Lindsay Lohan podría haber empezado a librarse de sus vestidos más exclusivos para obtener unos ingresos adicionales en sus maltrechas cuentas bancarias, que recientemente fueron intervenidas por la agencia tributaria estadounidense. Para evitar quedarse sin fondos y cumplir sus obligaciones con hacienda, la artista habría enviado a su hermana pequeña Ali a diferentes tiendas de segunda mano en Los Ángeles para tratar de recolocar sus productos de moda, aunque el plan podría no haber salido según lo previsto.
"¿30 dólares por esto? Su valor ronda los 700 dólares", se habría quejado la hermana de la actriz cuando trató de negociar el precio con el encargado de un establecimiento, una conversación que transcribe el portal Radar Online. "Por estos Chanel me tienes que dar más. Lindsay Lohan los ha llevado a diferentes eventos y eso añade valor", habría dicho sobre unos elegantes zapatos de tacón, según desvela la fuente.
Lindsay Lohan debe al fisco estadounidense una cantidad exacta de 233.904 dólares en concepto de los impuestos que ha eludido desde el año 2010, una cifra que se redujo en más de 100.000 dólares tras el préstamo que su amigo Charlie Sheen le hizo el año pasado.
Los problemas personales de la artista, sin embargo, no quedan ahí ya que se enfrenta además a una posible vuelta a prisión tras ser acusada de agresión tras protagonizar un altercado en un club nocturno.