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Clases a larga distancia

Instituciones de educación superior del mundo entero decidieron grabar algunas de sus clases y hacerlas accesibles  a través de la web.

Lucía Camargo Rojas
22 de octubre de 2008 - 09:21 p. m.

Desde cualquier lugar del mundo usted puede presenciar una clase de Milton, poeta inglés, dictada por John Roggers, profesor del área de Inglés de la Universidad de Yale, con sólo prender un computador y hacer clic en la página web creada para tal fin y sin necesidad de estar matriculado en ninguno de los pregrados de la institución. Pero si está más interesado en la astronomía, puede intentar ingresar a la clase de Fronteras y Controversias de la Astrofísica o buscar entre los 15 cursos que hoy en día ofrece la universidad.

Desde hace más de dos años, la universidad de Yale decidió grabar algunas de las clases dictadas en la institución para montarlas en su página web junto con todo el material necesario, como la transcripción de las cintas y las lecturas complementarias, para que cualquier persona pueda seguir sin dificultad los contenidos de la asignatura.

El objetivo, explica Diana E. E. Kleiner, directora del proyecto  Cursos Abiertos de Yale, consiste en “compartir los contenidos académicos e intelectuales de la universidad con el mundo para participar activamente en la democratización del conocimiento”.

Pero la universidad norteamericana no es la única que decidió abrir sus contenidos al público . La lista de instituciones de educación superior que han optado por publicar en la web cursos de libre acceso se encuentra en la página web del Consorcio de Cursos de Contenido Abierto (Open Course Ware Consortium) y consta de más de 100 miembros de países tan diversos como Rusia, Afganistán, Australia, Brasil, Chile, China, Francia, México, entre otros.

Clases virtuales en Colombia

En nuestro país, la Universidad Nacional es pionera en publicar contenidos y material de clase en la web. Así lo afirma Henry Mendoza, director de servicios académicos virtuales de la institución. “Yo monto mis clases y me llegan comentarios de personas de varios lugares del mundo, pidiéndome que les de alguna explicación extra”.

Adicionalmente, la institución colombiana abrió, desde este año, un programa especial de admisión y movilidad académica, que fue diseñado en el 2007 por Julio Colmenares, director de la sede de Orinoquia de la universidad, y Pablo Guatame, asesor académico del mismo centro educativo. “Nos dimos cuenta de que los jóvenes de la región (que comprende los departamentos de Arauca, Casanare, Guainía y Vichada), después de alcanzar el grado de bachiller, no accedían a una formación profesional y quisimos construir un proyecto que les permitiera ingresar a los pregrados de nuestra institución”, explica Guatame.

Debido a que la sede Orinoquia tiene capacidad para albergar a 70 alumnos y tan sólo cuenta con dos profesores de planta, Colmenares y Guatame buscaron la manera de llevar la formación de pregrado que se imparte en la Universidad Nacional de Bogotá, Medellín, Manizales y Palmira a la ciudad de Arauca. Después de una exhaustiva investigación, concluyeron que la mejor forma de hacerlo consistía en lograr que los jóvenes de la región cursaran en la sede aquellas asignaturas que son comunes a varias carreras como Matemáticas, Física, Química y Biología y que se dictan en las otras ciudades.

Pero, ¿cómo podían asistir los estudiantes de Arauca a las clases impartidas en las otras sedes? Utilizando la misma herramienta que se ha explotado en los cursos universitarios a distancia: la de la grabación de las clases, con la diferencia de que, en este caso, mientras las asignaturas se dictan y graban los alumnos de la Orinoquia, simultáneamente, pueden presenciarlas de la misma forma que lo hacen los jóvenes que acompañan al profesor en su aula y si lo desean, incluso, tienen la posibilidad de preguntar cualquier inquietud al docente, a través de un micrófono.

Claro está, la diferencia fundamental entre estos cursos y los de contenido abierto consiste en que los alumnos de la sede Orinoquia sí están matriculados en la universidad y deben pasar por un proceso de admisión, que consiste en un examen de aptitudes y conocimientos.

La iniciativa ha sido tan exitosa que también se está implementando en las sedes Caribe y Amazonia de la universidad. Omar Velandia, quien cursa actualmente el ciclo básico de Ingeniería en Arauca, confiesa que “uno siente como si estuviera con el profesor en la misma aula. No hay diferencia y acá es muy divertido porque nos ayudamos entre todos”.

Por Lucía Camargo Rojas

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