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¿Cómo entender a un gato?

Esto es importante para que el felino se sienta en un entorno seguro y lleno de bienestar. En caso de que tenga comportamientos nunca antes vistos, lo mejor es llevar a la mascota al veterinario.

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05 de mayo de 2024 - 04:45 p. m.
Así es el gato con la cola más larga del mundo. Tiene 5 años, pesa nueve kilos y vive en Estados Unidos.
Así es el gato con la cola más larga del mundo. Tiene 5 años, pesa nueve kilos y vive en Estados Unidos.
Foto: Instagram: starcats_detroit

Comprender a su felino le puede ayudar a proporcionarle mejores cuidados y para conseguirlo necesita observar al animal e interpretar su lenguaje no verbal, que se asocia con el movimiento de las orejas, ojos, expresión facial y postura corporal, según Purina, expertos en perros y gatos.

A continuación encontrará las diferentes formas en que puede analizar a su felino, para tener una conexión especial con él y para empezar a entender la razón de ser de sus comportamientos, al punto de que sepa lo que requiere la mascota solo con una mirada.

Comunicación no verbal

Aquí son esenciales las orejas y ver su posición, ya que a través de ella el peludo expresa su estado emocional y su nivel de alerta. Los expertos dan estas claves para saber qué significa su postura:

  • Cuando están erectas, apuntando hacia arriba, indican que están tranquilos.
  • Si están erectas, pero apuntando hacia los lados, significa que están enfadados.
  • Las orejas bajas y hacia los lados, connotan ansiedad y actitud defensiva.
  • Si están completamente bajas y hacia atrás, pueden sentirse molestos o tener miedo.

Para tener información más precisa sobre lo que manifiesta su gato, debe fijarse en otros aspectos del cuerpo del animal. Si el felino, además de tener las orejas bajas y hacia atrás, también muestra las pupilas dilatadas, podría tratarse de miedo. “En cambio, si las pupilas son más pequeñas, manténgase alerta, porque esto connota que está enfadado y lo puede atacar”, agrega Purina.

Convivencia con otros gatos

Las peleas entre mascotas pueden convertirse en una actividad frecuente. Aquellos peludos que han sido castrados o que desde pequeños están acostumbrados a estar con otros animales, toleran mucho más compartir su hogar. Las peleas suelen desembocar en una lucha y demostración de fuerza que se caracteriza por el pelo erizado, los maullidos, los arañazos y los bufidos. Estos son algunos de los motivos:

  • Competencia por el dominio de las hembras
  • Conflictos territoriales
  • Confrontación por el acceso a la bebida o comida
  • Miedo entre ellos
  • Dolor durante el juego
  • Conflicto mientras la hembra cría a su camada
  • Aparición de un nuevo gato en casa

Para solucionar esto, puede diferenciar los espacios vitales de cada uno separando sus bebederos y comederos, ubicar sus areneros en distintos lugares y crear zonas de descanso diferenciadas. Si no hay mejoría, le recomendamos que acuda a un etólogo, que es un veterinario especializado en la conducta animal.

Agresividad en gatos

Estas criaturas son sensibles y tienen muy marcado el sentido del territorio. Los cambios en su entorno físico o social pueden provocarles reacciones extremas, por ejemplo, ante el miedo el felino puede soplar, dar golpes con las patas y huir. Mientras que, cuando están a la defensiva, se ponen al acecho, emiten sonidos penetrantes o aúllan.

Estas reacciones son provocadas por los sentidos de la vista, el olfato, o los ruidos que emiten los gatos desconocidos en el exterior. Sin embargo, en algunos casos, nunca se llega a identificar el origen real de la agresión. Por ello, lo recomendable es llevar al felino al veterinario para determinar si existe un problema de carácter médico que cause este comportamiento.

Comportamientos destructores

“Cuando los gatos se afilan las garras, no lo hacen solo para mantenerlas en buen estado, sino sobre todo para marcar su territorio, dejando señales visibles y olfativas. Incluso algunos gatos muerden materiales como el cuero, el cartón o los tejidos”, explican los expertos.

Para evitar esto, debe facilitarle una alternativa como un trozo de tela o alfombra viejas, un tronco de madera de corteza suave, trozos de madera tierna. Y si detecta que el comportamiento destructivo del gato no se calma con algunas de estas soluciones, le recomendamos que acuda al veterinario para que analizar actitudes desde una perspectiva profesional.

Recuerde que conocer algunas de estas conductas y saber qué quiere decir su mascota mejora la convivencia y el bienestar que le pueda proporcionar a la mascota. Si usted nota alguna actitud diferente o extraña, lo ideal es consultar a un veterinario para que le diga qué es lo mejor para su gato.

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