La otra faceta de John Malkovich

Muchos conocen las facetas histriónicas e interpretativas del actor John Malkovich, recordado especialmente por su papel como el vizconcde de Valmont en Las Amistades Peligrosas, como también por Quemar después de leer y la última de acción, Red al lado de Bruce Willis.

También es conocido su lado de productor y director cinematográfico pero pocos sospechan que una de sus actividades esté destinada a la moda y a desentrañar las líneas del cuerpo masculino para volverlo ropa. “Siempre he cultivado el interés y amado la moda. Me gusta el diseño, me gustan los detalles y para mi es simplemente otra forma de expresarme. El estilo es importante e intento confluirlo en mis creaciones” afirma Malkovich sobre su manera de ver la moda.

Technobohemian es la marca que fue inspirada en la apariencia de un bohemio del nuevo milenio. Malkovich piensa que era necesario volver a interpretar la figura del bohemio, lejos de la manera tradicional y volverla cosmopolita y comprometida con el mundo tecnológico de la actualidad.

Malkovich no solo presta su nombre para una marca, de hecho, no deja escapar ningún detalle y es él mismo quien diseña y hace los bocetos en cuadernos de ensayo, es él quien escoge las telas al lado de su equipo italiano, quien siempre tiene en cuenta la calidad y la expresión de las texturas.

Toda la producción de las colecciones es hecha completamente en Italia, el país epítome del diseño y del buen gusto en el vestir. A pesar de que conserva una herencia clásica de la moda masculina, quizá es el manejo del color y los juegos con los tonos con los que da toques de vanguardia a sus diseños. Sin embargo, la semana pasada le confesó al diario El País en Berlín, mientras le hacían un homenaje a toda su carrera: “Busco crear prendas únicas, con materiales de calidad, pero que se puedan llevar con unos jeans. No soy entusiasta de los diseños rompedores, así que no creo que lo que hago atraiga a los fashionistas”.

Malkovich piensa que hay una relación directa entre la labor del actor y del diseñador, siempre pidiendo prestado y observando lo que los otros hacen y tomando diferentes roles para reinventarse.

Quizá algunos lo vean como otro de sus caprichos artísticos más que una alternativa de negocio. Sus ideas creativas lo llevan a llamar a algunas de sus creaciones con inspiraciones literarias y de arte como “El Jardín de Freud” o “Paisaje de Schiele”.

Total, su línea de ropa tiene una fiel clientela y capta nuevos clientes con los lanzamientos de las nuevas colecciones. Pero eso, parece ser un punto secundario en las preocupaciones de Malkovich. Lo suyo es más que todo el arte.