cantidad inabarcable de líneas de ruptura, de saltos y de abismos”, muchos de ellos confiesan haberse mantenido afiliados a “barras bravas”,  a “parches”, “galladas” o a “combos”, réplicas populares de los selectos clubes sociales de las clases altas, generadores de solidaridad familiar o de clanes, para resistir la represión de la autoridad, la discriminación social o el temor a la invisibilidad y el marginamiento cultural.

Hoy han encontrado en los libros, en la consagración al estudio, en la indagación científica o en la creatividad artística una forma de canalizar su rebeldía, al considerar el escenario del saber como el campo apropiado para impulsar cambios en el mundo que los ha oprimido. Les tienen recelo a las certezas, no a las incertidumbres. En este campo navegan con holgura e, incluso, ejercitan la problematización de la realidad.

Sus rupturas selectivas con la tradición y los afanes específicos por buscar nuevos espacios de inserción se reflejan, por ejemplo, en el hecho de que en ninguna respuesta aparece ese gran ícono colombiano de la literatura universal, Gabriel García Márquez. Aquí sus preferencias están por Juan Gabriel Vásquez, William Ospina, Enrique Serrano, Laura Restrepo y Héctor Abad.

A los encuestados en esta investigación preliminar no les dice nada en el campo de la producción de conocimiento el trabajo de personalidades como  Otto  Morales Benítez, de tan amplia figuración en la historiografía política nacional, o Manuel Elkin Patarroyo, emblemático personaje de la investigación científica, o Álvaro Mutis en la literatura. Para los jóvenes, “estamos sin duda en un cambio de época, no en una  época de cambio”, en la que el influyente papel de la investigación en la configuración de la realidad traza nuevos horizontes y genera posibilidades múltiples de creación y búsqueda de otros creadores.

Es evidente que el interés de la mayoría de los encuestados por adquirir algún día la ciudadanía científica dentro de los dominios epistemológicos contenidos en las ciencias duras, naturales o exactas, cuyo objeto es la explicación de un hecho por medio del método científico, de un modelo riguroso basado en la lógica y objetividad; o en su lado opuesto, las ciencias blandas, débiles o sociales, centradas en la explicación de una situación sin el apoyo de modelos científicos, matemáticos o rigurosos, cuyo modelo se basa en la subjetividad, en la interpretación a través de la vivencia y las condiciones o comportamientos humanos, se ha convertido en una meta atractiva de los jóvenes.

Las Matemáticas, la Física, la Astronomía, la Química, la Biología, las altas ingenierías o entre las sociales la Sociología, la Antropología, la Economía, con todo y lo que ellas exigen en términos de concentración extrema, dedicación, disponibilidad absoluta, rigor, siguen siendo las de mayor demanda para este grupo.

En este campo, Colombia puede tener la expectativa de contar con un potencial riquísimo de investigadores, doctores y científicos para los próximos diez años, más coincidente con las necesidades y expectativas del desarrollo nacional y de la sociedad en su conjunto. Aquí la influencia está determinada por científicos europeos, asiáticos y norteamericanos, como el geómetra ruso Grigori Perelman y su compatriota también Premio Nobel, Ilya Prigogine, el cosmólogo Stephen Hawking, el genetista molecular Mario Capecchi y el Premio Nobel y el Físico japonés Masatoshi Koshiba, principalmente. Y entre los colombianos, Édgard Cobo, Emilio Yunis, Wilson Lopera, Pedro Prieto, José Fernando Isaza, Jaime Arocha, William Ponce, María Victoria Uribe, Luis Fernando Castro Ramírez y Paul Bromberg.


Detalles de la encuesta

El Instituto de Estudios e Investigaciones Sociopolíticas y Culturales “Colombia Plural” (Inestco), realizó un sondeo de opinión entre quinientos estudiantes universitarios de último semestre de los principales centros de enseñanza superior de Colombia para, en primer término, seleccionar los “50 científicos, investigadores e intelectuales más influyentes del país y del mundo al comenzar el siglo XXI”, e indagar por asuntos que inquietan y motivan a los jóvenes que dejan sus estudios de pregrado e inician su vuelo hacia otros horizontes académicos o laborales.

Este perfil de los jóvenes estudiantes colombianos se ha hecho con base en el análisis y la interpretación de sus lecturas, de sus personajes favoritos en el campo de la ciencia, la academia y el arte; las reflexiones centrales en relación con sus inclinaciones ideológicas y su comportamiento político están basadas en el comentario opcional planteado por la encuesta.

Un tratamiento hermenéutico de las respuestas y de los personajes seleccionados en la encuesta nos indica que hay un renacimiento, una fuerte inclinación de los universitarios por los estudios marxistas, a través de analistas modernos que incluso promueven facetas de ese pensamiento no divulgadas suficientemente por críticos tradicionales.

