Javier Bardem y Josh Brolin, compañeros en la película 'No es país para viejos' ('No country for old men') protagonizaron un beso antes de entregar los Oscar a mejor guión original y mejor guión adaptado. Sin embargo, este acto de cariño entre los actores sólo fue visto por los asistentes del Teatro Kodak de Los Ángeles, donde se realizó la ceremonia el pasado domingo.
Pero la foto salió a la luz pública gracias a la agencia de noticias AP, quien tomó la foto que publicó el diario inglés The Telegraph, y que luego fue tomada por otros portales de internet, como AfterElton.com, dedicada al mundo homosexual.
El beso, que en realidad no fue más allá de un roce labio contra labio, fue precedido por un baile y no se vio porque la cadena ABC, responsable de los derechos de transmisión, emitió el programa con 7 segundos de retraso (para poder controlar cualquier situación como la protagonizada por Janet Jackson en el Super Bowl), por lo que tuvieron la oportunidad de enfocar a una sonriente Penélope Cruz.
Este acto se suma a la avalancha de críticas que ha recibido la Academia de Hollywood tras la ceremonia 83 de los Oscar, que han sido catalogados como uno de los peores de la historia (por la presentación de Anne Hathaway y James Franco), y ahora son acusados de homofóbicos.
ABC aún no se ha pronunciado al respecto, pero sí lo hizo Bruce Cohen, uno de los productores de la gala, quien afirmó que el baile y el beso entre Javier Bardem y Josh Brolin no estaban en el guión y que su intención siempre fue cortar a un plano de Penélope Cruz mientras la audiencia aplaudía la introducción de Bardem y Brolin, por lo que eso fue lo que hicieron.
Seguramente si los productores hubieran emitido el famoso beso la audiencia de la gala no hubiera caído 7 por ciento respecto al año 2010.
Pero este beso no es el primero que se da en una gala en directo, ni será el último. Uno de los más recordados fue el que se dieron en unos premios MTV las cantante Madonna con Christina Aguilera y Britney Spears; y el de las actrices Sandra Bullock y Scarlett Johansson, también en una gala de MTV.
Sin embargo, el mayor escándalo en una ceremonia en vivo lo protagonizó Janet Jackson dejó ver su seno cuando cantaba a dúo con Justin Timberlake en el Super Bowl de 2004.