Las piscinas, el mar y los ríos siempre son una alternativa interesante, pero también representan un peligro latente para la salud, especialmente para los oídos por el riesgo de infecciones.
La otitis es una dolorosa molestia que generalmente aqueja a los niños y se presenta por una acumulación de agua en el oído medio. La presión afecta el tímpano y sus zonas contiguas y en los casos más graves llega incluso a producir una infección en el conducto auditivo.
El doctor José Rivas, especialista en otorrinolaringología, sostiene que para evitar amarguras en los viajes vacacionales lo mejor es tomar medidas preventivas. La más importante de ellas sería la de recurrir al uso de tampones que eviten el ingreso de agua o algún objeto extraño que pueda desencadenar una inflamación. Si la persona ya padece alguna afección respiratoria es mejor evitar el contacto con el agua.
El médico también sugiere que en caso de que el dolor aparezca lo mejor sería consultar a un especialista. Sin embargo, de no ser fácil, lo recomendable es tomar analgésicos o antiinflamatorios de venta libre y evitar remedios caseros como el humo de cigarrillo y la aplicación de agua oxigenada, vinagre o ruda.
Si la molestia es causada por un cambio de altura repentino, que puede darse al montar en avión o al viajar por carretera, masticar chicle resulta una alternativa efectiva. Así que, después de la prevención, que venga la diversión.