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Quejío en cante hondo

La artista antes conocida como La Niña del Puerto presentó en Colombia sus ‘Otras verdades’: canciones clásicas en otra voz.

Juan Carlos Piedrahíta B.
05 de julio de 2013 - 03:00 a. m.
‘Otras verdades’ es el cuarto álbum de India Martínez. / Andrés Torres - El Espectador
‘Otras verdades’ es el cuarto álbum de India Martínez. / Andrés Torres - El Espectador

India Martínez sintió el llamado del quejío, ese estilo prolongado y profundo de hacer coplas en el flamenco. Con él quiso dar pinceladas coloridas de su ubicación histórica y geográfica, porque para esta artista española el haber empezado con el cante le ayudó a entender otras manifestaciones musicales de diversas latitudes. Gracias al flamenco identificó, por ejemplo, algunas raíces del folclor en América Latina. Desde su interpretación desgarrada y como si tuviera arena en la garganta entendió que la ranchera, el tango y el bolero podían estar hermanados con sus tradiciones.

Con el flamenco marcándole el compás a sus creaciones, pero también a sus habilidades como cantante, India Martínez, cuyo verdadero nombre es Jennifer Jessica Martínez Fernández, empezó a destacarse en la música, y en su natal Córdoba fue rebautizada como La Niña del Puerto.

“Las mezclas que yo he hecho desde que era La Niña del Puerto me han dado pureza y me han ayudado a determinar mi propia forma de entender la música. La mezcla me va guiando, con ilusión y con inexperiencia. En el primer disco, Azulejos de lunares, lo que uno encuentra es una búsqueda. En la siguiente producción, Despertar, que duré haciéndola cuatro años, se manifiesta una exploración más acertada; mientras que la tercera, Trece verdades, me obligó a hacer un cambio rotundo”, cuenta India Martínez, quien lanzó el año pasado en Europa su cuarto registro, Otras verdades, presentado esta semana en Colombia.

Por interpretaciones ajenas como las de Mecano en Me cuesta tanto olvidarte, Luis Fonsi en No me doy por vencido, Alejandro Fernández en Canta Corazón y Camarón de la Isla en Nana del caballo grande, India Martínez se inclinó por la realización de este álbum. Al comienzo se dejó llevar por la voz, por la melodía o el ritmo, y tanto le gustó que se las apropió sin prudencia. Esa asimilación la hace primero con la voz y con el piano, y a partir de ahí va creándole el nuevo ambiente a la canción seleccionada.

“En Otras verdades, Riki Rivera y David Santisteban, mis dos productores, fueron la mezcla perfecta. Ellos me conocen tanto que cuando nos ponemos a trabajar juntos yo les dibujo el giro de cada instrumento con mi voz y ellos logran entenderme. Su función fue realizarme el traje a la medida y hoy nadie es tan capaz de reproducir lo que quiero hacer de la forma en que lo hace esta dupla”, relata India Martínez, quien después de los títulos de cada canción decidió incluir una reflexión, un consejo o un pensamiento para demostrar que las disfrutó y padeció como propias.

Para este disco, la artista española optó por la pureza. Quería transparencia en voces e instrumentos y por eso tomó la decisión de emplear un formato orgánico, sin efectos ni ayudas tecnológicas. En Otras verdades están presentes los cuatro elementos naturales y la tarea de India Martínez fue buscar el quinto ingrediente, y lo encontró en su voz, en su quejío.

Por Juan Carlos Piedrahíta B.

 

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