Tampoco hay duda de que anoche su técnico, el uruguayo Rubén Israel, fue timorato y demasiado defensivo en el partido de ida de los cuartos de final, que terminó perdiendo 2-0 ante Júnior, en Barranquilla.
Salió con un solo delantero y dejó en el banquillo a su tradicional volante creativo, Jonatan Estrada. Apostó todas sus fichas a conservar el cero en su propio arco o perder por un solo gol, para tratar de remontar el domingo, en El Campín.
Y lograba su cometido hasta los 46 minutos, cuando un error del juvenil Stiven Vega generó un remate de Édison Toloza y el cabezazo de Jorge Aguirre, que se le escurrió entre las manos al arquero Nikolás Vikonis, quien antes había sacado cinco pelotas claras de gol. El golero uruguayo pasó de héroe a villano, aunque en el segundo tiempo volvió a sacar al menos tres opciones.
Millonarios apenas tuvo dos oportunidades de anotar, una con Andrés Manga Escobar y otra de David Macallister Silva.
Promediando el segundo tiempo llegó el segundo tanto juniorista, un tremendo tiro libre desde el borde del área que el arquero Sebastián Viera cobró perfecto y mandó a un ángulo imposible para Vikonis. Pudo ser peor el resultado para los azules, que casi descuentan en el último minuto con una acción de Escobar. El 5 de junio, será el duelo de vuelta.
En el otro partido de la jornada, el Deportivo Cali le ganó 2-1 al Independiente Medellín. En el primer tiempo los verdiblancos se fueron en ventaja con goles de Hárold Preciado y Rafael Santos Borré. En el complemento, sin embargo, los rojos paisas asumieron el control del juego y descontaron por intermedio de Jhon La Goma Hernández. El choque de vuelta será en el Atanasio Girardot, el domingo.