Tan pronto se abren las puertas de una tienda o pisamos un centro comercial, sobre todo en época de Navidad y fin de año, cuando en las vitrinas brillan los artículos de moda y en los escaparates abundan tentadoras ofertas, nuestra personalidad es sometida a una dura prueba.
Algunos saldrán bien librados comprando lo justo según su salario y ahorros. Otros, en cambio, arrastrados por un incontrolable impulso, llegarán a la caja registradora dispuestos a endeudarse y apenas preparados para lidiar en los próximos meses con la culpa de sus excesos.
Paul Albanese, economista del Kent State’s College of Business Administration, asegura que los contrastes entre los compradores radican en el desarrollo de la personalidad. Desde un enfoque multidisciplinario, en el que entran en juego la psicología, sociología, economía y el psicoanálisis, Albanese se ha dedicado por más de 25 años a estudiar la interacción de la psiquis y la manera en que compramos.
A cuatro se reducen los tipos de compradores, según Albanese: normal, neurótico, primitivo o psicótico. Conocerlos en detalle puede resultar una herramienta útil no sólo para el comprador, sino también para su contraparte, el vendedor.
“Los compradores normales hacen planes y siguen paso a paso esos planes”, explica Albanese refiriéndose al primer grupo de personas que gracias a un desarrollo propicio de su personalidad mantienen en cierto equilibrio sus vidas, “son personas que gastan menos de lo que ganan y ahorran para futuras compras”.
En contraste con estos compradores, para los individuos neuróticos salir de compras puede ser una experiencia incómoda. La ambivalencia, la indecisión y la culpa pueden abrumarlos. Pero los verdaderos problemas recaen en los primitivos y los psicóticos. Para el experto, en estas dos categorías se agrupan personas con niveles de personalidad más inmadura. Entre los primeros, decir no a un nuevo antojo puede ser tan difícil como para un alcohólico rechazar una copa, llegando a gastar mucho más del dinero con que cuentan. Algo similar ocurre con los psicóticos, capaces de gastar cantidades exorbitantes de dinero en una sola salida.
“Hasta que usted no logre ver que existen diferencias cualitativas en los patrones del comportamiento no podrá entender realmente qué motiva al consumidor”, señala el experto quien por supuesto, pretende guiar a líderes del mercado antes que prevenir a los consumidores. Pero descifrar sus propias motivaciones al entrar a un almacén tal vez le ayuden a ponerse a salvo de esos anzuelos del mercado.
Clasificación de los compradores
En su libro ‘El continuum de la personalidad y el comportamiento del consumidor’, Paul Albanese plantea cuatro tipos de compradores:
1. Normal: gastan menos de lo que ganan, son buenos ahorradores y planean con prudencia sus actividades de compra.
2. Neurótico: invierten largas jornadas cuando van de compras, agotando a las personas que los acompañan, usualmente compran poco y si lo hacen pueden arrepentirse y querer devolver la mercancía.
3. Primitivos o compradores compulsivos: suelen gastar mucho más dinero del que tienen, hacen compras innecesarias, y a menudo las esconden. Su comportamiento les acarrea problemas familiares.
4. Psicóticos: caen en episodios de gastos astronómicos con consecuencias legales, profesionales y familiares serias.
Consejos para comprar por internet
Si ha tomado la decisión de comprar sus regalos de Navidad por internet, es importante que tenga en cuenta los siguientes consejos, publicados en el diario The Guardian, y de esta forma asegure que los regalos lleguen a salvo y a tiempo.
En primer lugar, revise que la página web sea segura. Es mejor comprar en los lugares grandes y conocidos. De no ser posible, al menos cerciórese de que cuando haga la transacción aparezca el símbolo del candado y el https en la dirección. Además, es bueno que revise si la página es miembro de algún tipo de esquema de acreditación, como Comprar en Internet es Seguro (Internet Shopping is Safe).
También puede confirmar que el vendedor es confiable, llamando al número telefónico que aparece en la página.
Tenga cuidado con eBay. Cerciórese de que en la descripción se aclare que el producto funciona correctamente y que tiene una garantía vigente a pesar de ser usado.
Cuidado con los juguetes
En esta temporada navideña, los padres deben tener cuidado a la hora de elegir los juguetes que darán de regalo a sus hijos. Pececitos plásticos, pistolas de agua, flores artificiales y carritos, entre otros, pueden llegar a ser perjudiciales para la salud de los pequeños. Así lo explica el informe Problemas en el mundo de los juguetes del Grupo de Investigación en el Interés Público estadounidense (PIRG, por su sigla en inglés), organización sin ánimo de lucro.
El informe, que se ha venido realizando durante 23 años, detalla las amenazas tóxicas que tienen el plomo y los ftalatos en los menores.
La exposición de un niño al plomo puede resultar en un menor coeficiente intelectual, retrasos en el desarrollo mental y físico e incluso la muerte. Según el PIRG, un niño de cuatro años murió de envenenamiento con plomo en 2006, después de tragarse un brazalete que contenía 99% de su peso en plomo.
Por otro lado, los ftalatos, que pueden encontrarse en los juguetes de plástico blando, causan problemas graves como inicio precoz de la pubertad y conteos espermáticos bajos.
Por eso, la vocera del PIRG, Elizabeth Hitchcock, aconsejó a los padres evitar comprar los juguetes baratos fabricados en el extranjero (sobre todo en China) que son los que contienen grandes cantidades de plomo y ftalatos.