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A las nueve de la noche de este jueves, hora este, Joe Biden dará el último discurso del estado de la Unión antes de las elecciones presidenciales de noviembre, en las que probablemente se vuelva a enfrentar con el republicano Donald Trump, según lo vaticinó la jornada del supermartes, el pasado 5 de marzo, en la que ambos salieron victoriosos. Esta intervención tomará lugar un día después de que Nikki Haley pusiera fin a su campaña y en medio de críticas a la actual administración por la postura que ha manejado frente a la guerra entre Israel y Hamás, en la Franja de Gaza. Se espera, por ende, que el mandatario hable más que todo sobre la economía nacional.
¿Qué es el discurso del estado de la Unión?
Es el espacio en el que el máximo ocupante de la Casa Blanca expone sus logros políticos y las metas que tiene para los próximos meses de gobierno. Debido a que esta es la última intervención de esta índole antes de los comicios de este año, se espera que Biden aproveche el espacio para, ante el Congreso estadounidense, dejar en claro sus diferencias con el Partido Republicano y apaciguar las preocupaciones alrededor de su edad, que ha sido usada para poner en duda sus capacidades para una eventual reelección.
De hecho, según una encuesta de NBC News, realizada en enero, el 76 % de los votantes dice que les preocupa que Biden no tenga la salud física y mental necesaria para un segundo mandato presidencial, mientras que el 48 % dijo lo mismo de Trump, de 77 años.
El evento, que usualmente toma lugar una vez al año, reúne a las tres ramas del Gobierno estadounidense, ya que asistirán el vicepresidente, los jueces de la Corte Suprema y el gabinete presidencial, junto a los senadores y representantes. Se espera que el presidente empiece su intervención a las 9:00 p. m., hora este.
Biden, ante un Congreso dividido
El mandatario, según el promedio de encuestas FiveThirtyEight, tiene un índice de aprobación de 38,1 %. Recientemente, se le ha criticado la respuesta de Estados Unidos a las guerras en Ucrania y Gaza, hecho que se ha reflejado en las barreras que ha puesto el Congreso para aprobar nuevos fondos para Kiev y en que los llamados de la vicepresidenta Kamala Harris sobre un cese al fuego temporal en la Franja no han calado mucho.
De hecho, aunque la tasa de inflación ha disminuido y el desempleo está en un mínimo histórico, solo el 27 % de los estadounidenses califican las condiciones económicas actuales del país como excelentes o buenas, según una encuesta de Gallup realizada en enero. Mientras tanto, un número creciente de ciudadanos considera que la inmigración es el problema más importante del país.
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