Así, visiones marxistas de la sociedad desde la Economía, la Sociología, la Lingüística y la Política, son estudiadas a través de pensadores como Boaventura de Sousa Santos, James Petras, Atilio Borón, Immanuel Wallerstein,  François Houtart, Noam Chomsky, Heinz Dieterich, y desde un ángulo de compromiso menos identificado con el autor de El Capital o con autores como Douglas North, Ronald Inglehart, Michael Ignatieff y Ronald Dworkin, por ejemplo.

Estas tendencias encontradas tienen naturalmente epígonos y seguidores entre pensadores colombianos y, al propio tiempo, permiten comprender por qué las universidades públicas registran tendencias más libertarias que los entes privados, algunos de ellos como las universidades De la Sabana y Sergio Arboleda, abierta o cerradamente confesionales desde perspectivas ideológicas-religiosas y ortodoxas desde un enfoque económico.

Mientras en las primeras se estudia y se sigue el pensamiento de historiadores, politólogos y sociólogos progresistas como Víctor Manuel Moncayo, Medófilo Medina, Francisco Gutiérrez, Mauricio Archila, Leopoldo Múnera, Guillermo Hoyos y Libardo Sarmiento Anzola, en las segundas el pensamiento de Hayeck y Friedman viene de la mano de personalidades influyentes del establecimiento como Eduardo Posada-Carbó, Rudolf Hommes, Antanas Mockus, Alejandro Gaviria o Salomón Kalmanovitz.


Es preciso decir —con Ulrich Beck— que a la juventud colombiana la conmueve aquello que la política, en gran parte, excluye: ¿cómo frenar la destrucción global del medio ambiente? ¿Cómo puede ser conjurada, superada, la desocupación, la muerte de toda esperanza, que amenaza, precisamente, a los hijos del bienestar? ¿Cómo vivir y amar con el peligro del sida?: “Esto lleva a los hijos de la libertad a practicar una denegación de la política altamente política” (U.Beck: Hijos de la libertad, p. 11).

Metodología de la encuesta

A través de internet se tramitaron 500 formularios distribuidos en 30 universidades públicas y privadas e institutos especializados, en las cinco regiones del país, con cinco preguntas básicas:

1. ¿Cuál es el científico, investigador o intelectual más influyente al comenzar el siglo XXI en nuestro país?

2. ¿Cuál es el científico, investigador o intelectual del mundo más influyente al comenzar el siglo XXI?

3. ¿A qué le atribuye usted la influencia de ese personaje?

4. ¿Conoce la obra bibliográfica de su personaje?

5. ¿Puede citar tres nombres opcionales en esos mismos rangos y sus respectivas obras?

- Se pidió un comentario opcional sobre:

La significación de los aportes intelectuales de los más destacados pensadores en las diversas áreas disciplinares.

Determinar las condiciones teóricas de supuestos históricos de la creatividad científica y cultural de los más sobresalientes investigadores e intelectuales.

* Analista, investigador político y Director Nacional del Instituto de Estudios e Investigaciones Sociopolíticas y Culturales Colombia Plural (Inestco).

Las personalidades más influyentes de la tecnología en los últimos 150 años

El año pasado Intel, la compañía líder en el mercado de los microprocesadores y la creadora de la famosa línea de chips Pentium, reunió a un grupo de académicos, periodistas y expertos en tecnología de diferentes rincones del mundo para que eligieran a las 45 personas que más han influido en este campo de la ciencia en los últimos 150 años.


El ganador fue Sir Tim Berners-Lee, un inglés de 52 años que es considerado como el inventor y el protector de la web. Le siguen los fundadores de Google, el inventor del sistema de telegrafía sin hilos, el del circuito integrado y el padre del IBM PC. Sorprendentemente personalidades como Bill Gates o Michael Dell ocupan los puestos 31 y 44 respectivamente. Los diez primeros puestos de la lista fueron ocupados por:

1. Tim Berners-Lee

fundador de World Wide Web

2.Sergey Brin

cofundador de Google

3.Larry Page

cofundador de Google

4.Guglielmo Marconi

inventor de la radiotelegrafía

5.Jack Kilby

 inventor del circuito integrado

6.Gordon Moore

cofundador de Intel

7.Alan Turing

matemático que rompió el código de Enigma

8.Robert Noyce

 uno de los inventores del circuito integrado (chip) y fundador de Intel.

9.William Shockley

coinventor del transitor

10.Don Estridge

considerado el padre del IBM PC

Por Alpher Rojas Carvajal*

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