Productos del hogar: ¿causa de autismo?

Detrás del incremento dramático de niños con este trastorno en los últimos años se esconderían factores ambientales.

Redacción Vivir
12 de enero de 2009 - 10:00 p. m.

Un inusitado incremento en el número de niños nacidos con autismo en California, a lo largo de los últimos años, podría contener la clave para descifrar este desorden neurológico caracterizado por una interacción social limitada y problemas en la comunicación.

En 2006, en esta región de Norteamérica, se diagnosticaron 3.000 nuevos casos de autismo.  Cifra que resultó preocupante al compararse con la de 1990, cuando se presentaron apenas 205. ¿Qué podría haber cambiado en el ambiente para provocar un incremento de esta magnitud?, fue la pregunta que surgió entre las autoridades de salud.

Entre las hipótesis que han comenzado a barajarse figuran las las constantes migraciones que han llegado al estado de California, así como la mayor habilidad de los médicos para identificar el trastorno.

Pero ninguna de esas parece una respuesta suficiente según Irva Hertz-Picciotto, epidemióloga de la Universidad de California. Luego de analizar reportes de los últimos 17 años, y aplicar modelos matemáticos, Hertz pudo demostrar que ni las migraciones ni los diagnósticos más precisos eran suficientes para dar cuenta del fenómeno.

Las miradas se dirigieron entonces hacia posibles agentes ambientales que al entrar en contacto con las madres embarazadas o los recién nacidos afectaran su desarrollo cerebral.

Varias investigaciones en curso han comenzado a arrojar indicios al respecto. Entre las madres de hijos con autismo se ha podido establecer un mayor uso de productos que contienen sustancias como los ftalatos y organofosfatos. Champús para pulgas en las mascotas, vinilos, cosméticos, jabones antibacteriales, y otros productos para limpieza del hogar son fabricados con estas sustancias químicas capaces de provocar cambios en los sistemas inmunológicos de los recién nacidos y afectar el desarrollo neurológico.

No es la primera vez que se habla de causas ambientales relacionadas con el autismo. Antes se ha sospechado de las vacunas, partículas metálicas, pesticidas, entre otros productos químicos. Pero esta vez existe una posibilidad más fuerte de establecer el esquivo vínculo gracias a los casos en California.

Por Redacción Vivir

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