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Las plantas trepadoras cautivan la imaginación con su belleza y versatilidad, embelleciendo jardines, paisajes naturales y estructuras arquitectónicas con su exuberante follaje y flores coloridas. Desde las elegantes fachadas históricas de Cartagena hasta las casas urbanas de Bogotá, estas enredaderas han dejado una marca indiscutible en el paisaje colombiano. Su capacidad para adaptarse a una variedad de entornos, desde las selvas tropicales hasta las regiones templadas, las convierte en una opción popular para paisajistas y jardineros aficionados.
Por su extensa popularidad, aquí le ofrecemos una guía completa sobre el cuidado y mantenimiento de estas plantas, ya sea que las tenga en la fachada o en el interior de su hogar.
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¿Qué son las trepadoras?
Las trepadoras, como sugiere su nombre, son plantas que poseen la notable habilidad de trepar y adherirse a estructuras tanto verticales como horizontales mediante distintas estrategias de crecimiento. Se distinguen por tener tallos delicados que no pueden mantenerse erguidos por sí solos, lo que hace necesario que busquen apoyo en su entorno. Este soporte puede ser proporcionado tanto por elementos naturales, como árboles u otras plantas, como por estructuras artificiales, tales como enrejados, paredes o edificaciones.
Existen cuatro tipos de trepadoras:
- Trepadoras de tallos volubles: Estas plantas se caracterizan por enrollarse alrededor del soporte más cercano. Utilizan tallos delgados y flexibles que les permiten ascender con facilidad. Aunque suelen ser de naturaleza herbácea, algunas pueden presentar tallos leñosos. Entre las especies populares se encuentran la madreselva, las capuchinas, las campanillas y las glicinas.
- Trepadoras de raíces aéreas: Este tipo de plantas desarrolla raíces pequeñas que se adhieren al soporte más cercano, e incluso se pueden arraigar en paredes. La hiedra y la trompeta china son ejemplos bien conocidos de esta categoría.
- Trepadoras de zarzillos: Estas plantas utilizan zarzillos, que pueden ser tallos, hojas o pecíolos, para asirse a su soporte. Algunos ejemplos incluyen las pasionarias, los guisantes y las clemátides.
- Trepadoras de tallos endurecidos o lianas: Conocidas también como bejucos, estas plantas, típicamente originarias de zonas tropicales, presentan tallos ramificados y endurecidos. Su adaptación les permite ascender y buscar luz en entornos densamente forestados.
Algunas plantas trepadoras pueden utilizar más de un método para trepar. Por ejemplo, la hiedra puede usar tanto raíces aéreas como zarcillos para adherirse a su soporte.
Cuidados
En general, las trepadoras son de fácil cuidado, por lo que puede tener una si es principiante en la jardinería. Sin embargo, es importante tener en cuenta desde un principio en dónde desea plantarlas, ya que pueden crecer rápidamente si no mantiene un control, llegando a invadir áreas no deseadas. Además, su capacidad de enredarse y adherirse puede hacer que cortarlas sea una tarea complicada y potencialmente perjudicial para la planta.
Por ello, antes de tenerlas, considere:
- El espacio: Las plantas trepadoras pueden alcanzar alturas de 15 a 20 metros, por lo que asegurase de tener un espacio vertical suficiente para que se expanda sin restricciones.
- Evite la aglomeración: Plantarlas demasiado juntas puede limitar su acceso a la luz solar y la circulación de aire, lo que las hace más propensas a enfermedades y plagas.
- Respeta las distancias: Deje un espacio adecuado entre plantas trepadoras y otras estructuras del jardín para evitar que se enreden o asfixien entre sí.
- La iluminación: La luz es un factor crucial para las trepadoras, ya que algunas prefieren la sombra, mientras que otras prosperan con la luz solar directa. Por lo tanto, es importante tener en cuenta las preferencias de cada especie al ubicarlas en el jardín. Aquellas que prefieren la sombra deben ser protegidas del sol directo para evitar quemaduras en sus hojas y aquellas que prosperen en la luz, deben de tener un riego matutino para evitar que se sequen durante el día.
Soporte:
- Tipos de soporte: Existen diversos tipos de soportes para trepadoras, como celosías, pérgolas, rejas, arcos o incluso árboles robustos. Elija el soporte más adecuado según la especie de trepadora y el estilo que desea para su jardín.
- Guía de crecimiento: Oriente los tallos de la planta hacia el soporte para que trepen y se adhieran correctamente. Puede usar cuerdas o tutores para ayudarlas a trepar en la dirección deseada.
Riego:
En este punto, la cantidad de agua que necesita estas plantas puede variar considerablemente según el entorno en el que se encuentre, por lo que todo depende de la trepadora que tenga. Factores como el clima pueden influir significativamente en sus necesidades de riego.
- Clima de la zona: Las condiciones climáticas, como la cantidad de lluvia y la temperatura, influirán en la necesidad de riego. En lugares con clima más seco y cálido, como Cartagena, se requerirá más riego que en regiones con lluvias frecuentes como Bogotá.
- Tipo de suelo: Los suelos arenosos retienen menos agua que los arcillosos, por lo que las plantas en suelos arenosos pueden necesitar riegos más frecuentes.
- Especie de la planta: Algunas especies de trepadoras necesitan más agua, ya que les gustan los suelos húmedos y otras pueden ser más resistentes a la sequía, por lo que necesitará regalar una vez a la semana.
Abonado:
- Para plantas en suelo, puedes usar abonos orgánicos, minerales o una combinación de ambos.
- En macetas, opta por fertilizantes de liberación lenta aplicados en primavera, verano y otoño.
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Poda:
La poda es fundamental para el cuidado de las trepadoras, ya que no solo ayuda a controlar su crecimiento y espacio, sino que también puede estimular su desarrollo y mejorar su salud. Sin embargo, es importante tener en cuenta que existen diversas técnicas de poda que deben adaptarse a las necesidades y características específicas de cada planta a lo largo de su ciclo de vida.
- Poda de formación: Se realiza durante los primeros años de vida de la planta para guiar su crecimiento y darle la forma deseada.
- Poda de rejuvenecimiento: Elimina ramas viejas, leñosas o improductivas para estimular el crecimiento nuevo y vigoroso de la planta.
- Poda de floración: Se realiza en algunas especies para estimular la producción de flores y frutos. Suele consistir en eliminar ramas que han florecido o acortarlas ligeramente.
- Poda de limpieza: Elimina ramas secas, enfermas, dañadas o entrecruzadas para mantener la planta sana y mejorar su aspecto.
Ojo: No corte demasiado, ya que esto puede debilitar la planta. Si no está seguro de como hacerlo, consulte a un jardinero para que le brinde asesoría.
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