Ingenieros colombianos enseñan a niños a que programen sus propias prótesis

Fabrilab, una organización colombiana que se dedica a crear extensiones de brazos y piernas para niños de bajos recursos, tiene sus bases en el código abierto y el desarrollo de software libre. Christian Silva, uno de sus creadores, habla de la importancia y necesidad de compartir el conocimiento.

Edwin Bohórquez Aya @EdwinBohorquezA
30 de enero de 2020 - 02:05 p. m.
Wílmer Garcia, Christian Silva (centro) y Antonio Pulido.  / Edwin Bohórquez Aya
Wílmer Garcia, Christian Silva (centro) y Antonio Pulido. / Edwin Bohórquez Aya

¿Qué es lo que están haciendo Fabrilab y Red Hat?

Empoderar con tecnología a los niños que tienen una necesidad desde una prótesis, una solución, que nosotros podemos desarrollar usando nuevas tecnologías, como la impresión 3D, diseño asistido por computador, escáner 3D.

Utilizamos una metodología open source con conocimientos tipo STEM de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, con el objetivo de que el niño pueda recibir ese conocimiento y formar poco a poco todo lo que requiere para poder generar sus propias soluciones, en este caso las prótesis que ellos requieren para poder realizar actividades como tomar un lápiz, jugar o alimentarse.

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Desarrollamos un equipo multidisciplinario en donde participan psicólogos, terapeutas ocupacionales, fisioterapeutas, ortesistas protesistas, ingenieros biomédicos, artistas plásticos y, en mi caso, ingeniero mecatrónico. Trabajamos para hacer esto posible, diseñamos y desarrollamos talleres de cocina, de artes, de robótica, con el objetivo de que el niño se pueda involucrar con este conocimiento a partir de estos talleres.

Le están diciendo al niño desde pequeño que sí lo puede hacer. ¿Cómo lo enamoran de la ingeniería y le hacen entender que se trata de un impacto social?

Nosotros trabajamos los contenidos según la edad, y lo hacemos con los terapeutas ocupacionales de la Escuela Colombiana en Rehabilitación. Un niño de, digamos, cinco años no puede recibir el mismo contenido del niño de 12 años. Son niveles de conocimientos distintos. Entonces, poco a poco, el niño puede recibir ese conocimiento, ya sea desde el componente lúdico o la interacción entre ellos mismos.

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¿Qué han logrado?

Esto ha sido poco a poco. No teníamos componente de rehabilitación. Vimos esa necesidad para que los niños se pudieran adaptar mejor a las soluciones, entonces comenzamos desarrollando la soluciones, pero nos dimos cuenta de que los niños, a pesar de que tenían una solución, no se identifican mucho con ella, entonces, por sugerencia de ellos mismos, desarrollamos las prótesis con los diseños de los superhéroes.

Una vez desarrollamos estas prótesis con esa personalización los niños se identificaron mucho más, pero eso no era suficiente, se necesitaba desarrollar protocolos de entrenamiento para que los niños aprendieran a manejar correctamente sus soluciones, y a medida que fue pasando el tiempo fuimos integrando más y más profesionales dentro del proceso. Todo esto se resume en un protocolo para que la adaptación de las prótesis sea más posible en los niños.

¿Y cómo entra Red Hat?

Siempre hemos llevado una filosofía de trabajo como makers, y como makers tenemos claro el concepto del código abierto, open hardware, open software, además del componente de innovación abierta. RedHat desarrolla desde el código abierto y nosotros venimos trabajando con ellos de manera colaborativa, inculcando la filosofía del código abierto, la filosofía maker en los niños, y así también reforzar los componentes STEM en ellos. Debido al déficit que hay en este momento de ingenieros, tecnólogos y matemáticos, es necesario que los niños desde muy pequeños participen de estas actividades, se empapen de conocimiento y a futuro pueden enfocar sus carreras y sus vidas hacia estos conocimientos.

¿Qué pasa con los papás? Porque pueden ser el gran apoyo o el obstáculo.

La mayoría de papás que están con nosotros son de muy escasos recursos, una jornada laboral de 7 de la mañana a 7 de la noche, no tienen el tiempo para comprometerse con sus hijos en esto en cuanto a compartir conocimiento nuevo con ellos. Nosotros somos una alternativa para ellos, que no tienen los conocimientos desde el mismo colegio, desde el entorno que ellos manejan, al evangelizar a sus niños con este tipo de tecnología. Entonces llegamos como una alternativa para brindarles esa posibilidad que no tendrían de otra manera, dadas sus limitaciones económicas.

¿Y qué pasa con los niños que ya lo lograron? Tienen su prótesis, lograron hacer programación básica…

Este es un proceso que va poco a poco. El niño, con uno, dos o tres talleres, no aprenderá desarrollar una prótesis de principio a fin; hay un acompañamiento, un tiempo de desarrollo, un tiempo de proceso en el cual más o menos a sus 15 años, cuando ya esté saliendo del colegio, va a tener todo un conocimiento para comenzar a desarrollar sus propias soluciones. Nosotros trabajamos con niños entre tres y 12 años ahorita. Hemos entregado prótesis para niños de más edad, incluso casi adultos, pero esto es todo un proceso. Los niños ya saben qué es un circuito, un robot, qué es un código, impresión 3D, ya conocen el entorno de tecnología, pero digamos que decirle al niño de siete años que desarrolle su prótesis de principio a fin solito es muy, muy difícil, no tiene la estructura mental. Por eso nos valemos de la ayuda de organizaciones como RedHat, que nos permiten desarrollar todos estos talleres en sus espacios, con sus recursos, porque nosotros somos una entidad sin ánimo de lucro y nuestros recursos no son suficientes para desarrollar estos talleres. Necesitamos de patrocinadores que nos permiten hacer esto posible.

Si yo tengo la necesidad, ¿cómo debo gestionar su ayuda?

Hay una evaluación psicológica con la cual se determina la pertinencia del niño para recibir una prótesis y el ambiente que tiene en su familia, porque muchas veces no es una necesidad del niño sino de la familia. Entonces esos procesos psicológicos complejos hay que atenderlos. Si pasa ese proceso, hay evaluación por terapia ocupacional para rangos de movimiento adecuado, pasa al protesista y se miran todos los parámetros. Pasa al diseñador para que haga la escala, va a un artista plástico que hace la decoración con base en lo que el niño escogió. En muchos casos el niño pinta y se involucra, eso hace que se apropie de la prótesis y llega el entrenamiento.

Por Edwin Bohórquez Aya @EdwinBohorquezA

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